New York- Usa.
María Paz, nerviosa e impaciente caminaba de un lado a otro por el gran salón de la mansión.
—¿Por qué se demoran?
Joaquín ladeó los labios, y observó a su bella novia.
—Mi reina...es evidente porque se retrasan tus padres, y eso es bueno, así tu papá conversará conmigo muy relajado —expresó y guiñó un ojo.
—Eres un imprudente, más te vale reflexionar antes de hablar.
—Tranquila mi reina, yo sé muy bien lo que debo decir, llevo años preparándome para este día.
—¿Cómo puedes estar tan tranquilo? Mi papá es capaz de decir que te quiere a kilómetros de mi vida, por culpa de tus locuras —reclamó.
—Mi reina hermosa, vos no te preocupes, que, si el señor Vidal se opone, tendremos que hacer las cosas a la manera del Duque de Manizales —afirmó Joaquín, y en ese momento observó a los
Parece que el señor Vidal fue el que orilló a cometer una locura a los duquecitos. ¿Cuáles serán las medidas radicales de Joaquín?
Días después. María Paz salía contenta, eran sus últimos días en la universidad. Nadie en su familia, sabía que había adelantado un semestre. Caminaba emocionada hacia su auto, y en ese momento unos hombres desconocidos se le acercaron, la tomaron del brazo y le mostraron con discreción sus armas. —Es mejor que no se mueva, ni intente nada, camine despacio, como si fuéramos amigos. María Paz sintió su corazón estremecerse, y sus piernas temblar, con temor obedeció. Miraba a su alrededor, tratando de pedir ayuda, hacer una seña; pero todo era inútil. Junto con esos hombres salió de la universidad, y la obligaron a subir a un auto con vidrios oscuros, una vez ahí le amarraron los pies, las manos, le colocaron una venda en los ojos y una mordaza en la boca. María Paz, en su mente pedía a Dios que no le pasara nada malo, sentía un vacío en su estómago, se hallaba nerv
Las Vegas- Nevada. Los hermosos e impresionantes hoteles y casinos acompañados de las luces de Neón con el inmenso «Welcome to Fabulous Las Vegas- Nevada» recibía llenos de ilusión a Joaquín y María Paz, quienes decidieron no esperar más y casarse tal como ella siempre lo soñó.Luego de hospedarse en la suite emperador del emblemático Caesars Palace, la feliz pareja salió del hotel, con sus documentos en regla llegaron a la capilla que habían elegido, tomados de la mano se sentaron a esperar que su turno.Ella como siempre rebelde, decidió vestirse de Marilyn Monroe y él que secundaba sus locuras, eligió un traje de Elvis, la capilla era sencilla, decorada con flores blancas.Cuando el momento más anhelado llegó Joaquín la esperaba frente
Horas más tarde.María Paz en el elegante y exclusivo cuarto de baño se dio una ligera ducha, para luego masajear su cuerpo con la exquisita crema humectante con aroma a coco. Vistió su figura con un fino y conjunto de lencería blanco, pasó el secador por su cabello, y lo dejó suelto. Observó en su mano el anillo de matrimonio, mordió sus labios y suspiro, aún le parecía un sueño.En la habitación Joaquín había pedido una botella de champagne con exquisitas fresas y chocolate, cuando María Paz salió él la contempló admirando su belleza.Ella sonrió.— ¿Tengo algo extraño en el rostro? —cuestionó.—Sí —respondió él, enseguida se puso de pie, y tomó
Después del hermoso paseo que duró toda la mañana, los turistas almorzaron en uno de los restaurantes emblemáticos de la zona, en donde sintieron el espíritu colonial mexicano, mientras les explicaban como era la ciudad años atrás, se sentaron en una mesa al aire libre, desde donde podían apreciar una hermosa fuente tallada en piedra.Le sirvieron unos exquisitos tacos al pastor, especialidad de la casa, acompañados del delicioso guacamole. Miguel Ángel Duque se deleitó del sabor de la tortilla de maíz que junto con las carnes acompañaban al plato; mientras disfrutaba de la conversación de Yolanda su mente divagaba con el recuerdo de la dama del bar.Horas después regresaron al resort, en dónde Miguel volvió a disfrutar de su soledad, acostado en un camastro en la terraza de su alcoba cerró sus ojos y a su mente
