Arantxa le parecía una pesadilla lo que estaba viviendo, una pesadilla de la que quería despertar, se sintió rodeada del brazo fuerte de Leonardo, ese simple gesto hizo que se sintiera invadida por una tranquilidad al saberse protegida por él. Los temblores de su cuerpo disminuyeron, al sentirse segura a pesar del ataque que estaba sufriendo. Leonardo los había hecho refugiarse en la cocina, mientras él con su arma en mano respondía el ataque, en ningún minuto que duró el ataque la dejó desprotegida, con él sentía la paz que hace tiempo no sentía. De pronto el sonido seco de las balas dejó de sonar, abrió los ojos y se encontró con los ojos de Leonardo que la estaba mirando con amor, con ternura, esa mirada que siempre tuvo cuando estuvieron juntos. —Tranquila, tranquila— percibió sus gruesos labios que le daban un tierno beso en la frente— en mis brazos estas a salvo, te juro que nadie te volverá hacer daño— volvió a besar su frente. Estaba segura de sus palabras, pues el nunca h
Arantxa no entendía porque Leonardo le estaba mostrando de nuevo esas fotografías, ahora quería ver con sus propios ojos el dolor que le causó al tenerlas en sus manos, pues no le daría él gustó. Verlas de nuevo hizo que su memoria regresara a aquella tarde, estaba disfrutando la comida con sus padres, a pesar de no tener a Leonardo a su lado porque había tenido que hacer algo de la universidad, lo extrañaba como no tenía idea. Miró su teléfono, estaba pensando mandarle un mensaje a Leo y preguntarle a qué hora terminaría lo que estaba haciendo, cuando entro Federic con un sobre amarillo que iba dirigido a ella, lo tomó con extrañeza, pues sus amigos y la misma universidad sabían que ya no vivía ahí, se había mudado con Leonardo para comenzar a vivir juntos.Con nerviosismo lo abrió, pensando que fuera de Leo, tal vez tendría alguna sorpresa para ella, pero no era de él, lo comprobó cuando saco la hoja blanca donde decía;“Él te miente, no te ama como dice, las pruebas están en las
En cuanto se quedó sola, tomo su teléfono para mandarle un mensaje a su padre donde le decía que estaba bien, solo necesitaba descansar, después ella le regresaría la llamada, sabía que no se quedaría conforme, pero si lograría que no le volviera a marcar toda la noche. Recogió las fotografías y las miró una a una, tenía razón, su rostro estaba sobre puesto en cada una, lo que se notaba de su cuerpo no lo era, no tenía un tatuaje en él brazo, ni en el dorso de la mano; comenzó a llorar y a reír, había sido una verdadera tonta. Cómo fue que no lo notó después de leer la carta que le dejó Leonardo, si las miró toda la noche, parecía que el dolor la cegó por completo, y se convenció cuando quiso llamarlo y él nunca contestó, ni un mensaje, ni correo, nada y entendió que ya no debía seguir humillándose en rogarle a un hombre que ya le había dejado claro que no la amaba.Semanas después apareció Steven en su vida, fue en la fiesta de cumpleaños de su padre, su madre había organizado todo
Por la mañana salió de la habitación, al llegar a lo que era él comedor, lo encontró revisando algo en su computadora, estaba tan concentrado que ni siquiera se dignó en levantar los ojos al escucharla caminar por un lado de él. Se sentía molesta, para poder dormir dejó de pensar en eso, y se aseguró así misma que Steven no era la persona que Leonardo le estaba describiendo, él no era capaz de hacer negocios, ni mucho menos ayudar a un hombre como Aquiles Camp. Entró a la cocina que ya parecía más una, con una cafetera que tenía café, revisó el refrigerador y este estaba parcialmente lleno, buscó algo para prepararse el desayuno, tomo el yogurt, y una charola con frutos rojos, no había olvidado que eso era uno de sus desayunos favoritos. Tomo el cartón del jugo de naranja y se sirvió un poco en un vaso, al oler el jugo sintió unas nauseas terribles, dejó el vaso para salir corriendo al baño. Al salir del baño se encontró con la mirada de preocupación de Leonardo, era como lo imagin
