Dante A“¿Estás seguro de que no te siguieron? pregunto mientras inspecciono el lugar y empiezo a trazar en mi mente ángulos y vías de ataque.Gennady niega con la cabeza ferozmente. “No. Maldita sea, no. Tomé el subterráneo y dos taxis hasta un lugar de alquiler de autos al otro lado de la ciudad. Dejé mi teléfono en casa y usé uno desechable. No hay forma de que Zotov me haya rastreado. De ninguna puta manera”.“Bueno, alguien lo hizo”.Dos hombres más se han bajado del SUV ahora. El del lado del pasajero es alto y delgado con mejillas demacradas y clavículas hundidas. Parece que se está marchitando. Su ropa es lo suficientemente ajustada como para que pueda ver el bulto del arma en su cadera.El tipo de atrás, por el contrario, es enorme. Casi tan grande como yo. Un hombre y medio en cada dirección.“Blyat ese tipo es una maldita montaña” susurra Gennady con asombro.El hombre en cuestión es casi una cabeza más alto que el SUV y también casi tan ancho. Es tan grande que todo su
Tal vez Zotov ya se asoció con los albaneses. Gennady no pensó que se unirían a sus filas tan pronto después de su motín y, al principio, estuve de acuerdo. Los albaneses son un grupo bien establecido en la ciudad. No necesitan asociarse con un advenedizo tipo nuevo y su desaliñado equipo de traidores. Esperarían hasta que estuviera claramente establecido. Hasta que tuviera algo que ofrecerles. A menos, por supuesto, que él ya tenga algo que ofrecerles. Algo que desconozco. “Tengo que llegar al motel. Amira todavía está allí. Ella no sabe...”. Gennady me hace señas para que me vaya. “Ve. Yo me voy de regreso a la ciudad ahora”. “Mantén los ojos abiertos y llámame cuando descubras qué diablos está pasando”. “Entendido”. Brevemente, nos damos la mano y las estrechamos. Luego nos separamos. Me subo al auto de Amira y vuelo por la carretera hacia el motel, mirando mi espejo retrovisor cada pocos segundos para asegurarme de que nadie me está siguiendo. Si los albaneses no siguieron
“Tienes razón” asiente Brigitte. “El problema es que si no regresas pronto a la ciudad, la persona que en realidad es la más peligrosa podría pensar que intentaste escapar de la ciudad. Podrías tener a alguien mucho peor pronto tras de ti”. Ella me da una mirada de complicidad.Me encojo de hombros, pero ni siquiera yo me creo la indiferencia que intento proyectar. “Tal vez ha dejado de rastrearme. Tiene mejores cosas con las que lidiar, estoy segura”.“Lo dudo. Ambas sabemos que un hombre despechado puede convertirse en un verdadero psicópata”.Ella tiene razón en eso. Brigitte y yo tenemos experiencia en ese departamento.Cada una de nosotras tiene algunos demonios en nuestros espejos retrovisores.Brigitte agarra mis manos y se sienta en el borde de la cama, con una pierna doblada debajo de ella. Su cabello rubio está rizado en ondas sueltas que fluyen sin esfuerzo sobre sus hombros. Me siento como un duende en comparación. Es cierto que ayer di a luz, pero aún así. Ni siquiera m
“No es suficiente” responde Brigitte.Amira se vuelve contra su amiga. “Basta, Bridge. ¿De acuerdo?”.“¿Lo estás defendiendo? ¡Él es la razón por la que todo esto está sucediendo! Tienes que venir conmigo y dejar que yo te proteja”.“De ninguna puta manera” bufo. “Tú no eres su guardián”.“No para siempre” acepto, “pero mientras quieras ponerla en peligro, lo seré. No voy a dejar que le pase nada ni a ellani a mi hijo”.Brigitte abre la boca para responder, pero antes de que pueda formular una frase coherente a través de su ira, mi teléfono suena.Lo saco de mi bolsillo. Es Gennady. “¿Qué?” le gruño.“Una caravana se dirige hacia ti” dice sin aliento. “Acabo de pasarlos en la carretera”.“¿Qué quieres decir con ‘una caravana’?”.En la habitación del motel, Brigitte y Amira guardan un silencio sepulcral.“Autos blindados, vidrios polarizados. Tres de ellos. Están a cinco minutos de ti ahora mismo. Tienes que irte”. Suena en pánico. “¿Quieres que me regrese?”.“No. Sigue conduciendo. G
