「 ✦EL NO PUEDE SATISFACERTE (II)✦ 」 Cuando la camioneta se detuvo en uno de los galpones secretos de la mansión, Santino no se molestó en seguir con su papel. Las puertas se abrieron y los dos hombres fueron arrastrados adentro. Los reconoció de inmediato, trabajaban para su padre. Soltó un chasquido y metió las manos en los bolsillos de sus pantalones. ―Fue un error. Nosotros solo… ―dijo uno de los hombres, temblando. ―Bueno… ―Santino se paseó frente a ellos, las piedras crujieron debajo de sus elegantes zapatos de vestir. ―Escuché que han estado robándome. ―No, por favor, señor ―suplicó uno de ellos, levantando las manos frente a él. ―¡Cierra la boca! ―le gritó el otro. ―No. ―El hombre asustado se volvió hacia el otro. ―¡Todo fue idea tuya! Te dije que no intentáramos traicionarlo. ―Soplón ―escupió el otro, tratando de acercarse a él, pero Andre lo detuvo. Fue entonces cuando Santino decidió matar dos pájaros de un tiro. Podría sacar su frustración mientras les mostraba a lo
「 ✦LEJOS DE ELLA✦ 」 El silencio se apoderó del jardín mientras Santino avanzaba hacia ellos, su expresión era una mezcla de ira y desconcierto. Sophia intentó recomponerse, su respiración aún entrecortada por el miedo y el esfuerzo. ―Santino… él intentó… ―Vuelve a la fiesta, yo me ocuparé de esto ―ordenó sin quitarle la mirada a Damiano. ―Pero… déjame explicarte, e… ―No me hagas repetirlo dos veces, Sophia ―dijo esta vez mirándola. Sophia asintió, incapaz de encontrar las palabras adecuadas. Y mientras se alejaba, no pudo evitar sentir un escalofrío recorriendo su espina dorsal. Una vez que se fue, Santino se acercó a Damiano con una amenaza velada en su mirada. ―Te lo advierto, mantente alejado de mi mujer― le ordenó con una promesa de violencia. Damiano, aún adolorido por el golpe previo, se burló con desdén de la advertencia. ―¿Tu mujer? Vamos, Santino, mírate. Eres un lisiado, una sombra de lo que fuiste. Un monstruo desfigurado ―escupió con veneno en cada palabra. ―Pron
「 ✦PERFECTA PARA MI HIJO✦ 」Mientras tanto, Sophia caminaba apresurada hacia las escaleras cuando fue interceptada por Vivian, quien observó su cara pálida y supuso que su plan con Damiano había tenido éxito. Internamente, sonrió.―Oh, querida, te ves tan pálida. ¿Estás bien? ―pregunto con una voz cargada de una preocupación tan fingida que casi podía verse la falsedad flotando en el aire.Sophia, sin embargo, no era estúpida y podía ver a kilómetros la hipocresía en la mujer. Y no estaba de ánimo para ponerla en su lugar; lo único que quería era subir a su habitación y calmarse. Iba a dar un paso cuando Vivian la agarró del brazo, enterrando sus uñas en su carne.―Realmente, querida, deberías aprender cuándo eres invisible ―siseó Vivian con desprecio, creyendo que Sophia pretendía ignorarla.Sophia siseó leve y rápidamente sujetó la mano de Vivian con fuerza, apretándola hasta el punto de que ella gimió.―No te equivoques, Vivian, y mucho menos me subestimes. Mantente lejos de mí. No
「 ✦DELICIOSA ADVERTENCIA✦ 」Santino, con voz baja y cargada de deseo, susurró cerca del oído de Sophia.―Eres una jodida tentación.Sophia contuvo la respiración, perdida en el azul profundo de los ojos de Santino. Sus alientos cálidos se mezclaron poco a poco y ella no hizo nada para apartarse; por alguna razón, esto no le parecía incorrecto. Alargando la mano, Santino movió el largo mechón de cabello que había caído sobre su cara y, sin pensarlo, la sujetó por la nuca, inclinándose más hacia ella y dejando un beso en su delicado y esbelto cuello, logrando que un jadeo bajo escapara de los labios de Sophia.Con la otra mano encontró la abertura de su bata, y escuchó la aguda respiración de ella cuando comenzó a deslizar su mano por su muslo desnudo. Sophia no dijo nada, y, en cambio, cerró los ojos disfrutando de su toque, sintiendo cómo su cuerpo reaccionaba extrañamente a este hombre del cual no sabía nada, pero del cual quería saberlo todo.Santino bajó su mano nuevamente y esta v
