Manizales- Colombia.
Los médicos trataban de hacer todo lo posible, por salvar la vida de aquel hombre que llegó muy malherido, después de haber sufrido un terrible accidente de tránsito.
—¡El paciente se nos va doctor! —exclamó una de las enfermedades que revisaba el monitor cardíaco, al momento que los signos vitales empezaron a decaer. De inmediato comenzaron con resucitación artificial, emitiendo descargas al corazón de ese hombre.
Mientras tanto en la sala de espera, su hijo se encontraba con sus codos apoyados en las rodillas, su cabeza inclinada y sus manos detrás de la nuca. Solo como siempre, esperaba noticias sobre la salud de su padre, entonces una voz bastante conocida lo sacó del trance en el que se encontraba.
—¿Cómo está mi papá? ¿Qué pasó? —preguntó Joaquín que llegó agitado, y angustiado por la salud de Miguel.
Carlos como siempre con su gélida mirada o
**** Ahora ya sabemos por qué el duquecito no llegó. ¿Quiénes confiaban en él?
Manizales - Colombia. María Paz arribó al aeropuerto de la ciudad casi al anochecer. De inmediato tomó un taxi, y le indicó la dirección del hospital al conductor, quién de inmediato puso en marcha su vehículo, después de varios minutos llegó al sanatorio. La joven canceló el recorrido, cogió su equipaje, caminó hasta la recepción. —Señorita buenas noches, disculpe como encuentro la sala donde está el señor Miguel Ángel Duque. La chica dígito los datos en la computadora. —Unidad de Cuidados Intensivos, por el elevador al décimo piso. María Paz arrastrando su maleta, subió al ascensor y dígito el número diez observaba con ansias como iban aumentando los pisos, al llegar a su destino, las puertas se abrieron, frente a sus ojos estaba Carlos sentado cabizbajo. Al escuchar el ruido del ascensor y levantar su rostro, se sorprendi
Esa fría noche Joaquín, María Paz y Carlos, se quedaron a dormir en el hospital, a espera de noticias favorables sobre Miguel Ángel. La chica cansada del viaje se quedó dormida con su cabeza recostada en el pecho de Joaquín, él trataba de mantenerse despierto, con la esperanza de que una enfermera, o un médico les diera buenas noticias. A él también le ganó el cansancio, los ojos se le cerraron, a Carlos le sucedió lo mismo. Al día siguiente los rayos del sol empezaron a entrar por las grandes ventanas del hospital. Carlos fue el primero en despertar y acercarse a una enfermera a preguntar por el estado de salud de Miguel, le contestaron que todo seguía igual. Joaquín y María Paz, también despertaron. —¿Hay alguna noticia de mi papá? —preguntó. —Ninguna —respondió Carlos. —Mi reina, vamos a la hacienda
María Paz suspiró al escucharlo y su corazón se hinchó orgullosa de su novio, enseguida prosiguió observando, entonces de nuevo se dirigió a él. —Podemos darles tour a nuestros huéspedes —comentó—. Hacer visitas guiadas y explicarles todo el proceso de siembra, recolección, y producción del café. Joaquín la observó y la mirada se le iluminó. —Es una excelente idea. ¿Te harías cargo de eso verdad? —Por supuesto —respondió ella—. Pondremos hamacas en los balcones para que los invitados puedan mirar el atardecer —comentó, entonces suspiró profundo—. Todo esto es como lo soñé —susurró. —Eso es solo el principio —mencionó el joven—. Nuestra casa se convertirá en tu palacio —susurró y besó la mejilla de ella. María Paz cerró sus ojos se estremeció y un cosquilleo recorrió su cuerpo. —Quiero ver nuestra futura casa —solicitó.
