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「 ✦SOMOS FAMILIA✦ 」 Los hombres de Santino aprovecharon el momento y avanzaron sobre los soldados de Rocco. Con su jefe muerto, la mayoría se rindió inmediatamente. Los pocos que luchaban o intentaron huir fueron reducidos inmediatamente. Pero a Santino no le preocupaba nadie más que Sophia. Camino en grandes zancadas hacia ella, justo cuando se giró hacia él, sus ojos verdes ahora estaban llenos de libertad. —Santino —murmuró mientras los brazos de su marido la rodeaban. Santino la abrazó con fuerza durante mucho tiempo. —¿Estás bien? —pregunto, consciente de cómo temblaba su cuerpo. —Yo… creo que sí —dijo ella sollozando —Es… es demasiado. —Tranquila —la calmo—Fuiste muy valiente, amore. ―Lo siento, Santino. No podía dejar que nos amenazara más. No a nuestro hijo ―dijo, su voz temblorosa. ―No tienes que disculparte, amore. Hiciste lo que tenías que hacer. Ella se apartó y lo miró entre lágrimas. —¿Me has creído? Santino sacudió la cabeza. —En el fondo, no. ―Yo… —Amor
「 ✦ELLA ESTÁ MUERTA✦ 」 —Nos alegramos de tenerte de vuelta, Santino —dijo Adriano Moretti el jefe del territorio de los Ángeles. Santino le tendió la mano y el otro la estrechó, luego vio cómo se cerraban las puertas del ascensor. Cuando se fue, respiró aliviado. Finalmente, se había restablecido el orden. Las alianzas se habían restablecido. Le llevó casi siete meses poner todo en orden, Rocco había hecho mucho daño en el poco tiempo que estuvo al frente. Santino tuvo que elegir nuevos subjefes y reorganizar la jerarquía de la Bratva. Distribuir negocios y asignar territorios. El interminable trabajo de un líder, así transcurrían sus días ahora. Sin embargo, había tenido ayuda. Alexei había contribuido al proceso y Vadim estaba más que feliz de que su nieta no solo hubiera vuelto a casa, sino que también fuera la principal razón de que las dos familias dejaran atrás los rencores y fueran una sola. En cuanto a los hombres de Rocco, la mayoría eligió el exilio. Algunos renegaron d
「 ✦UNA BOMBA✦ 」 ―Cariño, lo estás haciendo mal ―dijo Sophia mientras miraba a su esposo. Santino tenía el ceño fruncido mientras trabajaba y cuanto más jugueteaba con él, peor se volvía. ―¿Cómo está mal? Es solo una forma de ponérselo ―dijo, inclinando la cabeza hacia un lado y mirándolo― Oh… eso creo… ―Sí, por supuesto ―dijo Sophia entre risas ―Quítaselo y vuelve a intentarlo. Santino suspiró profundamente y acomodó al pequeño Samuel en el cambiador. ―¿Qué diablos es el camino correcto con esto? ¿Dónde están las instrucciones? ―Es un pañal, no una bomba, Santino ―dijo Sophia abrazándolo por detrás ―No hay instrucciones. Pero es posible que debas ser un poco más rápido que eso. Es conocido que los bebés varones suelen… Antes de que Sophia pudiera terminar mi oración, Samuel estaba orinando en la camisa de su padre. Ella se cubrió la boca con su mano para ocultar la sonrisa. Mientras que Santino solo podía esperar a que su pequeño heredero terminara de mojar su camisa.
