El cuerpo firme y fuerte de Leonardo la sostuvieron, parecía que iba a caerse al escuchar las palabras de Ann, si de verdad lo dejó en un basurero, era porque no tenía corazón, ¿Por qué nunca supo quien era en realidad? un hombre miserable, que no le importó dejar a un bebe en la basura, ni tampoco le importó ver sufrir a ella, la mujer que supuestamente amaba. ¿Qué tipo de hombre era Steven Westen? Parecía que después de su muerte al fin estaba conociendo su verdadera cara. —No puede ser verdad, dígame donde dejó su maldito hijo a mi bebé— sentía como la sangre le hervía por dentro, como le hubiera gustado tener al frente a Steven y exigirle que le dijera que había hecho con su hijo, como fue posible que la engañó por años, fue una verdadera estúpida al aceptar en su vida a un hombre como él— usted debe saber que hizo con él.—Pues el me dijo que lo tiró a la basura, no sé nada más— hablaba de su hijo con tanto desprecio, como si para ella fuera solo un animalito que pueden dejar
Arantxa seguía sin creer lo que Leonardo le había contado, tenía un sentimiento de miedo y dolor clavados dentro de ella, si hubiera conseguido que esos hombres hubieran terminado con su vida, él ahora no estaría con ella y todo por culpa de Steven y su padre que nunca dimensionaron las consecuencias de sus actos, ellos en estos momentos cargarían con la muerte de Leonardo sin saber. Hasta con la suya misma porque ella hubiera querido hacer lo mismo, solo que saber que esperaba un hijo de él, cambio todo y en el encontró las ganas de seguir viviendo.—Al recuperarme de esa golpiza apareció Diego y no dude en irme con él a la marina— terminó diciendo, parecía que sentía pena por lo que había hecho, por lo débil que fue porque todo momento permaneció mirando el suelo.Ella llevó su mano a su barbilla para que levantara el rostro y la viera a los ojos y se encontrara con su mirada de amor, pues al final se había superado todo, y siguió viviendo solo por vivir, ahora quería que viviría p
El dolor en los ojos de Valentina sobre salió, sentía pena, también dolor, porque no podía permitir que ella pensara que pudiera haber algo entre ellos, mucho menos cuando tenía pensado recuperar lo que le fue robado.—Mi corazón le pertenece a otra persona— las lágrimas de sus ojos comenzaron a rodar, lamentaba verla así, sin embargo, era mejor hablar de frente y dejarle las cosas claras antes que se hiciera más ilusiones— me hubiera gustado corresponderte, pero...—¿A esa mujer? —percibió la indignación en su voz— ¿tu corazón es de esa mujer? — le preguntó, a lo que afirmo con la cabeza.—Lo siento, no quisiera lastimarte— quería salir de ahí lo más rápido posible.—Leonardo porque no puedes ver que esa mujer no te ama como yo— le dijo a sus espaldas— solo te ha buscado porque necesita de ti, pero que va pasar cuando descubran quien está detrás de las amenazas, te va echar de su vida…—No, eso no va pasar porque hay cosas que nos unen— no tenía intención de decirle que un hijo los u
Arantxa se sorprendió por las palabras que escuchó de Leonardo, después de la llamada que recibió de esa mujer, y que se fuera a resolver el asuntó de la denuncia que pusieron en su contra, experimentó una angustia, temía que John usara sus contactos para perjudicar a Leonardo, y lograra meterlo a la cárcel por un crimen que no cometió.Las horas se volvieron eternas, hasta que escuchó que se abría la puerta del elevador, percibió como su corazón brincaba de emoción esperando verlo entrar, de pronto sonó el sonido de la notificación de un mensaje nuevo en su teléfono.Con el ceño fruncido revisó el mensaje de un numero desconocido.“Te debe quedar claro de quien es el corazón de Leonardo”Decía al pie de la imagen, un dolor se clavó en su pecho, era evidente que Leonardo estaba besándose con Valentina. No pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas, se sentía la más tonta al pensar que entre ellos pudiera resurgir ese amor que fue roto por Steven y Devon.Agradeció que se quedara