New York- Usa. Horas más tarde. En casa de la familia Vidal, el ambiente era algo tenso, la noche anterior Diana y Rodrigo, se enteraron de que su hijo Santiago, tenía un niño con Alba, quien fue su novia años atrás. El joven no entró en detalles, explicó a sus papás que él no sabía de la existencia del niño, algo que era cierto, sin embargo, sus padres tenían muchas inquietudes por resolver. Mientras Diana, se hacía cargo del pequeño Alex, Rodrigo sentado en la mesa del comedor, recibió la visita de Carlos Mario Duque, el señor Vidal se sorprendió ante la presencia del amigo y casi cuñado de su hija. Carlos Mario, pensó que, hablando con el padre de María Paz, él podría tener un acercamiento con la joven, sin imaginar que ella ya era esposa de su hermano. El señor Vidal, escuchaba atento l
María Paz de la mano de su esposo abandonó la que fue su casa con el corazón estrujado, en su semblante se notaba la tristeza, era consciente que su padre se iba a enojar; pero nunca imaginó que le dijera que no podía volver. —No llores mi reina, yo estoy con vos, estamos juntos mi amor —aseveró Joaquín abrazándola con fuerza. —Yo estaba segura de que mi papá se iba a enojar; sin embargo, jamás pensé que al punto de no querer saber nada de mí —sollozó la joven. —Mi amor hay que dejar que le pase el enojo, es comprensible debemos ponernos en el lugar de tu papá, él tiene miedo que yo no sea el hombre que vos te mereces pues. María Paz con sus ojos llenos de lágrimas observó a su esposo, entristecida por la actitud de su padre; pero a la vez convencida de que hizo lo correcto al casarse con Joaquín. —Te amo duquecito, no me importa si el mundo entero se pone e
New York- Usa. En casa de la familia Vidal el ambiente era tenso, con lo sucedido con María Paz, Diana estaba molesta con Rodrigo. Santiago no había salido de su habitación, al parecer quería estar solo, sus padres esperaban el momento indicado para que él les contara lo sucedido con Alba. —Diana, ¿Sigues molesta conmigo? Ella siguió digitando un correo en su computadora. Él se acercó, le empezó a acariciar el cabello, a hacerle cosquillas. La señora seguía seria, solamente se removía, cuando él la tocaba. —No pensé que fueras tan injusto Rodrigo Vidal, tú que siempre analizas las cosas antes de actuar, no tuviste corazón con tu propia hija. —Mi amor tú me conoces bien, no lo hice por maldad, sino porque deseo darles una lección, quiero probar si en verdad ese muchacho ama a nuestra hija— contestó él sentándose al frente de su esposa. &
El señor Duque antes de tomar asiento en su lugar se quitó la chaqueta y la colocó en el espaldar de su silla, entonces se sentó y escuchó con atención a Mariana, sonrió al ver las mejillas de ella enrojecidas. —Debe saber que usted es la primera mujer que me abofetea —comentó con sinceridad—, y sin haber dado motivo, pues. —Bromeó, y luego la miró a los ojos—. Tranquila, fue un accidente… Muy afortunado —susurró—, no habría tenido el placer de conocerla. —Elevó su mano para llamar al mesero. Mariana observó con detenimiento el pectoral de aquel atractivo hombre además de cómo se marcaban sus brazos al hacer algunos movimientos. Sacudió con discreción su rostro y no pudo evitar sonreír al escucharlo hablar. —El gusto es mío, ya no existen caballeros, en estos tiempos —Meció su cabello—. Espero que no se vaya con el mal recuerdo que le dejé, y lo olvide —solicitó. Miguel volv