XOXO
¿MI HIJO? —Avion, maman —balbuceó el pequeño Misha cuando vio el jet privado de Alexei. Tatiana respiró profundamente, resignada. —Sí, avión, cielo —le dijo a su pequeño, pero se tensó tan pronto sintió la mano de Alexei en la parte baja de su espalda y empujándola hacia las escaleras. Sin girarse le apartó la mano de un manotazo —No es necesario, gracias. Alexei le regaló otra de sus sonrisas arrogantes y se alzó de hombros. ―Solo estaba siendo un buen anfitrión. ―Pues ahórratelo, no hace falta. Tatiana subió las escaleras y Alexei no disimuló el escaneo a su trasero que se apretaba debajo de la tela de su pantalón. Su polla palpitó al instante, estaba listo para abalanzarse sobre ella. Años de masturbación con solo imágenes mentales de su esposa para ayudarse a encontrar la liberación finalmente podrían llegar a su fin. Pero sospechaba que ese regreso a casa iba a ser más difícil de lo que imaginaba. En cuanto entró en la cabina, la azafata se aproximó. —Hola, Sr. Anton
SOLO CON TUS RECUERDOS. Tatiana sintió la mirada penetrante de Alexei durante todo el viaje, era como si intentara descifrar sus pensamientos más profundos. Al aterrizar en Chicago, dos autos negros los esperaban, rodeados por un grupo de hombres que parecían estar allí para protegerlos. Amelie, impresionada por la escena, no pudo evitar comentar. ―Cielos, tu esposo es… ¿Algo importante, verdad? Tatiana, con una mezcla de resignación y molestia, respondió. ―Créeme, tener a estos tipos siguiéndote a todas partes no es tan agradable como parece. Pronto empezarás a extrañar tu vida anterior. Mientras acomodaba a Misha en su hombro, se dirigió hacia uno de los vehículos, pero Alexei la detuvo suavemente. ―No, моя любовь (mi amor), tú irás conmigo. ―¿Perdón? No dejaré a Amelie sola con tu equipo de 'hombres de negro'. Se pondrá nerviosa. Además, no tengo intención de pasar más tiempo contigo, Alexei. Él apretó los dientes y tomó una profunda respiración, claramente luchando por mant
ROBAR UN TESTAMENTO Alexei no se perdía ni una sola de las expresiones que cruzaban el rostro de Tatiana. Aunque en su corazón no necesitaba ninguna prueba para saber que Misha era su hijo, había decidido realizarla de todas formas. No quería dejarle a Tatiana la oportunidad de refutar la paternidad. —Hola, señor Antonov —la voz de Tatiana tembló al saludarlo. —Oh, cariño, ¿cómo qué señor Antonov? Siempre he sido papá Vadim, ¿de acuerdo? —Vadim respondió con un tono bastante cálido. Ella le ofreció una suave sonrisa y asintió con la cabeza. Alexei siempre había querido a su abuelo, Vadim era todo lo que le quedaba después de Sophia. Pero en ese momento, sintió una punzada de celos y envidia por la sonrisa que Tatiana le dedicaba a su abuelo. Justo entonces, Misha volvió a despertar y llamó a su madre. —Oh, este pequeño hombrecito ya está despierto —dijo Vadim, su mirada llena de ternura al posarse en el niño. Extendió su mano y acarició suavemente sus regordetas mejillas —. Hace
DESAYUNANDO CON EL ABUELOA la mañana siguiente, Alexei se despertó en paz por primera vez desde hace tres años. A pesar de que Tatiana no estaba en la misma habitación con él, al menos estaba en casa. Aunque planeaba cambiar ese hecho en cuanto pudiera. Tomó el teléfono en la mesita de noche y comprobó las cámaras en la habitación que les había designado. Se encontró con la figura de Tatiana dormida, su cabello negro desparramado sobre la almohada. Por un instante, Alexei se imaginó metiendo sus dedos entre ellos y sintiendo su suavidad. Su cuerpo se calentó de solo pensarlo. ―Любовь (amor), no sé cuánto tiempo pueda seguir conteniendo las ganas de abalanzarme sobre ti. Será mejor que me des una oportunidad, o voy a tener que usar todas mis tácticas de seducción.Luego buscó a Misha y no lo encontró. Sus ojos se entrecerraron y buscó de nuevo, con el corazón acelerado. Se puso de pie y se vistió rápidamente; el niño no estaba en la habitación. Sin perder un segundo, Alexei salió de