Los rayos del sol pegaban en sus ojos, lentamente los abrió mirando como entraban por la gran ventana de la habitación que ahora compartía con Leonardo desde hace tres meses que dormían juntos, desde aquella noche que Valentina intentó separarlos con esa mentira. Al final su plan no había resultado como ella había pensádo, Leonardo había querido irle a reclamar que hiciera eso, pero ella lo detuvo, lo mejor era mostrarle que no había afectado en nada su vida, ni su relación que ahora retomaban. La denuncia que había interpuesto John no prosperó, claro que no lo haría pues no había ninguna prueba de la culpabilidad de Leonardo. Así que seguían sin saber quien ordenó la muerte de Steven y por consiguiente ella seguía en peligro, pues las amenazas no cesaban. A pesar de eso, ella se sentía segura con Leonardo, sentía que nada podría pasarle si se encontraba en sus brazos como en esos momentos de la mañana. Levantó la cabeza para mirar el rostro fino y apacible de Leonardo que dormía t
Zoe le trajo un vaso con agua, estaba temblando, y lloraba, pero no era por el dolor de saber que él tenía una amante, sino por haber sido una tonta al creer ciegamente en él, por pensar que lo conocía, que era una persona transparente con ella. —¿Con quién pretendía compartir mi vida? — si no hubiera muerto, ahora mismo seguiría engañada, creyendo en un hombre que todos esos años le mintió— ¿Cuál era el propósito de montar toda esta mentira?—No lo sé cariño, pero te aseguro que lo sabrás— sintió un dulce beso en su frente, se aferro a los brazos de Leonardo, si no lo tuviera ahora a su lado, estaría perdida en medio de todas las mentiras de Steven y Devon. —Devon, tal vez él sepa porque Steven estaba conmigo— si habían sido cómplices para separarlos, entonces él debía saber que benefició obtendría si se casaba con ella— vamos a buscarlo, necesito conocer quien era en verdad Steven— con delicadeza paso su dedo pulgar por su mejilla limpiando una lágrima— Leo que tal que esa mujer s
Soltó el aire, pensó que tardaría más tiempo para volver a pisar la casa de Devon, su padre adoptivo, el hombre que la rescató del orfanato, después que su madre hubiera muerto en aquel accidente, hasta donde recordaba nunca había tenido presente la figura paterna de ningún hombre en su vida, solo eran ellas dos en una casa humilde. —Si no quieres entrar, yo entró por ti— sonrió por su sugerencia, aunque si quería tomar su palabra, no podía ser una cobarde, en algún momento de su vida tendría que volver a ver a Devon.—No, quiero ver su rostro cuando le pregunte sobre la mujer— solo pedía que esto no lo supiera, porque si resultaba que conocía que Steven tenía una relación con otra mujer, las ruinas de su imagen como padre se volverían polvo— solo no me sueltes la mano.—Eso nunca va a pasar— besó el dorso de su mano, lo que provocó que experimentara una paz y seguridad que era única. Tocó el timbre y no tardó mucho que la puerta se abriera.—Señorita Arantxa que gustó volver a verla
Era un ángel que caminaba entre ellos, unos simples mortales, que tenían la dicha de poderla ver. Pero uno era él más afortunado de todos y del que sentía una profunda envidia, porque gozaba con la suerte que ella había puesto los ojos en él, que le permitía tomar sus labios, entrelazar sus manos y quien podía adorarla cada vez que la poseía. Como siempre deseaba algo que no obtendría, pues simplemente ella nunca le dirigió ni una mirada, para ella no existía, solo el hombre que iba a su lado. La deseaba en secreto, en sus mejores sueños la tenía entre sus brazos amándola, tal parecía que así viviría por el resto de su vida, no tendría el valor de acercarse para hablar de sus sentimientos, pues ella nunca se fijaría en él. Se preocupó al ver que no iba a la universidad, que pensó que le hubiera pasado lo peor, más que su novio tampoco aparecía por los pasillos. Preguntando se enteró que ese hombre había sido el más tonto del mundo al dejarla libre, sintió una pisca de valentía, plan