Darío observó a su esposa tomar una botella completa de whisky, quería detenerla, pero se daba cuenta de que solo estaba tratando de olvidar y de tener algo de paz. —Fui una tonta, estaba ciega —sollozo la joven —hice hasta lo imposible para mantener mi matrimonio, era amorosa, atenta, para recibir algo como esto a cambio. Darío no soportaba verla llorar y menos por el imbécil de su sobrino. —Ese idiota no merece ninguna de tus lágrimas. —Duele —respondió —duele dar todo y que te paguen de esta manera y no estoy llorando por él, eso lo hice hace tiempo atrás, siento rabia, estoy enojada —habló la joven soltando un suspiro pesado. Darío se acercó y abrazó a Sofía, a pesar de que la odiaba al principio, sus sentimientos habían cambiado. Con el pasar de los días llego a apreciar su presencia. Ella era dulce, alegre, le daba color a sus días. —Ayúdame a olvidar, quiero por un momento dejar de pensar en todo esto. Darío sintió cómo su corazón empezó a latir con fuerza, estaba ebria
—¿Piensas utilizar a la bebé? —preguntó Erick, preocupado.No era una mala persona, no apoyaba la idea de que su jefe utilizará a la bebé, eso sería algo muy bajo y cruel.—Haré lo que sea necesario para seguir en la cima, tengo dinero y poder. ¿Crees que quiero volver a la ruina? Eso jamás.El señor Clark se quedó frío al escuchar las palabras del hombre, utilizar a la bebé, era algo atroz, una madre haría cualquier cosa por su hijo. Pero era una manera muy descarada de mantener controlada a su sobrina, no podía hacer nada para advertirle sobre lo que sucedía a sus espaldas. —Una madre es capaz de cualquier cosa para proteger a su hijo, crees que sea inteligente provocarla.—Tengo suficiente dinero, señor Clark, puedo hacer lo que me venga en gana y eso es lo que quiero. Ella me ocultó su embarazo descaradamente, ahora pagará las consecuencias, de eso me aseguro yo. Gabriela estaba detrás de la puerta, había escuchado todo, estaba furiosa. Pablo era un demonio, no un ser humano,
—Felicidades, Señora Clark, está usted embarazada —hablo la doctora con emoción en su voz. Sofía se quedó sin palabras por unos segundos. Tenía dos años de estar casada con el hombre que ama y por fin había quedado embarazada, la emoción invadía todo su ser. —No puedo creerlo, doctora —exclamo la mujer emocionada —mi esposo estará muy feliz, esto será como un regalo para él, hoy es su cumpleaños. —Bueno, entonces no la atraso más, señora Clark. —Gracias doctora. Sofía salió prácticamente corriendo de la clínica, tenía una mezcla de emociones en su interior, iba a ser mamá, un pequeño ser crecía dentro de ella. Subió a su coche y empezó a conducir, no podía dejar de sonreír, ya no estaría sola, si pequeño la acompañaría a todos lados. Se detuvo por un momento, no sabía cómo darle la noticia a su esposo, continuó avanzando, eso no era tan importante después de todo. Al fin serían una familia de tres, era una lástima que sus padres no estuvieran allí para compartir su felicidad
—Unos hombres intentan asesinarme, estoy aterrada.—Guarde la calma —le responde la mujer del otro lado de la línea —¿dónde se encuentra?Intentó acelerar, pero el conductor del otro auto volvió a golpear su coche y esta vez perdió el control, el coche se precipitó por el barranco, dando vueltas en el aire.En el proceso se golpeó la cabeza, estaba algo mareada, pronto todo quedó en silencio de nuevo, todavía podía moverse, pero el dolor en su cuerpo era espantoso. Lucharía con todo lo que tenía por su vida, no quería morir, no allí, no de esa manera.Salió de las latas retorcidas con mucha dificultad, se arrastró unos metros. Era de noche y hacía demasiado frío, lágrimas gruesas rodaron por su mejilla, rogaba por su vida, quería otra oportunidad, para arreglar todo y cobrar venganza. Escuchó una fuerte explosión cerca de ella, se giró y observó el auto arder en llamas, eso había estado demasiado cerca, todo su cuerpo palpita de dolor.Trató de levantarse del suelo sin éxito, estab
