Se bebió otro sorbo de su bebida para bajar el nudo en su garganta.Darío la quería muerta, eso lo sabía, él se lo había dicho antes de marcharse.—Cómo puedes ser tan malo, me equivoqué y lo admito, pero estoy tratando de arreglar las cosas por el bien de ambos.A Darío no le importaba lo que sucediera con Patricia o su marido.—Te pidió que vinieras, no es verdad, acaso tiene miedo de mí.Patricia estaba allí por sí misma. Después de la decisión del anciano, estaba preocupada por el futuro de ambos.No se sentía segura, no quería volver a ser pobre, se negaba a vivir de la misma manera que al principio.Esperando la limosna de su prima, soñando con hacer tantas cosas y no poder hacerlas, en ese momento vivía una vida de ensueño.—Vine por mi cuenta, él no sabe que estoy aquí. Ya conseguiste que la familia Allen le diera la espalda, no crees que es suficiente, ya cobraste tu venganza.—No tienes idea, tu marido no escapará de lo que le espera y tú tampoco. Será mejor que te marches,
—¿Qué fue eso? —preguntó Andrew mirando a su tío fijamente —no me digas que quieres volver con esa loca. Darío se limpió los labios con el dorso de la mano. Esa mujer tenía el descaro de besarlo, acaso no tenía algo de dignidad.Se había vuelto loca de un pronto a otro, esa no era la mujer orgullosa que él conocía.—No lo sé, se volvió loca y se lanzó sobre mí, fue horrible, me sentí acosado —bromeó. Andrew toma asiento y ordena un trago. —Me hiciste venir aquí, puedo saber de qué se trata. —Pablo planea algo, no sé exactamente lo que es, pero ten cuidado, esto se vuelve cada día más sombrío. Darío sabía a lo que se refería su sobrino: estaban saliendo las verdades a la luz.—Gracias por la advertencia, tendré cuidado. 🌼🌼🌼🌼🌼🌼Sofía abandonó la mansión en horas de la mañana y fue al lugar donde daría su conferencia de prensa. El día y la hora no habían sido revelados para evitar que alguien le hiciera daño a la joven. Estaba algo nerviosa, hablar de lo que había sucedido e
Darío estaba esperando a que Sofía regresará con algo de comer, moría de hambre, había salido sin desayunar esa mañana. Estaba tan preocupado por su esposa que había olvidado todo lo demás. Escuchó la puerta abrirse y asumió que se trataba de ella. —Amor, volviste ya… Cuando levanto la mirada se llevó una sorpresa, Patricia lo miraba con una sonrisa. —Supe lo del accidente, así que vine a verte. Los videos son realmente aterradores. —No debiste venir, no era necesario, estoy aquí gracias al inútil de tu esposo. Será mejor que se cuide la espalda, ahora lárgate. Patricia se acercó y colocó una bolsita en la mesita. Su presencia, hasta cierto punto, le incomodaba al hombre. —Solo pasé a verte, no vas a culparme por las cosas que hace mi marido, no voy a negar que me preocupe, espero que te mejores pronto. La puerta se abrió, la señora Agatha ingresó a la habitación, sus ojos se clavaron en la mujer vestida de rojo en la habitación. —¿Puedo saber qué hace esta mujer a
Después de desayunar y algunas horas en el lugar entre análisis y lo demás, el doctor le dio de alta. La bala había entrado y salido de su cuerpo sin causar daños mayores.Unos cuantos analgésicos y volvería a estar bien.Sofía avanzó al lado de su esposo en silencio, las palabras de Patricia danzaban en su cabeza, no podía dejar de pensar en ello.—¿Estás molesta conmigo?Preguntó deteniéndose y tomando la barbilla de la mujer entre sus manos.—No —respondió en tono cortante.Darío no sabía qué era lo que pasaba con su esposa, luego recordó que Patricia había ido al hospital, era un tonto.Tenía razón de estar molesta, esa mujer no debía de ir al hospital, mucho menos a visitarlo.—Ella solo fue a verme para molestar, no le hagas caso.Sofía se cruzó de brazos, no quería siquiera recordar la foto donde su esposo besaba a esa sinvergüenza.—Quizás ese sea el motivo de su visita o simplemente sigue amándote.Darío se detuvo en seco al escuchar las palabras de su esposa; ella, por el co
