Capítulo 7 —Frente a frente.Damiano:Llamé a mi abogado, Marcos Lombardi, para discutir la situación del bebé con Alexandra. Necesitaba asegurarme de que el contrato que había firmado con el exnovio de Alexandra, Bruno, me garantizaría la custodia del niño. Nos reunimos en mi despacho, donde Marcos llegó puntualmente, como siempre.—Marcos, gracias por venir. Necesito hablar contigo sobre el contrato que firmé con Bruno Monti. Quiero asegurarme de que tengo todos los derechos sobre el bebé.—Claro, Damiano ¿Tienes una copia del contrato para que lo revise? —me respondió con el tono profesional que siempre tenía cuando tocábamos temas legales e importantes. Le pasé el contrato y lo observé mientras lo leía detenidamente. Sabía que Marcos era meticuloso y que no dejaría pasar ningún detalle. —Este contrato establece que el señor Monti, como tutor legal de Alexandra Valente, te cede todos los derechos sobre el niño a cambio del pago de las deudas del hospital, y una gran suma de dinero.
Capítulo 8 —Intruso.Narrador. Bruno, tras la visita de Zorzi no quedó muy conforme, y aunque se comprometió a alejarse de Alexandra, quien sospechaba basándose en la petición de Damiano había despertado, no lo haría. De ninguna manera se alejaría de su verdadero amor, solo por la exigencia de un desconocido, quien llenó su cuenta de dinero de nuevo.Saliendo del club, regresó al departamento que compartía con ella, y realizando un par de llamadas, le pidió a sus contactos averiguar todo sobre el hombre adinerado; el cual tenía no solo dinero para arrojar al cielo, sino también un sin fin de empresas, y una reputación que lo hacía parecer un hombre íntegro ante la sociedad.—¿Estarás bien?Musitó mirando la fotografía de la residencia Zorzi, y determinado a visitarlo esa misma tarde, tomó una ducha, y salió rumbo a la casa que habitaba su ex prometida con su bebé.—Buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarlo?Saliendo uno de los hombres encargados de la seguridad de la mansión, le preguntó
Capítulo 9 —¿Estaba fingiendo?Damiano:La irrupción del ex novio de Alexandra, en mi casa, me dejó bastante trastornado, fue una situación por demás violenta, esas de las que a mí no me gusta participar. Por suerte, Antonio estuvo para evitar que pasara mayores. Sentí pena por Alexandra, un sentimiento que odio, pero lo sentí, pues ese hombre era el típico abusivo y ella había estado a su merced por mucho tiempo. La invitación a la fiesta llegó en un sobre lacrado, un evento importante al que no podía faltar. Decidí llevar a Alexandra, quien se haría pasar por mi esposa, ya que la invitación decía claramente Damiano Zorzi y señora. Sabía que sería un reto mantener las apariencias, pero era necesario.—Alexandra, recuerda que en esta fiesta debemos comportarnos como una pareja casada. No podemos permitirnos ningún error.—¿Es necesario que yo vaya?—Sí, es muy importante para mí. Así que vendrás conmigo y te harás pasar por una esposa enamorada.—Pero, Damiano…—Pero nada, Alexandra,
Capítulo 10.— Dispuesto a ayudar.Alexandra Valente.Tras sentir las manos de Damiano recorrer mi cuerpo con lujuria, y casi cometer la estupidez de acostarme con él, producto al alcohol, traté de calmar mi respiración agitada al verlo desaparecer de mi vista al ingresar a su habitación, y ordenando mi vestido desarreglado, liberé un poco de aire.—¿Qué fue lo que sucedió? Casi me dejo llevar.Solamente una estúpida no entiende qué es lo que casi sucede. Damiano por más imbécil que fuese, no se podía negar que era un hombre muy apuesto, inteligente y exitoso, sin mencionar que el alcohol ingerido en la fiesta me hizo perder el control. Tomando el pomo de mi puerta, ingresé a la habitación que ocupaba, y dejándome caer en la cama, me pregunté cómo haría para verlo a la cara al día siguiente.—Buen día, señora, la comida está servida.Descendiendo por las escaleras, llegué a la enorme estancia, la cual era arreglada por el personal, y hallándome en el camino al ama de llaves, me indicó
