Capítulo 197 SantiagoAños despuésHelena y yo cumplimos hoy 30 años de casados y dimos una gran fiesta para eso, organizada por nuestros hijos por Julieta, que ya rondaba los 30 años, estaba a unos meses de cumplirlos y por nuestro hermoso Sebastián, que ya estaba yendo a la secundaria. Habíamos tenido una vida maravillosa, juntos, con la familia que formamos, tenemos dos hermosos hijos, dos hermosas nietas y dos hermosos nietos. Mi hija y mi yerno nos dieron esos cuatro nietos hermosos que tanta alegría trajeron a nuestras vidas.–Felicidades a los dos, mamá y papá. Sebastián y yo, les tenemos otro regalo y en este también Jerry nos ayudó.Julieta nos fue a felicitar. Mi hija era una mujer de bien tal y como quisimos siempre Helena y yo que fuera, era ya mi sucesora y aunque yo no he dejado del todo de ir a la empresa, ella es la que se encarga de llevar las riendas de ese lugar al que yo amo tanto.–Muchas gracias, hija. No debieron de molestarse en hacernos otro regalo, ya con e
Capítulo 1Santiago Me encontraba concentrado en unos documentos de un nuevo proyecto de construcción, cuando escuché como se abría la puerta de la oficina, y me preparaba para llamarle la atención a quien fuera, pero me encontré con una mujer llevando en un canguro a un bebé.–Buenas tardes, Santiago, lamento interrumpirte – Entró una atractiva y joven mujer en la oficina – Antes, que digas algo, déjame decirte por qué estoy aquí, es que tenemos que hablar de algo muy importante.– ¿Está usted, loca?, ¿No ve que estoy ocupado? Además, ¿Cómo pudo entrar así? Yo no atiendo a nadie sin cita – Le hice saber – ¿Qué es lo que quiere?La miré de arriba abajo. –He venido a presentarte y a su hija y que podamos hablar. Eso es todo lo que quiero.No podía creer, que esta mujer a la que no recordaba haber visto nunca, ahora me dijera que la bebé que traía cargada en un canguro era mi hija. Es la primera vez que la veo, en ese momento, Alicia, mi asistente entra apurada a mi oficina.–Lo sien
Capítulo 2Santiago Era cierto, que ella es una mujer muy hermosa, de muy buen ver y unos ojos verdes, que me gustaron desde que irrumpió como una tromba en mi oficina, pero no me iba a casar, ni con ella, ni con nadie.–Lo único de todo lo que has dicho y que es lo verdaderamente importante, es que Julieta es mi hija – Declaré – Así que, como mi hija que es, me comprometo a hacerme cargo de ella y a pedir una prueba de ADN para probar mi paternidad y entonces, pelear por la custodia de mi hija. Me puedo encargar de ella solo, no te necesito. –No se trata de que me necesites o no, Santiago – Me rebatió – Simplemente, yo estoy aquí para hacer las cosas bien, por el bien de Julieta y nada más por eso. Yo no me quiero casar tampoco contigo, más si eso se necesita para el bienestar de la niña, lo tendré que hacer.–Que, sacrificada, que hasta me estás conmoviendo Helena. Seguramente, ya te informaste de quién soy y el casarte conmigo, por el bien de una niña, que no es tuya, te viene co
Capítulo 3HelenaEscuché las palabras de Santiago, y el alma me vino al cuerpo, yo ya no quería ningún tipo de discusión y menos si Julieta, estaba empezando a resentir la tensión que se podía palpar entre su padre y yo. –Ahora mismo llamo a mi abogado para que redacte un acuerdo de matrimonio, tengo pensado algunas cláusulas y me imagino que tú también.Por un momento pensé que se iba a retractar, pero no. Había tomado una sabia decisión. Y yo desde luego que tenía mis cláusulas, también debería llamar a mi abogado, no iba a firmar, un acuerdo sin que él viera antes.–Claro que sí, también me voy a poner en contacto con mi abogado, también tengo una lista de ellas.Venía más que preparada, saqué la hoja y se la di, la tomó y enseguida marcó un número, me imagino que será su abogado. Por lo que le mandé un mensaje al mío, él ya también sabía a qué había venido y en cuanto lo vio, me envió la respuesta.–Necesito que me tengas listo un documento de un acuerdo prematrimonial, si lo