¿Cómo se había enterado de que ella había ido al hospital?Estaba nerviosa, pero trató de ocultarlo. Debería de fingir bien o estaría en serios problemas.—Tenía una cita, lo olvidaste.Su marido la miró fijamente, tragó grueso, estaba asustada de que descubrieran su mentira.—¿Olvidas que muchas personas trabajan para mí? Conozco cada uno de tus pasos, mi amor, no puedes engañarme por más que quieras.Patricia se quedó congelada donde estaba, entonces su marido había enviado a sus hombres a seguirla.¿Acaso sabía lo del bar?Se mordió los labios con nerviosismo.—Lo sé, pero no es necesario que me sigas, no soy una niña —replicó fingiendo indignación. Su esposo se acercó a ella y la tomó por la barbilla y depositó un beso en sus labios. —En realidad, me cuesta confiar en ti. Vi cómo engañaste a mi tío hace algunos años, no puedo confiarme, sería estúpido de mi parte. Patricia apretó los puños con fuerza, como se atrevía a dudar de ella después de todos esos años. Ella siempre le
Sofía ingresó al restaurante, observó a su tía ocupando una de las mesas; había llegado unos minutos tarde.Se acercó y tomó asiento, la mujer la miró de pies a cabeza con desprecio.—Piensas que puedes amenazar a mi familia, y hacer lo que te da la gana, simplemente porque estás casada con el imbécil de Darío. —Tranquila, tía, al parecer estás muy molesta y la que debiera de estar enojada soy yo —respondió con tranquilidad —¿Ahora dime qué es lo que pretendes con esta cita?La mujer le mostró una sonrisa y le mostró una fotografía: era de Gabriela almorzando en un restaurante.—¿Qué hay con esa fotografía?—Tienes personas que te importan mucho, no es verdad, puede sucederle algo si continúas fastidiando a mi familia y estoy hablando en serio.Sofía miró a la mujer con preocupación, como podía amenazar con hacerle daño a Gabriela.—También es tu sobrina, como puedes hablar de esa manera, no tienes corazón.—Mira, no me importa lo que tenga que hacer, Sofía, pero quiero que las cosas
El corazón de Sofía latía con fuerza, estaba realmente preocupada, le ordenó al chófer llevarla al hospital. Las cosas se estaban saliendo de control, primero su esposo, ahora su prima.Todo le resultaba realmente complicado, no quería que nadie más terminara herido.El auto se detuvo, se bajó e ingresó al lugar prácticamente corriendo, preguntó por su prima en recepción.La joven le pidió llenar unos documentos, ya que nadie lo había hecho. Anotó los datos de Gabriela.—¿Señorita, quién se hará cargo de los gastos de la paciente?Sofía no podía creer que nadie se hubiera hecho cargo del pago, firmó los documentos, iba a hacerse cargo de todo.La mujer le indicó que debía de esperar en la sala, avanzó por el pasillo, se detuvo abruptamente al observar a su tía, su querida prima y el padre de Gaby en el sitio.El hombre la miró como si quisiera matarla, pero no era su culpa, ella solo quería recuperar lo que le pertenecía.—No pensé que fueras a venir —le reprochó el hombre —. Gracias
Sofía ingresó a la habitación de su prima, tenía el brazo enyesado, algunos golpes, pero al menos estaba bien. Se acercó y la abrazó con fuerza, sentía que todo lo que sucedía era su culpa.—Lo siento, esto es mi culpa, primero Darío, ahora tú, ¿cómo te sientes? Ella la mira y seca sus lágrimas con sus manos, niega con cabeza.—Estoy bien, me duele un poco el cuerpo nada más, sé que no fue un accidente Sofía, pero no es tu culpa, no eres una mala persona, sé que si estuvieras en mi lugar, me apoyarías y eso es lo que estoy haciendo, seré más cuidadosa, pero no voy a permitir que algo como esto te desanime, debes de recuperar lo que es nuestro, no te desvíes del camino.Sofía recostó su cabeza en las piernas de su prima, ella acarició su cabello con cariño.—Tus padres, Patricia y su madre, están afuera, puedes negarte a recibirlos.—No quiero verlos, ninguno de ellos se preocupó por mí cuando Pablo pensaba asesinarme, no entiendo qué hacen aquí.Después de unos minutos, Sofía abando