Capítulo 11— La visita de un ser querido. Narrador. Así como acordaron, un par de días después de la propuesta, Analía, la prima de Alexandra, llegó a la ciudad, gracias a la colaboración económica de Damiano, dichosa de ver a su ser querido luego de un tiempo. — Recuerda que somos un matrimonio feliz, Analía es importante para mí. De pie en la amplia estancia de la mansión Zorzi a la espera de que la antes mencionada llegara. Alexandra pidió a su supuesto esposo, quien se hallaba allí solo para mantener la imagen de la familia feliz, y viendo cómo la puerta era abierta de pronto por Antonio, Alexandra sintió sus ojos cristalizarse ante la alegría que sentía en ese instante. — ¡Alex! Caminando a ella, ignorando a los demás presentes en el lugar, Analía se acercó a Alexandra, o a Alex, como solía decirle por cariño para abrazarla, y dejando un par de lágrimas caer, dijo. — Cuánto tiempo sin verte… Estás hermosa. Tomándola de las mejillas, las dos se observaron en silencio, y s
Capítulo 12 — Sangre.Narrador:Alexandra llegó al apartamento de Damiano, en el centro de la ciudad, donde se encontraba alojada Analía, cargando a Giovanni, su hijo, en brazos. El niño estaba tranquilo al principio, pero algo en su expresión preocupó a Alexandra, quien sabía que cualquier pequeño cambio podría ser indicativo de algo más serio. Analía la recibió, abriendo la puerta de par en par.—¡Alexandra! Te estaba esperando ansiosa. Adelante, pasa. ¿Cómo estás? —ofreciéndole una cálida sonrisa.—Hola, Analía. Todo bien, solo un poco agotada con todo esto de ser madre primeriza —le respondió sonriendo y redondeando los ojos.Analía miró al pequeño Giovanni y su sonrisa se amplió.—Es un bebé precioso. Debes estar muy orgullosa.Alexandra sonrió, pero antes de que pudiera responder, notó que Giovanni comenzaba a retorcerse en sus brazos. Al principio pensó que solo estaba incómodo, pero pronto se dio cuenta de que algo no estaba bien. Su rostro se arrugaba en una mueca de dolor y
Capítulo 13—Cuidados intensivos Narrador. Mientras que Alexandra se hallaba corriendo de un lado al otro, preocupada por la salud de su pequeño, Damiano se hallaba centrado en su trabajo, en medio de una junta bastante tediosa, pero necesaria para su empresa. —Se estima que para final de mes nuestro rendimiento será el doble del mes pasado. Evaluando un par de gráficas, la junta privada finalizó, y saliendo de la sala en donde se hallaban, se dirigió a su oficina, ya que debía revisar un par de informes antes de terminar la mañana. —Damiano, llegó tu correspondencia, y debes ocuparte de la agenda de la tarde. Ingresando al lugar, Sandra, moviendo sus caderas de manera sensual, con la intención de atraer la atención de su jefe, de quien deseaba obedecer más que órdenes laborales. La mujer de tez morena se acercó a él, y apartando la mirada de los papeles que hojeaba, él solo asintió, sin decir nada más. —Además de eso, la señorita Alexandra Valente también llamó, insistió
Capítulo 14 —Algo hizo clic.Damiano:Tomé la mano de Alexa con delicadeza, sintiendo el peso de todo lo que había pasado. Su piel estaba fría, pero seguía siendo suave al tacto. Era increíble pensar que, hacía tan solo unas horas, todo había cambiado de manera tan drástica. La transfusión había sido un éxito, pero la dejaba débil, igual que a Gio, que ahora se encontraba en cuidados intensivos. No podía estar a su lado, pero no podía alejarme de ella. Me incliné para darle un beso en la frente, sintiendo una oleada de emociones. La noche de la gala, el beso que compartimos, y la forma en que me sentí al tenerla tan cerca, volvieron a mi mente. Nunca pensé que algo tan simple como un beso en la cabeza pudiera remover tanto en mí. Mientras acariciaba su cabello, me preguntaba qué estaba pasando. Mi vida había sido siempre calculada, controlada. Las barreras que construí para protegerme del dolor, ahora estaban siendo derrumbadas por ella. Me asustaba la intensidad de lo que sentía, per