Jajajaja, no la tiene fácil Alexei. XOXO
「 ✦¿HASTA DÓNDE LLEGA TU LEALTAD? ✦ 」En la habitación, Sophia atendía las heridas de Santino; sin embargo, estaba molesta por el altercado que había tenido con Artem. Mientras limpiaba con cuidado, Santino no pudo evitar reírse y comentar.―Deberías haber visto cómo Artem se tambaleaba después de mis golpes. Parecía que estaba bailando.Sophia apretó los labios, visiblemente frustrada, y presionó con demasiada fuerza una herida, sacándole un “¡Auch!”, a su marido.―Esto no es un juego, Santino. ¿Qué necesidad había de llegar a los golpes? ¿No podías haber hablado como dos personas civilizadas?Santino, tratando de aligerar el momento, acarició las caderas de Sophia y luego deslizó sus manos hasta su vientre, acariciándolo suavemente.―Escucha, pequeño, tu mamá es la gruñona más hermosa del mundo. Pero no te preocupes, juntos aprenderemos a manejarla.Esto logró arrancarle una carcajada a Sophia, y luego ella terminó de limpiar sus heridas.―Por favor, no causes más problemas mientra
「 ✦CITA PRENATAL✦ 」Dos días después, Santino se encontraba en el estudio de Alexei, el aire entre ellos era frío y distante, marcado por una tregua más que por una verdadera alianza.―¿Alguna novedad sobre Rocco? ―la pregunta de Alexei salió cortante, sus pequeñas reservas sobre confiar en Santino aún latentes.Santino, con su postura relajada que contrastaba con la tensión del momento, miró a Alexei antes de responder.―Rocco ha estado moviéndose y…― Pero ¿qué esperabas? ―interrumpió Alexei con una mueca ―El hombre es una serpiente.La incomodidad de Santino era palpable, pero la desesperación lo empujó a hablar.―André me ha dicho algo… Rocco se ha hecho con el control total de mi organización. Está corrompiendo a mis hombres, robando mis territorios. Me ha apuñalado por la espalda. ―su voz, aunque contenida, destilaba una mezcla de ira y traición.Alexei arqueó una ceja y sonrió.―Interesante. Rocco piensa que puede desestabilizarnos. Pero ahora que estamos en la misma página, ha
「 ✦A TU ALREDEDOR✦ 」 Sophia y Tatiana llegaron al hospital, donde fueron recibidas por las enfermeras con una eficiencia que tranquilizó a Sophia. ―Serán atendidas por el médico, de inmediato ―les informó con una sonrisa. Sophia correspondió el gesto y se sentó junto a Tatiana, ambas envueltas en una burbuja de anticipación y nerviosismo. Mientras tanto, a una distancia considerable, un hombre las observaba atentamente, su mirada era fija, evaluando cada movimiento. Sacó un teléfono móvil y marcó un número rápidamente. ―La tengo en la mira ―dijo el hombre con voz baja y controlada. ―Pero no está sola, está acompañada por otra mujer. Del otro lado de la línea, una voz curiosa preguntó. ―¿Quién es ella? Envía una fotografía. El hombre tomó una fotografía discreta y la envió. Hubo un breve silencio antes de que se escuchara una carcajada desde el otro lado. ―Vaya, vaya, parece que es nuestro día de suerte ―bromeó la voz, reconociendo a Tatiana en la foto. ―Esa es la esposa de Alex
「 ✦ESCAPE✦ 」En el tenso silencio del consultorio, con el caos resonando más allá de sus paredes, Santino fijó su mirada penetrante en el médico, cuyo nerviosismo se había vuelto palpable. La atmósfera cargada de tensión apenas disimulaba la sospecha que crecía en el aire.―Sabes algo que no estás diciendo ―la voz de Santino era baja y peligrosa.El médico, tragando saliva, evitó la mirada de Santino. La presión del momento era abrumadora, y finalmente, las palabras comenzaron a fluir, entrecortadas por el miedo.―No… no fue mi intención. Pero ellos… ¡Ellos me obligaron, me dijeron que si no cooperaba…!Santino avanzó un paso, su presencia imponente fue más que suficiente para hacer que el médico se detuviera.―Eres una asquerosa rata ―dijo, su voz fría como el hielo ―Y eso no tiene perdón.Santino se volvió hacia ellas, su expresión suavizándose apenas un segundo antes de volver a endurecerse, preparado para actuar.―No se preocupen, estarán seguras ―aseguró ―Nadie les hará daño mien
