Joaquín le sonrió y la miró con devoción, y justo tocaron a la puerta, entonces fue a abrir y un mesero llegó con la bandeja del café y galletas. Sirvió en la terraza, y apenas el chico se marchó. María Paz tomó la taza entre sus manos para abrigarse, y el joven Duque prosiguió:
—Por eso no vine a hacerte la propuesta formal, porque yo necesito levantar mi hacienda, apenas nos estamos recuperando de las pérdidas que tuvimos cuando la roya afectó a los cafetales, quiero terminar mis estudios, y tener un patrimonio para nuestra familia —aseveró—, quiero llevarte al reino de la Momposina y darte la vida que vos te mereces.
María Paz sonrió y derramó muchas lágrimas.
—Con que me ames como lo haces, es más que suficiente —aseveró—, pero estoy de acuerdo, esperemos un tiempo, sin embargo, eso no quiere decir que te vas a librar de mí —comentó—. El hecho de que yo regrese a Estados Unidos y tú a Colombia, no n
Queridos lectores, imagino que se han reído con la duqueconda. María Paz es única. ¿Qué les parece todo lo que los duquecitos hablaron? ¿Creen que deban esperar más tiempo para casarse? ¿Qué opinan ustedes?
Manizales- Colombia.Amanecía en la hermosa "Perla del Ruiz", un sol brillante acompañaba el paisaje y el olor característico del café recién molido se colaba en los sentidos de todos los habitantes de la Momposina.Carlos Mario Duque se encontraba en la hacienda visitando las bodegas para revisar que los granos de café coincidan con los requerimientos de embarque que la exportadora expedía.—Joven Carlos, ¿va a desayunar?—Voy a esperar a mi papá.—Don Miguel, lo hizo temprano, dijo que tenía que hacer cosas importantes y salió —avisó una de las empleadas.Carlos de inmediato supo que su padre había ido al cementerio, cuando estaba en Manizales no dejaba de ir a conversar ante la tumba de Luisa Fernanda.Ca
En horas de la tarde, luego de que María Paz fue a la casa que tenían en la ciudad a cambiarse de ropa, notó que sus padres no estaban, enseguida los llamó para averiguar en dónde se encontraban, y junto con Joaquín, salieron a las diferentes ferias que existían en la ciudad por celebrarse las fiestas de Independencia. Tomados de la mano, visitaban una a una las carpas en donde artesanos de casi todas las provincias de Ecuador, exponían sus productos. María Paz, se probaba uno y otro sombrero de paja toquilla, elaborados por manos azuayas, Joaquín le tomaba fotografías mientras ella sonreía y posaba para la cámara, escucharon una voz masculina muy conocida para la joven. —Buenas tardes, jovencitos —pronunció Rodrigo Vidal, el padre de María Paz, quien caminaba abrazado a su esposa. —Señor Vidal buenas tardes —contestó Joaquín y extendió la mano hacia el caballero, quien con cortesía la estrec
Manizales- Colombia. El olor a tierra mojada anunciaba el fin de la estación seca. Miguel Ángel, en su despacho observaba como la lluvia bañaba los cristales, divisó desde ahí el auto de su hijo Carlos y enseguida salió a recibirlo. —Cúbrete de la lluvia, mijo —expresó Miguel ordenando a uno de sus trabajadores acercarse con un paraguas. —Gracias papá —respondió Carlos en tono seco como era costumbre. Cuando el joven se disponía a subir a su habitación su padre lo interceptó: —Vos y yo tenemos una larga conversación, y no voy a aceptar negativas de tu parte. Ve al despacho mientras ordenó que nos sirvan café. Carlos presionó sus labios, y entendió que no le podía seguir dando más largas a la conversación con su papá así que con disgusto y resoplando con molestia se encaminó al estudio. Se sentó en una silla en frent
