26 - ¿Eres casado?
Me puse de pie, y me maquillé como tal. Salí de la habitación y encontré a mí madre, sentada sobre mí cama observándome fijamente.

—No digas nada, fue tu idea darle la oportunidad —Ella simplemente levanta las manos, rendida.

—No diré nada.

—Iremos a la casa de campo. ¿Puedes encargarte de la escuela?

—¿Estás segura que huir es buena idea? —Me mira de forma silenciosa. Solo asiento.

—Necesito hacerlo.

Porque me dolía. Porque me duele, e incluso, la palabra dolor, quedaba corto con lo que sentía en el pecho.

Llamé a patricia, para pedirle que me redacto un permiso por vacación. Aprovecharía la ocasión para pasar tiempo de caridad con mi hija hasta el día del juicio. Dudo mucho que se nieguen.

Cuando mi amiga se entera, al principio se pone furiosa por no esperarla, ya que ambas tenemos días de vacaciones acumuladas, sin embargo, sospecha que se trata de mi hija. No me importa en realidad, solo quiero pasar en paz, sin ver la cara del hombre que me convirtió en la amante.

Es lo
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