Epílogo.
Cuando la hermana de Brandon despertó después de haber sido marcada por el antiguo alfa, a él no le quedó más que decirle abiertamente que es un hombre lobo y aunque eso a ella al principio le causó terror lo aceptó porque él le convenció de que no le haría daño, porque ella lo es todo para él.
En medio de su confusión buscó a su hermano quien le explicó que él también había dejado de ser humano por causas y efectos del destino, y tal vez por sus malas decisiones, pero que no se arrepiente de todo lo que le pasó porque ahora es el hombre más feliz y siente que el pago por su felicidad es justo, puesto que eso lo hizo ser mejor persona teniendo una superación personal que nunca pensó tener.
Ella por su parte, tuvo que regresar a Nueva York a continuar con su car
Fabricio es un beta muy simple y de buen corazón al pasar los años en soledad optó por contraer matrimonio con una loba fuerte, a pesar de que su mejor amigo y alfa se opuso, pero tras haber perdido a su familia en una guerra, le empezó a tener miedo a la soledad y más por eso que por amor decidió que lo mejor era tener a una mujer a su lado así no fuera la mate destinada por la diosa luna.Los años pasaron y esa sensación de sentirse solo seguía a pesar de que contaba con su esposa la cual lo ama con locura, pero ese amor no es correspondido, y eso la hace desear obtener más de él.Fabricio ha perdido todas las esperanzas de encontrar a su pareja destinada, ya que su alfa, la encontró y el tiempo pasó y la suya nunca llegó. Y es que según
Narra Marcela.ꟷ hija estás a punto de terminar la secundaria y tu padre y yo no tenemos dinero para enviarte a la universidad que deseas ꟷ me dijo mi madre apenada por la situación económica que estábamos viviendo. No es que fuéramos acaudalados, pero hace un año estábamos mejor económicamente, al menos mi padre podía pagar el colegio privado al que asistía y también podía pagar las clases de piano que me impartía la señora Bernard.Siempre me ha gustado tocar el piano, no como una gran artista, más bien me gusta tocar porque con ello me olvido de los problemas, la música me transporta a un mundo diferente.ꟷ no te preocupes madre ya le dije a mi papito que voy a continuar en una universidad
Narra Marcela. ¿Alguna vez se han comido las gomas de los lápices? Pues yo sí, el día de hoy me había devorado dos gomas de borrar; los nervios me tenían a punto de colapsar mis ojos no se despegaba de aquel reloj de pared que está en el salón de clases, contaba los minutos para volverlo a ver y cuando llegó la hora de hacerlo dentro de mi estómago no solo había mariposa, sino que se encontraba el zoológico completo. No pude decirle más que un Hola, ¿cómo está?, sentía que estaba actuando como tonta, pero al parecer eso a él no le molestó porque me llevó en su pequeña moto y para mi asombro él no me dejó en mi casa, sino que me llevó a un parque donde compartimos un helado como lo harían una pareja de novios, estando allí me dio mi primer beso y desd
Narra Marcela.Me desperté con una sonrisa en los labios, esperaba despertar a Brandon besando cada parte de su cuerpo, pues nos encontramos de luna de miel, pero tal fue mi desilusión cuando vi el lado de la cama vacío.¡De seguro está en la ducha! Pensé dándome ánimos a mí misma mientras caminaba hacia el baño, pero nuevamente me volvió el mal sabor de boca cuando vi que no estaba allí.ꟷvamos Marcela no sea tan dramática, quién sabe si tu esposo se encuentra preparándote un rico desayunoꟷ me dije a mi misma mientras sonreía; volví a la habitación donde busqué un blusón, me lo puse rápidamente y Salí corriendo para la cocina.<
Narra Marcela:ꟷ nuevamente buenos días, soledad ꟷ dije hablando sola y si alguien me viera apostaría a que estoy bien loca. Me puse de pie sin dejar de bostezar y aunque ya es tarde igual seguía con sueño.De camino al baño, mi estómago empezó a gruñir anunciando que me gasto un hambre que ni, aunque me coma un elefante podría apaciguarla, así que me desvié dejando mi ducha para más tarde.¡De qué sirve estar limpia y morir de hambre! Pensé de manera graciosa.Abrí el refrigerador notando que dentro de él estaba tan vació como el desierto del viejo oeste y solo se encontraba un poco de jamón que se ve hasta triste al igual que un poco de le
Narra Fabricio. Soy Fabricio el beta de la manada “luna encantada” preguntarán por qué ese nombre pues mi manada no es solo de hombre lobo, ya que mi alfa ha dejado entrar a otras criaturas toda aquella que acepte seguir nuestras reglas y costumbres, será bienvenido. Tengo seiscientos sesenta años de edad lobuna y treinta y siete años de hombre. He estado esperando durante medio siglo, pero ella no llega ni aparece, digo aparece porque también he recorrido el mundo en su búsqueda, nunca me rendí hasta que apareció la luna de mi alfa. Ese día sentí alegría porque pensé que podría pronto encontrarla, pero ya han pasado cinco años y nada. En algún momento llegué a pensar que de seguro la diosa luna me ha castigado al dejarme sin mi compañera destinada, ya que me he desesperado uniéndome a una loba guerrera de la manada, no me justifico, pero esa estupidez la hic
Narra Marcela. Vi a Fanny sonreír con alguien que se encontraba detrás de mí. <<joder tal parece que dejé la puerta abierta >> pensé antes de girarme. Impresionada no puedo creer lo que ven mis ojos. —¡por Dios! — balbuceé para mí misma, tratando de que no escucharan mi jadeo de impresión. Y es que con semejante hombre así delante no solo podría jadear, sino que puedo hacer otras cosas más. Empecé a sudar como una cría primeriza, ni cuando vi al estúpido de mi exesposo por primera vez me puse tan nerviosa como ahora y juraría que si no me encontrara casi desnuda estaría ahogándome del calor. —uff,
Narra Marcela.Me sentí volar cuando mire sus ojos, algo en ellos me hipnotizan y me hacen preguntarme qué me pasa porque no puedo dejar de observar, durante algunos minutos nos quedamos justamente así, fue como si el tiempo se detuviera en ese momento.Esas mariposas que olvide como se sienten revolotean dentro de mi estómago haciéndome sentir nuevamente viva; una sonrisa no se borró de mis labios y empecé a juguetear con una hebra de mi cabello que sobresale de la pañoleta que aún llevo puesta. No sé si se sintió intimidado por mi descaro, pero él bajó la cabeza mientras muerde su labio inferior tampoco sé si lo hace porque está nervioso y eso me parece muy gracioso, ya que un hombre tan grandote no pudo con la mirada de una mujer tan pequeña como yo, comparada con él no soy más que un