Capítulo 115: Me estoy ilusionando.

El señor Duque antes de tomar asiento en su lugar se quitó la chaqueta y la colocó en el espaldar de su silla, entonces se sentó y escuchó con atención a Mariana, sonrió al ver las mejillas de ella enrojecidas. 

—Debe saber que usted es la primera mujer que me abofetea —comentó con sinceridad—, y sin haber dado motivo, pues. —Bromeó, y luego la miró a los ojos—. Tranquila, fue un accidente… Muy afortunado —susurró—, no habría tenido el placer de conocerla. —Elevó su mano para llamar al mesero. 

Mariana observó con detenimiento el pectoral de aquel atractivo hombre además de cómo se marcaban sus brazos al hacer algunos movimientos. Sacudió con discreción su rostro y no pudo evitar sonreír al escucharlo hablar.

—El gusto es mío, ya no existen caballeros, en estos tiempos —Meció su cabello—.  Espero que no se vaya con el mal recuerdo que le dejé, y lo olvide —solicitó.

Miguel volv

Angellyna Merida

Parece que lo coquetos ya es un don de familia, qué tal don Duque bien atrevido, y tan serio que se lo ve. ¿Qué opinan?

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