Capítulo 10.— Dispuesto a ayudar.Alexandra Valente.Tras sentir las manos de Damiano recorrer mi cuerpo con lujuria, y casi cometer la estupidez de acostarme con él, producto al alcohol, traté de calmar mi respiración agitada al verlo desaparecer de mi vista al ingresar a su habitación, y ordenando mi vestido desarreglado, liberé un poco de aire.—¿Qué fue lo que sucedió? Casi me dejo llevar.Solamente una estúpida no entiende qué es lo que casi sucede. Damiano por más imbécil que fuese, no se podía negar que era un hombre muy apuesto, inteligente y exitoso, sin mencionar que el alcohol ingerido en la fiesta me hizo perder el control. Tomando el pomo de mi puerta, ingresé a la habitación que ocupaba, y dejándome caer en la cama, me pregunté cómo haría para verlo a la cara al día siguiente.—Buen día, señora, la comida está servida.Descendiendo por las escaleras, llegué a la enorme estancia, la cual era arreglada por el personal, y hallándome en el camino al ama de llaves, me indicó
Capítulo 11— La visita de un ser querido. Narrador. Así como acordaron, un par de días después de la propuesta, Analía, la prima de Alexandra, llegó a la ciudad, gracias a la colaboración económica de Damiano, dichosa de ver a su ser querido luego de un tiempo. — Recuerda que somos un matrimonio feliz, Analía es importante para mí. De pie en la amplia estancia de la mansión Zorzi a la espera de que la antes mencionada llegara. Alexandra pidió a su supuesto esposo, quien se hallaba allí solo para mantener la imagen de la familia feliz, y viendo cómo la puerta era abierta de pronto por Antonio, Alexandra sintió sus ojos cristalizarse ante la alegría que sentía en ese instante. — ¡Alex! Caminando a ella, ignorando a los demás presentes en el lugar, Analía se acercó a Alexandra, o a Alex, como solía decirle por cariño para abrazarla, y dejando un par de lágrimas caer, dijo. — Cuánto tiempo sin verte… Estás hermosa. Tomándola de las mejillas, las dos se observaron en silencio, y s
Capítulo 12 — Sangre.Narrador:Alexandra llegó al apartamento de Damiano, en el centro de la ciudad, donde se encontraba alojada Analía, cargando a Giovanni, su hijo, en brazos. El niño estaba tranquilo al principio, pero algo en su expresión preocupó a Alexandra, quien sabía que cualquier pequeño cambio podría ser indicativo de algo más serio. Analía la recibió, abriendo la puerta de par en par.—¡Alexandra! Te estaba esperando ansiosa. Adelante, pasa. ¿Cómo estás? —ofreciéndole una cálida sonrisa.—Hola, Analía. Todo bien, solo un poco agotada con todo esto de ser madre primeriza —le respondió sonriendo y redondeando los ojos.Analía miró al pequeño Giovanni y su sonrisa se amplió.—Es un bebé precioso. Debes estar muy orgullosa.Alexandra sonrió, pero antes de que pudiera responder, notó que Giovanni comenzaba a retorcerse en sus brazos. Al principio pensó que solo estaba incómodo, pero pronto se dio cuenta de que algo no estaba bien. Su rostro se arrugaba en una mueca de dolor y
Capítulo 13—Cuidados intensivos Narrador. Mientras que Alexandra se hallaba corriendo de un lado al otro, preocupada por la salud de su pequeño, Damiano se hallaba centrado en su trabajo, en medio de una junta bastante tediosa, pero necesaria para su empresa. —Se estima que para final de mes nuestro rendimiento será el doble del mes pasado. Evaluando un par de gráficas, la junta privada finalizó, y saliendo de la sala en donde se hallaban, se dirigió a su oficina, ya que debía revisar un par de informes antes de terminar la mañana. —Damiano, llegó tu correspondencia, y debes ocuparte de la agenda de la tarde. Ingresando al lugar, Sandra, moviendo sus caderas de manera sensual, con la intención de atraer la atención de su jefe, de quien deseaba obedecer más que órdenes laborales. La mujer de tez morena se acercó a él, y apartando la mirada de los papeles que hojeaba, él solo asintió, sin decir nada más. —Además de eso, la señorita Alexandra Valente también llamó, insistió