Cuenca- Ecuador La ciudad amanecía con una espesa neblina y una gran llovizna que caía sobre el asfalto. El ruido de las gotas de lluvia bañando los ventanales de la habitación de María Paz, la despertó. Eran apenas las siete de la mañana; pero su corazón esperaba ansioso ver llegar a Joaquín, sin embargo, no dejaba de sentir una extraña sensación de zozobra, no sabía si era el temor de la conversación que se iba a dar lugar entre su padre y su novio. Volvió a acostarse, y se cubrió bien con las cobijas, el clima estaba muy frío aquella mañana, como presagiando que algo malo iba a suceder. Tomó su móvil, pensaba en mandarle un mensaje a su adorable loco; sin embargo, desistió de la idea, consideró que era temprano y tampoco quería presionarlo. Activo su playlist «Estoy enamorado by Donato y Stefano» sonaba en el reproductor. «Dentro de ti quedarme en cautiverio, para asomarme al aire que resp
Manizales- Colombia. Los médicos trataban de hacer todo lo posible, por salvar la vida de aquel hombre que llegó muy malherido, después de haber sufrido un terrible accidente de tránsito. —¡El paciente se nos va doctor! —exclamó una de las enfermedades que revisaba el monitor cardíaco, al momento que los signos vitales empezaron a decaer. De inmediato comenzaron con resucitación artificial, emitiendo descargas al corazón de ese hombre. Mientras tanto en la sala de espera, su hijo se encontraba con sus codos apoyados en las rodillas, su cabeza inclinada y sus manos detrás de la nuca. Solo como siempre, esperaba noticias sobre la salud de su padre, entonces una voz bastante conocida lo sacó del trance en el que se encontraba. —¿Cómo está mi papá? ¿Qué pasó? —preguntó Joaquín que llegó agitado, y angustiado por la salud de Miguel. Carlos como siempre con su gélida mirada o
Manizales - Colombia. María Paz arribó al aeropuerto de la ciudad casi al anochecer. De inmediato tomó un taxi, y le indicó la dirección del hospital al conductor, quién de inmediato puso en marcha su vehículo, después de varios minutos llegó al sanatorio. La joven canceló el recorrido, cogió su equipaje, caminó hasta la recepción. —Señorita buenas noches, disculpe como encuentro la sala donde está el señor Miguel Ángel Duque. La chica dígito los datos en la computadora. —Unidad de Cuidados Intensivos, por el elevador al décimo piso. María Paz arrastrando su maleta, subió al ascensor y dígito el número diez observaba con ansias como iban aumentando los pisos, al llegar a su destino, las puertas se abrieron, frente a sus ojos estaba Carlos sentado cabizbajo. Al escuchar el ruido del ascensor y levantar su rostro, se sorprendi
Esa fría noche Joaquín, María Paz y Carlos, se quedaron a dormir en el hospital, a espera de noticias favorables sobre Miguel Ángel. La chica cansada del viaje se quedó dormida con su cabeza recostada en el pecho de Joaquín, él trataba de mantenerse despierto, con la esperanza de que una enfermera, o un médico les diera buenas noticias. A él también le ganó el cansancio, los ojos se le cerraron, a Carlos le sucedió lo mismo. Al día siguiente los rayos del sol empezaron a entrar por las grandes ventanas del hospital. Carlos fue el primero en despertar y acercarse a una enfermera a preguntar por el estado de salud de Miguel, le contestaron que todo seguía igual. Joaquín y María Paz, también despertaron. —¿Hay alguna noticia de mi papá? —preguntó. —Ninguna —respondió Carlos. —Mi reina, vamos a la hacienda
María Paz suspiró al escucharlo y su corazón se hinchó orgullosa de su novio, enseguida prosiguió observando, entonces de nuevo se dirigió a él. —Podemos darles tour a nuestros huéspedes —comentó—. Hacer visitas guiadas y explicarles todo el proceso de siembra, recolección, y producción del café. Joaquín la observó y la mirada se le iluminó. —Es una excelente idea. ¿Te harías cargo de eso verdad? —Por supuesto —respondió ella—. Pondremos hamacas en los balcones para que los invitados puedan mirar el atardecer —comentó, entonces suspiró profundo—. Todo esto es como lo soñé —susurró. —Eso es solo el principio —mencionó el joven—. Nuestra casa se convertirá en tu palacio —susurró y besó la mejilla de ella. María Paz cerró sus ojos se estremeció y un cosquilleo recorrió su cuerpo. —Quiero ver nuestra futura casa —solicitó.