Capítulo 4Santiago–Sí, asistiré, adiós.Colgué el teléfono y observé a la “madre” que jugaba con mi hija en el salón mientras me acercaba con un suspiro.–Helena disculpa lo de hace rato y quería decirte que saldremos esta noche, tenemos un evento hoy en la empresa – le anuncié educadamente.–Me parece bien, Santiago. Solo que te aclaro que a dónde vayamos a ir, Julieta viene con nosotros. Yo no la pienso dejar con ninguna niñera y en ningún lado.–Claro, mi hija viene con nosotros. De aquí nos vamos a las ocho.–De acuerdo.Cuando estaba listo, me sorprendí al ver en la sala, a mi hija vestida muy hermosa y a Helena vistiendo muy informal.– ¿Quería ir así? Pensé que sabías qué ponerte.Lleva a mi hija y camina hacia la puerta.–No tienes derecho a interferir en mi forma de vestir.Nos trasladamos con mi chofer a la empresa y en el camino, mi hija me dedicó su primera sonrisa, lo que sin duda me hizo feliz mi noche. Al llegar a la fiesta entré con mi hija en brazos y con Helena ca
Capítulo 5Santiago–Te diré por ahora que me he casado, solamente por mi hija – comenté lo que era verdad – Pero, antes que te hagas ideas erróneas. Ella no es la madre de mi hija, es su tutora. Es todo lo que te puedo decir por ahora.–Esa explicación a mí no me convence de nada Santiago – Alicia hizo aspavientos – No quiero saber más nada de ti, lo nuestro se ha terminado. Adiós.Ella se giró para darme la espalda y se alejó de mí, siendo eso lo menos que yo quería. –Alicia, tú no me puedes dejar así ¿ya no me amas? – Le lancé la interrogante – Sí es así, acepto lo que acabas de decirme.–Claro que te amo, Santiago – sostuvo – Pero, nunca has sido justo conmigo. No me dejas ser modelo, porque tienes celos de todos los hombres que puedan mirarme y tú si te has casado con otra que no soy yo, sin siquiera tener la atención de decírmelo.–Lo siento y te lo explicaré todo mañana en la empresa, te lo prometo. Además de eso, te recompensaré con lo que tú me pidas.–Quiero que me consigas
Capítulo 6HelenaCon la llegada de un nuevo día, Julieta lloraba como todas las mañanas para pedir su biberón y yo con gusto se lo preparaba. De repente, una figura alta se puso delante de mí y me arrebató el biberón.–Yo alimentaré a mi hija con su leche.Vi cómo Santiago susurraba algo en voz baja y luego sacaba torpemente unas cucharadas de leche artificial del bote.Suspiré y reí a carcajadas mientras observaba el ajetreado cuerpo de Santiago.Era evidente que Julieta tampoco se sentía cómoda siendo cargada por su propio padre y no paraba de llorar.–Será mejor que lo haga.Tomé a la pequeña monada de los brazos de Santiago, la acaricié suavemente y luego le llevé el biberón a la boca con delicadeza.De repente siento un calor a mí alrededor y me arden los oídos.–Déjame oler si tienes un aroma especial.Justo cuando sentí que mi corazón latía más rápido y mis mejillas se sonrojaron ligeramente, sonó el teléfono.Al mirar el identificador de llamadas, dejé de sonreír, me aparté
Capítulo 7Helena–Peter, yo quería y aún quiero todo contigo y lo digo de verdad – reconocí – pensé en que formáramos un hogar y una familia juntos con Julieta, pero pudo más mi lealtad a Karla. Quise cumplir lo que le prometí en su lecho de muerte, buscar al padre de su hija y las cosas se dieron demasiado rápido.No iba a permitir que Santiago, iniciara una batalla legal y expusiera a la niña, ella estaba muy pequeña para pasar por un problema que teníamos que resolver los adultos.Santiago no se había puesto a pensar en la salud emocional de Julieta, él solo quería apartarnos y ya estábamos acostumbradas la una a la otra.–Tan rápido que te has casado con él, sin importarte ni mis sentimientos, ni mi corazón, ni el que yo quería darles todo mi amor y protección a Julieta y a ti. Cuanto me arrepiento al haber actuado tan precipitadamente, pero era eso o empezar un proceso que podía durar años. Todo lo había hecho por el bien de mi niña y de seguro lo volvería a hacer si tenía que