「 ✦ESCAPE (II)✦ 」La brisa acariciaba sus rostros mientras Santino y Sophia lograban salir del hospital, el caos quedando atrás, pero una sensación de incompletitud pesaba en el aire. Sophia, con el corazón latiendo aceleradamente, giró su cabeza buscando una figura familiar que no estaba a su lado.―¿Dónde está Tatiana? ―pregunto con la voz cargada de pánico y confusión.Santino, cuya mente había estado enfocada en llevar a Sophia a un lugar seguro, se detuvo en seco, escaneando el área. La ausencia de Tatiana se hizo evidente y la realidad de su futuro fue cruda.―Debe haber sido atrapada por los hombres de Rocco ―murmuró, su mandíbula, tensándose ante la idea.Sophia, impulsada por el miedo y la lealtad, se giró hacia su esposa.―¡No podemos dejarla! Tenemos que regresar.Pero Santino, negó con la cabeza firmemente.―No podemos hacerlo, Sophia. Mi deber es mantenerte a ti a salvo.Las palabras de Santino golpearon a Sophia como un puñetazo en el estómago.―Pero si Rocco la tiene, s
「 ✦ESCAPE (III)✦ 」 Tatiana corrió sin parar, sus pies golpeando el pavimento con una urgencia que resonaba con cada latido de su corazón. Los autos y los edificios parecían cerrarse a su alrededor, pero no podía detenerse, no ahora que había tomado la decisión más importante de su vida: escapar de Alexei. La indiferencia y el desdén con los que Alexei la había tratado eran como cadenas invisibles que la habían mantenido prisionera. Pero en ese momento, con el hospital desapareciendo detrás de ella, Tatiana se sintió más libre de lo que había estado en años. No podía, no quería seguir viviendo bajo el yugo de Alexei, soportando su indiferencia y su control. Tenía que alejarse, no solo de él, sino también de su familia, de su padre, de todos los que habían contribuido a su sufrimiento. Con el corazón palpitando en su pecho y el miedo nublando su mente, detuvo un taxi. ―Por favor, llévame al aeropuerto ―suplicó, su voz temblorosa pero decidida. El conductor, sorprendido por la urgenc
「 ✦UN LUGAR PARA LOS DOS✦ 」El cielo se tiñó de gris y plateado, interrumpidos sólo por pequeños parches de nubes blancas, manchadas por los últimos rayos de sol que se ocultan en el horizonte. Las escarpadas formaciones rocosas del desierto y los cactus erizados se entrelazan con el paisaje, creando una escena primitiva y completamente vacía. Sophia, sentada un poco más erguida, asimilaba el entorno con la misma intensidad que Santino.Encontrando una zona despejada, él aparcó el vehículo. La ausencia de cobertura celular enfatizaba su aislamiento, permitiéndoles observar el cielo sin distracciones. Una gruesa luna creciente dominaba el firmamento, siendo la única fuente de luz en la oscuridad que los rodeaba.Tan pronto como el vehículo se detuvo, Sophia salió y se dirigió hacia uno de los árboles cercanos, con los brazos enrollados alrededor de su cuerpo, como si intentara mantenerse entera. Santino la observó desde la distancia, lleno de incertidumbre sobre qué tan a salvo estaría
「 ✦¿LA AMASTE?✦ 」Sophia abrió lentamente los ojos y se encontró con el abrazo de Santino, pero ahora no estaban en el maletero del auto, sino en una cálida cama. Ella buscó su mirada y lo vio dormido, sonrió y acarició su áspera mejilla con suavidad.De repente Santino abrió los ojos y le regaló una sonrisa.―¿No te han dicho que es de mala educación mirar fijamente cuando uno duerme?Sophia sonrió.―No cuenta cuando se trata de su marido, y que además es tu culpa por ser tan guapo.Santino se inclinó hacia ella y le robó un beso.―¿Ya estás más calmada? ―le preguntó con dulzura.―Sí, creo que fue un momento de ansiedad, pero estoy calmada. ―Él la atrajo a sus brazos y suspiró. ―Te prometo que haré todo para protegerte, amore. Incluso si tengo que morir por ti, lo haré sin pensarlo.―¡Oye, no digas eso! Nuestro bebé te necesita. ―Sophia lo abrazó más fuerte y susurró. ―Vamos a salir de todo, estoy segura, solo tenemos que enfrentar a Rocco con fuerza.Santino sonrió un poco y se perd