Después de huir casi despavorido del lado de esa hermosa chica y devanarme los sesos en el camino tratando de descubrir por que reaccioné de ese modo, llego a la empresa y subo a mi oficina sin detenerme en ningun piso ya que estoy bastante retrasado.
Mi nombre es Napoleón McCarthy, tengo treinta y seis años de edad y aún vivo en Phoenix con mis padres ¡sí! Soy un consentido pero, he pasado por mucho. Hoy quiero compartir mi historia con ustedes... Phoenix, 1984. Quince años antes, en la fiesta... Tres meses después....Estoy en el penúltimo año de carrera y faltan quince días para culminar las clases, después de la fantástica noche que pasé con la chica de mis sueños; no es que sea mi novia ni nada pero, nos hemos visto en ocasiones, por lo demás ahora soy popular porque ella así lo quiere. La puerta se abrió y yo temblé, todo mi cuerpo hormigueaba y eso, no era buena señal porque de comenzar a zumbarme los oídos caería en una crisis de pánico; algo que pensé había superado... pero, me sentía igual ya me falta el aire y tenía las manos sudorosas. De pronto un aroma conocido llamó mi atención y caí al piso tumbado por un par de huracanes que me sacaron de mi estado de casi pánico, mis hermanos menores gritaban mi nombre: CAPÍTULO 1. EL COMIENZO
CAPÍTULO 2. EL ERROR Y LAS CONFESIONES
CAPÍTULO 3. EL SHOW
Eran las seis de la tarde y estábamos todos en el recibidor sentados. Siempre me ha gustado esta parte de la casa, todo el tiempo le he dicho a papá que al tener mi casa haré una pieza como esta... ¡es hermosa! El piso es de madera muy pulida, es espaciosa y alta como todos los espacios en la mansión ¡si, bueno! Olvidé ese pequeño detalle: mi padre es multimillonario, y nosotros somos sus herederos. Vivimos en una villa cerrada al norte de Phoenix, es decir; en realidad es una mansión súper hermosa con piscina y cancha de tenis, futbol y unos jardines que mi nana Reyna quiere dormir allí.
El sábado a las ocho de la mañana, un grito desgarrador casi rompió mis oídos, ya que la cabeza iba a reventar por si sola de la resaca que tenia. ¡Mierdaaaa que doloooorrr!¿Dónde estoy?Es una cama enorme, y no me puedo mover porque hay alguien sobre mi y te
Una semana después... Estoy en Manhattan, con un montón de trabajo que no había visto nunca pero aún así lo conocía. Mi padre desde pequeño siempre me traía en los veranos (a trabajar) con él, me decía siempre que yo sería su sucesor: pero ahora las circunstancias me obligan porque prácticamente tengo
Vamos en el avión privado de la corporación hacia Phoenix, ninguno cruzó palabra en el camino. Con la discusión del día anterior creo que no soy su personaje favorito. Es muy soberbia. En fin, nos casamos en unos días y ella ni siquiera me quiere mirar; no es que yo sea muy delicado pero los últimos acontecimientos me asustan. Estaba dormitando y se veía hermosa, estoy enamorado de ella definitivamente. — ¡Amor, amor despierta que ya llegamos! - se estiró con los brazos hacia arriba y la blusa se le pegó a los pechos, alzándose hasta