—Al hospital no, él va a matarme — ella agarró la esquina del traje del hombre y murmuró —me quiere muerta. —¿Quién te quiere muerta? —preguntó rápidamente. Darío observó a la mujer perder el conocimiento, eso lo alarmo, se veía muy mal. —¡¿Va a morir?! —el conductor gritó aterrado. —¡Cállate y conduce! El chófer iba a toda velocidad rezando para que la mujer no muriera en el coche, era muy supersticioso, además de miedoso. —Señor, dígame que esa mujer todavía respira. —Sí, date prisa, se ve muy mal. Tomó su celular y llamó a su amigo para que estuviera preparado. Él podría ayudarla, era el mejor médico de la ciudad. El conductor aceleró al máximo, la clínica del señor Carlo estaba cerca, después de unos minutos llegaron al lugar indicado. Darío bajó con la mujer en sus brazos y corrió al interior del lugar donde lo esperaba una enfermera junto a su amigo, colocó a la chica en la camilla y ellos se la llevaron. Tenía sangre en la ropa y casi le hizo vomitar, od
—Maldito asesino, no solo mataste a tu esposa, sino también a tu propio hijo, eres un monstruo.Pablo trató de calmarse, él nunca quiso tener hijos con su esposa, lo único bueno era que ella estaba muerta.—Yo no la maté, ella provocó su muerte. Si sabes lo que te conviene, será mejor que cierres tu maldita boca —le advirtió.Gabriela lo miró como si quisiera matarlo, pero no era rival para Pablo; lo sabía a la perfección.—¿Es una amenaza? —preguntó con sin miedo. —Tómalo, como quieras —respondió el hombre.—Buscaré la verdad, no me importa cuánto tiempo me tomé —le advirtió la joven entre lágrimas.Mientras en el otro lado—Miró las noticias, jefe. Sofía Clark se suicidó, su cuerpo fue descubierto esta mañana por su esposo —habló John mirando al jefe.Darío levantó la vista, en ese momento tenía las respuestas que necesitaba. El cuerpo que estaba en la mansión no era de Sofía; algo realmente oscuro sucedía en ese lugar.—¿Estás seguro de lo que dices?—Su sobrino, dio una conferenc
El anciano tosió de repente, para llamar la atención de sus hijos, no quería ver a los hermanos pelear.Rubén le mostró una sonrisa burlona a su hermano, continuó leyendo el periódico, donde hablaban sobre el nuevo CEO de la ciudad, quien al parecer tenía una fortuna escandalosa.—Esta noche llegará un nuevo CEO a la ciudad, dicen que su fortuna es mucho mayor que la de la familia Clark. Habló Rubén con arrogancia.—Me gustaría conocer a tan distinguido hombre, obviamente mi hijo sería el segundo hombre más rico de la ciudad.—Riqueza que le pertenece a la familia Clark y no a tu hijo, si mal no recuerdo.El hombre le dio una mirada gélida a su hermano, ¿cómo podía hablar de esa manera?—Su esposa se suicidó, él simplemente obtuvo lo que le correspondía, no veo el problema.—Obviamente, tú lo apoyaste para que se casara con ella y pudiera escalar a la cima y de esa manera sacaría a esta familia del hueco donde estaba.—Eres parte de la familia Allen, lo recuerdas —le recordó su herma
En la mansión—¿Cómo pueden estar comiendo tan tranquilos, después de todo lo que ha pasado?—exclamó Gabriela molesta. Nadie parecía prestarle importancia. —Es tu sobrina, papá, deberías de estar preocupado. Ambos sabemos que ella no sería capaz de suicidarse, sé que ese imbécil le hizo daño.Erik se bebió un trago de café y levantó la mirada, su hija estaba sufriendo demasiado por la pérdida de su prima, no aceptaba su muerte.—Será mejor que controles tu boca, Pablo ahora tiene demasiado poder, además Sofía fue muy arrogante. Yo mismo le pedí que no se casara con ese imbécil después de lo que pasó con Patricia, pero ella nunca me escuchó, ahora es su problema.Gabriela golpeó la mesa con fuerza, como su padre podía decir algo como eso.—¿Acaso no te importa que la esté pasando, mal papá? Yo no pienso quedarme de brazos cruzados, no soy una cobarde.El hombre le dio una mirada de disgusto a su hija. Era mejor mantenerse alejados de esa situación, de lo contrario podían terminar en