El corazón de Andrea latía tan rápido que parecía que se le iba a salir del pecho.

—¿Cómo... cómo que se fue, Ben...? ¿Por qué?

En su mente, intentaba encontrar una explicación, pero parecía imposible. ¿Se había ido? ¿La había dejado? ¿Cómo...? ¿Por qué...?

—¿Tienes... tienes idea de por qué se fue? —preguntó mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, y un nudo en la garganta le apagaba la voz.

Ben frunció el ceño, visiblemente preocupado. Habría preferido evitar esa pregunta, pero era inevitable.

—No lo sé —confesó—. Solo subió al avión y se fue. ¿Entre ustedes pasó algo?

Andrea no pudo contener las lágrimas mientras negaba con la cabeza. Se sentía desamparada, herida y decepcionada.

—No... la verdad es que no tengo ni idea de qué... ¿qué pudo haber pasado? No creí que Zack fuera esa clase de persona.

—Y no lo es. ¡No me dijo nada, pero te aseguro que no es mala persona!

Andrea asintió, aunque estaba muy frustrada. No entendía cómo alguien tan importante en su vida había podido desap