「 ✦UNA LECCIÓN✦ 」 ―Señor, ya casi tenemos a los que nos robaron, Rodrik y sus hombres irán por ellos esta noche ―informó André. Santino estaba sentado detrás de su escritorio, en el club. Hacía meses que había cambiado el trato de armas, por clubes de apuestas, daban las mismas ganancias, pero no dejaba de ser peligroso. Estaban quienes querían verle la cara y planeaban irse con su dinero. ―Bien ―dijo poniéndose de pie y cerrando su chaqueta ―voy a estar allí, dile a Marcos que prepare el auto, quiero ver sus caras. Apenas había dado unos pasos cuando sonó su celular. ―Sí, amore. ―Ah, señor D’ Luca. ¿Qué suerte tengo de ser agraciada con tu voz? ―bromeó. Santino no pudo evitar sonreír. ―¿Me llamaste solo para burlarte? ―preguntó. ―No, solo tenía una pequeña pregunta para ti. ―¿Qué es? ―Bueno ―ella dudó un poco ―Aquí hay una botella fría de vino tinto, una deliciosa cena en la mesa y una esposa excitada esperándote en casa. ¿Alguna razón en particular por la que no está
「 ✦UN MAFIOSO ENOJADO✦ 」―Está hecho, señora ―el guardaespaldas guardó el teléfono en su bolsillo. Sophia sonrió y tomó un sorbo de whisky.―En una escala del uno al diez, ¿qué tan enojado estaba? ―Muy enojado, señora ―el tipo frunció levemente el ceño ―Puede que desee tener cuidado, nunca lo había escuchado tan cabreado.―Bien, puedes irte.―Pero señora…―No te preocupes, Santino es el menor de mis problemas. ― ¿Seguro estará bien?―Sí. No creo que le haga nada públicamente a su esposa ―respondió Sophia tomando otro trago. Gracias por la ayuda. El hombre le dio un leve asentimiento antes de irse.Sophia sabía que ella y Santino tendrían algún tipo de discusión sobre sus payasadas y que luego terminaría teniendo sexo enojado y alucinante. Echó su cabello sobre su hombro y se acercó al espejo y sacó su lápiz labial. De repente, un fuerte golpe sonó en la puerta. Sophia sonrió y acomodó su vestido. ―¡Sophia! ¡Abre esta puta puerta! —Santino gritó, dejando golpes furiosos. En el
「 ✦UNA RECONCILIACIÓN ARDIENTE✦ 」 Santino se unió a Sophia en la cama, tomándola entre sus brazos mientras la besaba profundamente. La ira se había apagado dentro de él y sabía que tenía un largo camino por delante y asegurarse de que ella fuera feliz. Había un montón de cosas que tenía que hacer en cuanto a trabajo, pero eso era algo en lo que se concentraría cuando llegara el momento. Él quería, o mejor dicho, necesitaba, quedarse en ese momento con ella. Después de perder a tantas personas importantes en su vida, Santino no quería perderla. Ya había experimentado lo que se sentía vivir sin ella, y realmente pensó que nunca tendría otra oportunidad de amar después de lo de Kiara, pero lo había conseguido de nuevo con Sophia. Ella lo había hecho sentir vivo de nuevo, ella le había dado un hijo. Y ella se había convertido en la reina de su imperio y nada ni nadie debía ser más importante que ellos. Las uñas de Sophia rozaron ligeramente su espalda y un gemido escapó de sus labios
Alexei Antonov, nunca estuvo dispuesto a enamorarse, su corazón frío y desinteresado se mantuvo así, hasta que conoció a Tatiana Petrova, la mujer que se convertiría en su esposa. Pero ella resultó ser una traidora, infiel y además huyó dejándolo con el corazón destrozado. Por lo que Alexei se prometió que si un día la encontraba de nuevo, le haría pagar uno a uno sus errores. Después de todo un hombre de su nivel, no se permite debilidades. Sin embargo, cuando ella está nuevamente en su radar y muy cerca, Alexei se encuentra dudando de sus antiguos planes, porque esta vez está dispuesto a castigarla, pero no físicamente, sino en la cama, está deseando mostrarle todo lo que es capaz de hacer. Tatiana Petrova se enamoró de él a primera vista, incluso cuando no era nada más que una chiquilla. Pero la crueldad de su mundo la obliga a hacer un sacrificio por alguien a quien considero la amaba, y a cambio lo que recibió fue traición. Después de un matrimonio frío e indiferente, Tatiana
CORAZONES ROTOS Años atrás… ―Cuñado, ¡tengo que hablar contigo! Alexei alzó la cabeza de los papeles y miró a su futura cuñada delante de él. ―¿Qué pasa, Natasha? ¿Por qué traes esa cara? La mujer que tenía un gran parecido con su hermana, ambas tenían el cabello negro, los ojos verdes y los labios regordetes. Sin embargo, había algo que las diferenciaba, solo una había conquistado el corazón de Alexei. La mujer apretó las manos y se mordió los labios, fingiendo una timidez que no sentía. ―Bueno, esto es difícil de decir… Alexei frunció las cejas y se puso de pie. ―Sabes que puedes decirme lo que sea, pronto seremos familia y es mi deber velar por ti y tu hermana. ―Bueno… Natasha dio un paso adelante y le dio una mirada cargada de complicación ―Es precisamente de mi hermana, de quien quiero hablarte. ―¿Tatiana? ―Sí, tú… ―Natasha volvió a bajar la mirada y una sonrisa malvada se formó en sus labios, pero esa sonrisa pasó desapercibida para Alexei ―… Tú no mereces lo que ella