「 ✦UN ERROR✦ 」 Santino tuvo que contener una maldición, Sophia no tenía ni idea de lo mucho que le estaba costando mantenerse al margen. —Amore, me lo estás poniendo muy difícil y de verdad quiero ser bueno. Ella se estremeció cuando escucho su seductora voz en su oído. Movió sus caderas sobre sus piernas y su trasero se frotó contra la larga y dura polla debajo de los pantalones. —Me siento loca. No debería desearte, pero te deseo. ―ella susurró casi sobre sus labios, puede que después desee tirarse por un acantilado, pero mientras iba a llegar hasta el final de lo que en ese momento estaba viviendo. Santino no contuvo el gemido doloroso, y paso la nariz por el lateral de su cuello e inhalo. —No sabes lo que es la desesperación, amore. Apenas puedo ser el mismo desde que te conocí. Si pudieras ver dentro de mi cabeza ahora mismo, entenderías la desesperación que siento. Sophia movió el culo de un lado a otro contra su erección. —Tal vez tu desesperación se iría si haces lo que
「 ✦DESAYUNANDO INDIFERENCIA.✦ 」 ―¡Eres un estúpido! Rocco, con un movimiento rápido y lleno de ira, abofeteó a su hijo causando que su labio comenzara a sangrar. Damiano, mirando fijamente a su padre, le respondió con una mezcla de ira e impotencia en su voz. ―Ya no soy un niño, así que no atrevas a volver a pegarme o te juro que olvidaré que me diste la vida. Rocco, sin mostrar remordimiento por su acción, se burló. ―Entonces comienza a comportarte como tal y mantén tus hormonas bajo control ―le espetó con sarcasmo. Se giró y camino hacia el gran ventanal que le daba una vista a la ciudad. ―No permitiré que eches a perder mis planes solo porque quieres meter a tu cama a la esposa de Santino. Damiano, con los labios apretados y recordando la patada de Sophia, sintió cómo su ira e interés por ella crecían. La determinación por hacerla suya lo hizo estar aún más decidido a doblegarla. Rocco se giró nuevamente hacia Damiano y le espeto a su hijo con ira contenida. ―Santino tuvo el
「 ✦YA TENGO A ALGUIEN EN MI CORAZON✦ 」 Sophia levantó la vista de su plato, encontrándose con la mirada furiosa de Santino. Con una calma que desmentía el torbellino de emociones en su interior, ella se limpió delicadamente la boca con la servilleta antes de responder. ―Si te sientes identificado por comentarios hechos, tal vez deberías preguntarte por qué ―dijo con un tono frío y desapegado. ―La indiferencia no es más que una respuesta a acciones que no merecen otra cosa. Santino, sintiéndose aún más provocado por su respuesta, golpeó la mesa con la palma de su mano, haciendo que los utensilios temblaran. ―¿Vas a comportarte así a partir de ahora? ¿Crees que esto es divertido? ¿Crees que puedes tratarme como si fuera un extraño en mi propia casa? Ella lo miró fijamente, sin inmutarse por su enojo. ―Quizás si te comportaras más como el hombre que deberías ser, no estaríamos en esta situación. ―Sophia, volvió a clavar la vista de su plato, respondió con frialdad ―Además, nuestro a
「 ✦TRAERLA DE VUELTA✦ 」Al llegar al hospital, Sophia salió del coche casi tropezando en su prisa, su corazón latiendo descontroladamente. La idea de que podría ser demasiado tarde la aterrorizaba más de lo que podía soportar. En ese momento de vulnerabilidad, Sophia deseaba tener a alguien a su lado, alguien que pudiera ofrecerle consuelo. La figura de Santino cruzó por su mente, pero lo apartó rápidamente; ahora no era el momento para pensar en complicaciones sentimentales. Lo único que importaba era llegar al lado de su madre y aferrarse a la esperanza de que aún había tiempo. Sin embargo, la verdad era que aún no estaba preparada para verla partir; en realidad, nunca lo estaría.―Mamá, por favor… ―murmuró mientras corría hacia la entrada del hospital ―no te vayas… no te vayas…Apenas cruzó las puertas de vidrio del hospital, marcó el ascensor hacia el piso donde se encontraba su madre.―Lo siento, señorita, este está dañado.―¿Dañado? ― Ella miró al hombre vestido con ropa de hospi