Me encojo de hombros. “No hay problema. Es la verdad”.“Ya sé que es verdad” dice ella, dándome un codazo en el brazo en tono de broma. “Pero no debería haberlo dicho”.La tensión aumenta entre nosotros. Como si el aire hubiera sido succionado del auto. Soy muy consciente de su pequeña mano en mi hombro. De la risa en sus labios. La burla en sus ojos.Ella es un puto riesgo Dante, me regaño. Llévala a Chicago. Luego aléjate de ella.Para variar, mi voz interior tiene razón. Esto no puede durar. Todo estaba condenado desde el principio.He tomado una decisión: tan pronto como lleguemos a Chicago, nos separaremos. Enviaré dinero para mi hijo y su madre. Los cuidaré desde lejos. Pero es mejor para nosotros desligar nuestras vidas lo más rápido posible.Como si pudiera sentir lo que está pasando en mi cerebro, la mano de Amira se retira de mi hombro como si la hubiera pinchado. Sus ojos se nublan con confusión.Luego suspira y mira su comida. “Odio el silencio” susurra ella.“Enciende
Se da la vuelta y apenas oculta una mueca cuando me ve sosteniendo el asiento para auto de Lukas. “Lo siento, pero no puedes entrar. Mi hermano no quiere problemas. Simplemente deja sus cosas en la acera y vete”.Estoy a punto de preguntarle a Brigitte con quién diablos cree que está hablando, pero Amira se interpone entre nosotros justo a tiempo con una mano en mi pecho. “Te veré arriba, Bridge, ¿de acuerdo? Quiero hablar con Dante”.Brigitte busca agarrar el asiento de Lukas al pasar. Aparto su mano de un golpe con la mía. “No toques a mi puto hijo” gruño.Ella entrecierra sus ojos, pero luego Arya asiente para que Brigitte continúe. La tonta rubia levanta las manos en señal de rendición, claramente molesta. Pero nos deja solos.Amira se vuelve hacia mí cuando se ha ido. “Sé lo que estás pensando” expresa antes que yo pueda decir algo. “Pero ella no es una mala persona. Solo es protectora. Y no confía en ti”.“El sentimiento es muy jodidamente mutuo”.Amira vuelve a poner una mano
Y no puedo evitar pensar que tiene algo que ver con que Dante no esté aquí.La cara de Dante fue la primera cara que vio Lukas. Las primeras manos que sintió. Su entrada a este mundo.“Lo sé, cariño” canturreo, sin dejar de balancearlo para que no se despierte. “¿Extrañas a tu papá?”.A pesar de lo incómoda y torpe que se siente esa palabra en mis labios... algo extraño sucede en mi pecho cuando la digo.No sé cómo llamar a ese sentimiento o cómo lidiar con él. Así que lo dejo a un lado en esa parte oscura de mi corazón reservada para cosas que no deberían ver la luz del día.Aunque esa parte de mí está terriblemente llena.Y finalmente, justo en ese momento, me doy cuenta de repente de cuántas conversaciones vamos a tener a lo largo de los años sobre el “papá” de Lukas.Dante, independientemente del hecho de que en realidad no estará en la vida de Lukas, inevitablemente no podrá salir de la vida de Lukas. Siempre será la persona que le dio la mitad de sus genes. La persona que tie
Se encoge de hombros y me mira. Sus ojos son oscuros y la lámpara que hay detrás de él le dibuja una silueta. Parece una sombra viviente frente a mí. Tengo el impulso de accionar el interruptor de la luz para echarlo a un lado.“Peores cosas han unido a la gente”.Mi tono se vuelve más frío incluso mientras el miedo comienza a crecer en mi estómago. “No nos están ‘juntando’ Erik. Brigitte dijo que podía esconderme aquí, pero si no puedo, entonces...”.“Oh, si puedes” dice rápidamente. “Claro que puedes” dice agitando las manos como para calmarme, aunque su sonrisa solo sirve para ponerme más nerviosa. “Pero nada es gratis en la vida. Tú lo sabes”.No dice lo que quiere explícitamente. Pero no es difícil descifrar lo que quiere decir. Especialmente cuando sus ojos siguen tragándome de esa manera.Toda la situación se vuelve aún más extraña por el hecho de que tengo dos días de haber dado a luz. Todavía parezco embarazada de seis meses y estoy usando ropa de gran tamaño. No estoy