AYUDANTE DE PISCINA. ―No se supone que ibas a hablar con Alexei ―preguntó Amelie a Tatiana, que buscaba algo en su maleta. ―No, no voy a ir. Porque sé de lo que vamos a hablar y me niego a volver a ser la misma tonta del pasado. Así que puede esperar sentado, porque yo voy a relajarme en la piscina ―respondió Tatiana mientras dejaba salir su frustración. Amelie la miró estupefacta. ―Ok, ¿y ese cambio? No estabas así esta mañana. ―Nada, no te preocupes. ¿Vas conmigo? No todos los días se tiene una vista en primer plano de Chicago ―dijo Tatiana, intentando cambiar el tema y aligerar el ambiente. Amelie suspiró y se puso de pie para ir por su traje de baño. ―Está bien, te acompaño. Pero quiero saber qué es lo que te tiene tan enojada. Después de que Alexei se fuera por el café, Tatiana decidió ir a cambiarse y luego bajó con la intención de encontrarse con él. Mientras se acercaba al estudio, risas femeninas captaron su atención. Con el corazón latiendo más rápido de lo normal, se
¿TIENES MIEDO? Cuando Tatiana sintió la mano áspera y masculina de Alexei en su espalda, de inmediato se tensó y su cuerpo reaccionó a su cercanía, y ella se odiaba por eso. Lo que había visto en el estudio le confirmaba que su exmarido seguía siendo un imbécil. Que solo fingía que ella le importaba y nada más la trajo de vuelta para tenerla bajo su control. Ella no se lo permitiría nuevamente. Por otro lado, Alexei estaba haciendo todo lo posible por calmarse, después de años de agonía y sobrevivir a base de sus recuerdos, finalmente la estaba tocando y él podía sentir esa conexión entre ellos, desde que la encontró había estado deseando hacerlo. Se dijo que tomaría más de ella, que se acabaría su negativa, porque esa noche ella estaría en su cama. ―Recuerda esto, lyubov’ (amor) no eres un espectáculo para el disfrute de mis hombres. Eres mía, exclusivamente mía, y si no quieres llevar sobre tu conciencia sus muertes, será mejor que cubras ese delicioso cuerpo que tienes, ¿entend
NO PUEDES NEGAR LA VERDAD Tatiana se quedó perpleja cuando escuchó a Alexei decir “mi hijo”. ―¿Qué? Ella intentó balbucear una respuesta, pero Alexei le cortó de inmediato. ―Y no intentes negarlo. No puedes negar la verdad. Se apartó de ella y fue al escritorio para tomar la prueba de paternidad. Tatiana miró la hoja con nervios y luego se puso furiosa. ―¡¿Cómo te atreves?! ―gritó. ―Me atrevo porque no iba a dejar que me engañaras, Tatiana. Ese niño tiene mucho de mí; no hacía falta esto. Pero quería ver tu cara cuando no tuvieras cómo refutar ―replicó Alexei. El miedo se apoderó de ella y se abalanzó hacia él. ―¡No tenías ningún derecho! ¡No lo tenías! ―gritó mientras golpeaba su pecho. Alexei sostuvo sus manos y la obligó a mirarlo. ―Sabes que sí. Misha lleva mi sangre; él tiene que estar a mi lado. Pero Tatiana negó mientras las lágrimas comenzaban a brotar. ―No voy a dejar que lo metas en este mundo. No voy a permitir… Alexei sostuvo su mandíbula y dijo con firmeza.
SE LO QUE ESTABAN HACIENDO ―¿Acaso han decidido que el estudio es el nuevo ring para resolver diferencias? Si es así, avísenme para traer las apuestas ―bromeó el abuelo desde el otro lado de la puerta, con un tono que, aunque divertido, llevaba un aire de reproche. Tanto Alexei como Tatiana se quedaron fríos, sin embargo, la vergüenza se apoderó de Tatiana. Alexei, intentando mantener la compostura, respondió. ―Abuelo… estamos discutiendo asuntos importantes, ¿qué pasa? El viejo Vadim resopló y replicó. ―Pues bien, tal vez deberías sugerirle a Tatiana que modere el volumen de esos ‘asuntos importantes’. La acústica de esta casa es excelente; se oía todo hasta en la sala. Y en cuanto terminen, necesito hablar contigo. La cara de Tatiana se tiñó de un rojo intenso, y apartó a Alexei de un empujón. Lo miró con una mezcla de vergüenza y enfado, y le susurro. ―¡Idiota! Alexei, que simplemente sonreía, le dijo una vez más al abuelo. ―Está bien, saldremos en un momento ―luego miró a