Se detuvo de golpe, ¿De qué estaba hablando su padre? Su hijo había muerto, eso mismo le habían dicho ellos, aunque nunca vio su cuerpecito, cuando despertó le dieron la terrible noticia, sus sueños de tenerlo en sus brazos, arrullarlo, darle de comer y verlo dormir tranquilo en sus brazos, nunca serían realidad, todo se volvió amargura, dolor y tristeza, sus brazos estaban vacíos. —¿De qué hablas? mi hijo murió— dio media vuelta para confrontar a su padre que venía detrás de ella.—No hija— soltó un suspiro— tu hijo no murió como cruelmente te hicimos creer— un nuevo golpe se instaló en su pecho, todos estos años había ido a llorar a una tumba en la que no había nadie o tal vez otro angelito, con ellos ya no sabía ni que pensar— tarde o temprano lo vas a saber si Leonardo sigue removiendo en el pasado…Leonardo estaba desconcertado al escuchar a los dos, miró a Arantxa que tenía coraje y dolor en la mirada.—¿De qué están hablando? — ella se puso tensa, gracias a ellos que los separ
El cuerpo firme y fuerte de Leonardo la sostuvieron, parecía que iba a caerse al escuchar las palabras de Ann, si de verdad lo dejó en un basurero, era porque no tenía corazón, ¿Por qué nunca supo quien era en realidad? un hombre miserable, que no le importó dejar a un bebe en la basura, ni tampoco le importó ver sufrir a ella, la mujer que supuestamente amaba. ¿Qué tipo de hombre era Steven Westen? Parecía que después de su muerte al fin estaba conociendo su verdadera cara. —No puede ser verdad, dígame donde dejó su maldito hijo a mi bebé— sentía como la sangre le hervía por dentro, como le hubiera gustado tener al frente a Steven y exigirle que le dijera que había hecho con su hijo, como fue posible que la engañó por años, fue una verdadera estúpida al aceptar en su vida a un hombre como él— usted debe saber que hizo con él.—Pues el me dijo que lo tiró a la basura, no sé nada más— hablaba de su hijo con tanto desprecio, como si para ella fuera solo un animalito que pueden dejar
Arantxa seguía sin creer lo que Leonardo le había contado, tenía un sentimiento de miedo y dolor clavados dentro de ella, si hubiera conseguido que esos hombres hubieran terminado con su vida, él ahora no estaría con ella y todo por culpa de Steven y su padre que nunca dimensionaron las consecuencias de sus actos, ellos en estos momentos cargarían con la muerte de Leonardo sin saber. Hasta con la suya misma porque ella hubiera querido hacer lo mismo, solo que saber que esperaba un hijo de él, cambio todo y en el encontró las ganas de seguir viviendo.—Al recuperarme de esa golpiza apareció Diego y no dude en irme con él a la marina— terminó diciendo, parecía que sentía pena por lo que había hecho, por lo débil que fue porque todo momento permaneció mirando el suelo.Ella llevó su mano a su barbilla para que levantara el rostro y la viera a los ojos y se encontrara con su mirada de amor, pues al final se había superado todo, y siguió viviendo solo por vivir, ahora quería que viviría p
El dolor en los ojos de Valentina sobre salió, sentía pena, también dolor, porque no podía permitir que ella pensara que pudiera haber algo entre ellos, mucho menos cuando tenía pensado recuperar lo que le fue robado.—Mi corazón le pertenece a otra persona— las lágrimas de sus ojos comenzaron a rodar, lamentaba verla así, sin embargo, era mejor hablar de frente y dejarle las cosas claras antes que se hiciera más ilusiones— me hubiera gustado corresponderte, pero...—¿A esa mujer? —percibió la indignación en su voz— ¿tu corazón es de esa mujer? — le preguntó, a lo que afirmo con la cabeza.—Lo siento, no quisiera lastimarte— quería salir de ahí lo más rápido posible.—Leonardo porque no puedes ver que esa mujer no te ama como yo— le dijo a sus espaldas— solo te ha buscado porque necesita de ti, pero que va pasar cuando descubran quien está detrás de las amenazas, te va echar de su vida…—No, eso no va pasar porque hay cosas que nos unen— no tenía intención de decirle que un hijo los u