Capítulo 14 —Algo hizo clic.Damiano:Tomé la mano de Alexa con delicadeza, sintiendo el peso de todo lo que había pasado. Su piel estaba fría, pero seguía siendo suave al tacto. Era increíble pensar que, hacía tan solo unas horas, todo había cambiado de manera tan drástica. La transfusión había sido un éxito, pero la dejaba débil, igual que a Gio, que ahora se encontraba en cuidados intensivos. No podía estar a su lado, pero no podía alejarme de ella. Me incliné para darle un beso en la frente, sintiendo una oleada de emociones. La noche de la gala, el beso que compartimos, y la forma en que me sentí al tenerla tan cerca, volvieron a mi mente. Nunca pensé que algo tan simple como un beso en la cabeza pudiera remover tanto en mí. Mientras acariciaba su cabello, me preguntaba qué estaba pasando. Mi vida había sido siempre calculada, controlada. Las barreras que construí para protegerme del dolor, ahora estaban siendo derrumbadas por ella. Me asustaba la intensidad de lo que sentía, per
Capítulo 15 — Un acuerdo. Narrador. Pasaron un par de días en los que Damiano, y Alexandra no salían del hospital; observando de cerca la evolución del pequeño, y respondiendo satisfactoriamente a los tratamientos, Giovanni fue dado de alta una vez que estuvo mejor. —Qué gusto que ya estén en casa, señor. Colocando al pequeño en su cuna, Alexandra asintió agradecida por las palabras del ama de llaves, y acercándose a ella. Una vez estuvieron a solas en la habitación, Damiano le pidió descansar. —Recuerda que hace unos días donaste mucha sangre, deberías ir a dormir, las niñeras se pueden encargar de él. Alexandra negó enseguida sin poder separarse de su pequeño. A esas alturas su salud ya no importaba, la prioridad era su hijo, quien reposaba frente a ella, acurrucado. —Estaré bien así, ahora solo quiero mirarlo dormir. Para Damiano, enfrentar la repentina enfermedad de su hijo, lo hizo comprender que Giovanni no solo era importante para él, sino también para Alexandra;
Capítulo 16—El día que no existióDamiano.Estaba en mi estudio, rodeado de papeles que ya no lograba enfocar. Hacía días que habíamos regresado del hospital. Ella estaba recuperándose bien, y Giovanni también, aunque todavía quedaba preocupación. Me levanté de la silla, sintiendo un peso inexplicable en los hombros. Sabía que no podía seguir concentrado en el trabajo, no cuando mi mente estaba atrapada en otro lugar. Caminé por el pasillo, dejándome llevar por un impulso que no lograba entender del todo. Llegué a la sala de estar, donde encontré a Alexandra sentada en el sofá, envuelta en una manta, mirando la televisión sin realmente prestarle atención. Parecía sumida en sus propios pensamientos. Por un momento, me quedé en silencio, observándola. Su presencia me hacía sentir algo que había tratado de negar durante demasiado tiempo.—¿No puedes dormir? —pregunté, rompiendo el silencio.Ella levantó la mirada con un destello de sorpresa en sus ojos.—No… —Murmuró —No puedo dejar de p
Capítulo 17 —Primer día.NarradorComo acordaron, una vez Gio se recuperó en su totalidad, Damiano cumplió su palabra de sugerir a Alexandra para el puesto en la constructora, la cual claramente le pertenecía.Por supuesto, con cierta tensión en el ambiente debido a la noche anterior en la que coincidieron que fue un gran error. En el interior del vehículo rumbo al lugar, los dos permanecieron en silencio, y desviando su vista a Alexandra, Damiano la observaba por segundos tratando de no ser notado.—Hemos llegado.Antonio, detrás del volante, anunció que ya se hallaban en la empresa, y desviando su vista a ellos a través del retrovisor, la primera que tomó su bolsa para bajar fue Alex, quien pensó que lo haría sola.—Te llamaré apenas finalice, encárgate de los demás pendientes.Tras decir esto, Damiano siguió a su supuesta esposa imitando su acción, y permaneciendo estática al imaginar que él seguiría su camino, ella preguntó.—¿A dónde crees que vas?Damiano frunció el entrecejo de