Chantel muerta del miedo se aferraba a Arquímedes como si este fuera una tabla salvadidas. Nunca se imaginó que llegaría a un lugar donde los lobos fueran de gran tamaño. El hombre que la sujetaba con fuerza no le había dicho toda la verdad, no recordaba que le hubiera dicho que eran enormes lobos.
Entonces… eso quería decir que, ¿Arquímedes era uno de ellos? ¡Demonios! ¿Qué más le ocultaba? ¿Podría confiar en él? Ya no estaba segura de nada para ser sincera. Y por si fuera poco, si aquel pueblo era de hombres lobos entonces... todas esas personas que los miraban eran ¿Lobos?
—Tranquila… no te asustes mi luna.
—¡Dios mío! Es lo único que puede decir.
La joven salió del cuarto de baño un poco más relajada. Esperando encontarse con Arquímedes, a cambio de eso se topó con un peludo lobito echado al pie de la cama. Al menos no tendría que lidiar con un ser humano.Se fijó que el lobo levantó las orejas más no abrió los ojos. Chantel prefiero no decir una palabra, solo se metió en la cama y fue como si le hubieran apretado el botón. Porque de inmediato el sueño la vencio.[...]El sudor corría por el medio de sus senos… mientras que su corazón latía como un loco desbocado. Las piernas ya no le daban para continuar corriendo a la misma velocidad con la que comenzó al principio.
—¡Por dios Henry! ¿Que has hecho? Esa muchacha es la pareja de Arquímedes.—No me fío. Si eso fuera así, ¿porque aún no han consumado la unión?—Esa muchacha es pura, seguramente nuestro hijo espera el mejor momento.—Esta perdiendo tiempo, y lo sabes Lorena.La mujer se cruza de brazos y frunce el ceño. No hacía falta que se lo recordara, pero creyo que se había sobrepasado con la humana.—Tu hijo estará muy molesto. Creo que has abusado de esa muchacha.
Enrrollo las piernas alrededor de las enormes caderas desnudas del lobo ¿En que momento la toalla había desaparecido? Logro tragar saliva porque sabía que él estaba completamente desnudo. Y ella… bueno ella desgraciadamente aún continuaba con todos sus trapos encima.Decidida a cambiar eso, y determinada a que ese hombre le hiciera el amor se aferró a sus hombros mientras lo besaba con lujuria. Chantel frotaba su sexo contra el del lobo, recibiendo buenos resultados ya que el parecía sumido en aquel lujurioso encuentro.—Chantel… rugió sobre sus labios, pero aún continuaba restregando su enorme pene sobre el vientre de su luna. —¡Hay que parar!—¡Oh, no! Se quejo, volviéndolo
Arquímedes la envolvió en un abrazo tierno y ella se dejó. Se sentía bien sumergida en sus brazos, además, el siempre era tan tibio que confortaba su alma. El frío que sintió cuando estuvo afuera había desaparecido por completo, ese musculoso y ardiente cuerpo se encargó de reemplazarlo.—Solo fue un mal sueño.—Necesito que me digas que fue lo que pasó allá afuera.—¡Nada! No te preocupes.—Pero ese lobo… ¿Quien era?—Es mi hermano. Responde sin mucho ánimos.
Connor se vio obligado a retirarse llevándose sus celos y frustraciones a otra parte. Pero no dejaría las cosas así, tanto él como su hermano tenían derecho a la hembra. La chica podía elegir si quería quedase con su hermano o con él.Salió corriendo perdiéndose por el denso bosque… esa chica sería suya.[...]Por la mañana Chantel se despertó notando que el sol se colaba por la ventana. Al menos ese día no había amanecido nublado, necesitaba un poco de calor para variar.Al ponerse en pie como de costumbre iba a pisar al lobo quien dormía debajo de su cama. Ella suspiró, volvía a ser un lobo. La idea de verlo así habland
—Hijo, debes comprender que Connor lleva muchos años esperando por su luna. Su madre fue quien habló. En su tono se oía que protegía a su hijo.—Eso me tiene sin cuidado… ¡ella es mía! Y ahora él anda por allí esparciendo su aroma por todos lados. ¿Qué coño le pasa? Especta furioso.—Si no quieres que marqué a esa chica, y tú pierdas la oportunidad de romper tu hechizo entonces date prisa en concluir tu asunto con ella.Arquímedes mira furioso a su padre… le emputaba el hecho de que tratará a Chantel como si los sentimientos de ella no valieran nada.—Por su bien es mejor que hablen con él. Qué se mantenga alejado de
La alargada lengua del lobo lamía la piel expuesta de su mate. Pero de pronto una parte de la cordura surgió dentro de tanta lujuria. Arquímedes comenzó a pensárselo mejor, aquello solo era un arranque sexual. Chantel no estaba enamorada de él, solo se estaba dejando llevar por el instinto.Estaba por arruinarlo todo…Tensando todo su cuerpo y frunciendo el ceño el lobo lentamente se separa de su luna. Sinceramente ya no le importaba ser un alfa, lo único que le interesaba era convertirse en un hombre para estar con Chantel.Siendo un lobo la mayor parte del día no resultaría para mantener una relación con esa mujer. Ahora solo quería deshacerse del hechizo para estar al lado de su
—¿A dónde crees que vas?—¡Sueltame! Chantel gritaba golpeando el brazo de Connor.—Lo pasaremos bien hermosa. Susurra contra su cuello.—Nooooo… Noooo…Éste la arrastró hasta una mullida cama, lanzándola como un saco. Chantel rebotó intento levantarse para escaparse, pero el pesado cuerpo de Connor se acomodo encima de ella.—Nooo.. déjame, por favor… noo. Ya estaba llorando mientras luchaba por liberarse.—No lo hagas má