Miguel Ángel se iba recuperando. María Paz asistía todos los días al hospital, y se encargaban de cuidarlo. Mientras Joaquín y Carlos retomaban sus actividades.El señor Duque disfrutaba de la compañía futura nuera, ella le leía libros, le hacía reír, y verificaba que tomara las medicinas a la hora indicada.Cuando Joaquín iba por ella, Miguel observaba el profundo amor que los dos expresaban en sus miradas, en la manera con la que se trataban, y se sentía complacido de saber que su hijo había encontrado por compañera a una buena mujer.Carlos también visitaba a su padre, más tranquilo que en días pasados, era como si la presencia de María Paz brindara calma a la familia.****Al mes del accidente el señor Duque fue dado de alta. Los pap&
Luego de eso María Paz estaba por colocar el anillo en el dedo anular de Joaquín, pero él la detuvo. Ella frunció la nariz sin comprender. —Espera mi reina, no es justo que me des una sortija, y yo a vos no —expresó y le acarició la mejilla—. Yo acepto la propuesta de casarme con vos; sin embargo, también quiero pedir tu mano a tu papá. María Paz suspiró profundo y ladeó los labios. —Entonces espero una propuesta formal de tu parte —expresó ella sonriendo. —La tendrás mi reina, te lo aseguro. Acepto el anillo, lo voy a guardar, pero no me lo voy a poner hasta que vos tengas el tuyo. —Es un trato justo —respondió María Paz. —Yo estoy cansado, me retiro muchachos —interrumpió Miguel—. Disfruten la noche, lo único que quiero es que vos termines tus estudios Joaquín y de seguro la familia de María Paz, desea lo mismo, así que después que h
Quito- Ecuador. Meses después. Joaquín caminaba de un lado a otro en el aeropuerto, esperaba impaciente el arribo del vuelo de María Paz, proveniente de New York, el joven colombiano, revisaba a cada instante en el monitor la hora de llegada, entonces luego de unos minutos su corazón se aceleró al momento que el avión aterrizó, enseguida se acercó a las ventanas de la sala de espera, y buscaba que su novia apareciera, de pronto una gran sonrisa se dibujó en sus labios al momento que recibió una llamada en su móvil. —Hola mi amor, ya llegué. —¡Mi reina! —exclamó él, y suspiro profundo— Estoy en las ventanas de la sala, esperando verte. Fue entonces que María Paz apareció ambos se buscaron con la mirada, cuando al fin se encontraron, sus corazones empezaron a latir con fuerza, ella le sonrió y levantó sus dedos para saludarla, y le envío un beso con su mano.
Luego de media hora, terminaron de cenar, y brindaron por un futuro lleno de ilusiones, hicieron planes juntos, imaginaron su vida de casados en la hacienda. Mientras María Paz, sacaba las cosas de su equipaje. Joaquín preparó la tina, con las más exquisitas esencias que el hotel había proporcionado. —El baño está listo mi amor. —Guiñó un ojo él, y ladeó aquella sonrisa seductora que ponía a temblar a Paz. Ella lo miró a los ojos, esbozó su risa coqueta, y con mucha sensualidad, fue despojándose de las prendas que cubrían su cuerpo, caminó desnuda con elegantes pasos por la suave alfombra. Joaquín permanecía hipnotizado por la belleza y naturalidad de su novia, quien con sus delicadas manos fue desnudándolo. Enseguida él la tomó de la mano y la condujo al elegante baño. Joaquín se introdujo primero en la bañera, le extendió sus dedos para ayudarla a in
Joaquín sacudió su cabeza, tratando de recordar quien podría ser esa mujer; pero no se le venía a la mente nadie con ese nombre. María Paz, permanecía en silencio, esperando alguna reacción de su novio, sin embargo, fue Carlos quien intervino. —Hermanito será mejor que vayas a atender, debe ser alguna de tus amantes, y de muy mala educación de tu parte que, estando aquí tu novia, una de tus amiguitas venga a buscarte. Joaquín se levantó y con sus puños golpeó la mesa. —Yo no tengo amantes, no sé quién es esa mujer, no hagas ese tipo de comentarios. Carlos no dijo nada, solo sonrió con malicia. —Basta de peleas, no se dan cuenta de que hay una dama aquí presente. María Paz, disculpa a mis hijos. —No se preocupe Miguel —respondió la joven bastante incómoda, por el comentario de Carlos. —Joaquín es mejor que vayas a atender ese