DanteGennady está de pie en la cocina cuando subo las escaleras, su rostro contraído en una mueca. “¿Cómo estuvo?” pregunta.“Bien” respondo.Paso junto a él y agarro mi bolsa de asalto del mostrador. Tiene armas, municiones y dispositivos de contención. No tengo ni idea de los obstáculos con los que nos podemos encontrar. Quiero estar preparado.“¿Estuvo ‘bien’? Acabas de encerrar a tu novia en el sótano” insiste él.“Ella no es mi…” me interrumpo. No sé qué es Amira para mí. Pero sé que es lo suficientemente valiosa como para hacer cualquier cosa para mantenerla a salvo. Incluso si eso significa hacer que me desprecie para siempre. “Ella está a salvo allí abajo y eso es lo que importa. Ahora vámonos”.Gennady se inclina hacia la puerta del sótano, con el oído atento. “No escucho ningún grito”.“Está insonorizado. Incluso si alguien entra por la fuerza mientras no estamos, no la escucharán. Y si por casualidadllegan a bajar, la única forma de entrar es con mi llave”.La
“No” digo en voz alta. “Maldita sea, no. No me sentaré aquí sentada a esperar que me rescaten. Voy a encontrar la manera de salir de esta mierda”.Me doy la vuelta y estudio los estantes.La mayoría de las armas en la habitación son pistolas, pero hay unas pequeñas cajas de metal en algunos de los estantes inferiores que parecen más estuches de herramientas. Abro una y encuentro una caja llena de guantes, cuerda, cinta adhesiva y pasamontañas.Son equipos de asalto. Bolsas ligeras de suministros que puedes agarrar y llevar para robar cosas y lastimar a laspersonas.Paso a la siguiente caja y a la siguiente, hojeándolas rápidamente hasta que encuentro lo que busco: un juego de ganzúas.Nueve años de formación veterinaria, de aprender a operar de todas las formas imaginables no convencionales, me han preparado para esto.Ahora, voy a emplear las firmes manos que uso para cirugías de animales de emergencia para abrir esta puerta y salir de aquí.Mi plan más allá de eso es vago. Neces
Paciencia, Dante. Espera el momento adecuado para atacar.“Eso es lo que me encanta de toda esta historia” comenta, girando los dedos en el aire. “Es una pequeña historia tan enredada. Una enmarañada red. Si lo viera en una película, pensaría que es inverosímil. Sin embargo, aquí estamos. Tú y yo. Los dos”.Suspiro, ya harto de los soliloquios de este hombre para detenerme. “Hablas demasiado, mudak”.Se ríe, aunque no hay humor en ello. “Solo estás frustrado porque no sabes la verdad. Solo tienes la mitad de lahistoria” explica.No me gusta estar fuera. Ser dejado en la oscuridad, como dijo Amira. Pero tampoco me atrevo a pedirle a este pedazo de mierda que me informe.Prefiero matarlo y averiguar después.Escucho un crujido en el pasillo detrás del Carnicero. Veo a Gennady que me indica que está trabajando para desatar los amarres de sus manos.Sólo unos minutos más de charla. Eso es todo lo que necesito hacer. Mantener a este imbécil hablando hasta que Gennady esté libre.“Entonces
Y yo no tenía ni puta idea.El miedo oprime mi pecho, pero respiro e intento pensar. Dante es un luchador. Lo he visto matar gente. Sé de lo que es capaz.Y si Dima descubre la verdad sobre quién es Jorik, sobre lo que ha hecho, Jorik no tiene ninguna posibilidad.Alguien tiene que decirle a Dante la verdad.Brigitte sigue hablando con Lukas en el asiento delantero. “Papi se está ocupando de los hombres malos adentro, precioso. Terminará pronto”.Por el bien de Lukas, espero que Brigitte tenga razón. Espero que su verdadero padre esté haciendo precisamente eso.Muevo mis tobillos juntos. Puedo sentir el nudo alrededor de mis pies aflojándose más y más a medida que me muevo.Lo más silenciosamente posible, deslizo mis tobillos hacia arriba y hacia abajo y luego hacia adelante y hacia atrás, deshaciendo el nudo hasta que está lo suficientemente suelto como para quitarme el zapato. Una vez que estoy descalza, puedo deslizarme sin problemas.Lukas empieza a ponerse inquieto. Brigitte lo
Saber que Jorik tocó a Amira me provoca acabar con él al instante. Pero él no vale la pena. Su voz se está debilitando, de todos modos. Estará muerto en un minuto o menos.“Ella trató de arruinarme” continúa Jorik en voz baja. “Ella destruyó la mitad de mi mercancía. Me pasé un año saldando deudas. Así que pensé que era el momento de que Amira pagara las suyas”.“¿Qué significa eso?” pregunto.Jorik sonríe. “Interesado finalmente, ¿verdad?”. No contesto.Tose de nuevo. Al darse cuenta de que no tiene mucho tiempo, sigue hablando. “Se suponía que se casaría conmigo. Que tendría mis bebés. Buenos chicos albaneses. En lugar de eso, destruyó mi reputación y casi consiguió que me mataran. Creí justo que ella fuera subastada para ser la esclava sexual de algún bastardo enfermo, de todos modos, era para lo único que servía, y yo quedarme con el niño. Siempre me han gustado los niños”.Retrocedo como si me hubiera disparado. La idea de Arya tocándolo... gimiendo por él... me hace temblar de
Cuándo por fin vio al hombre que había estado buscando, Ángela supo que sólo podía hacer una cosa, sobre todo ahora que faltaban menos de dos semanas para que se celebrará uno de los desfiles más importantes de moda, mejor conocida como la semana de la moda y el que iba hacer su acompañante en ese gran evento su novio por muchos años se cababa de casar con otra mujer. Enterarse de eso fue difícil para ella y no iba a dejar que nadie hablara de eso a sus espaldas al verla llegar solá a dicho evento, así que debe buscar rápido un hombre digno de ser su acompañante.Es sábado y Ángela tiene una fiesta de cumpleaños quiso invitar a uno de sus amigos más cercanos y con que mejor química tiene Jean es un hombre que siempre está para salvarle el día y ella piensa que coquetear con el en él cumpleaños le dará la oportunidad de invitarlo al gran evento y así salvar noche.Se llegue el día del cumpleaños Ángela está abajo junto a los demás invitados esperando a su cita.Las habitaciones de la
–No estaba pensando en esas palabras precisamente, pero gracias por darme unas opciones más agradables.—Comenta Ángela tratando de contener la ganas de de decirle que es un ¡Desgraciado insensible!Él soltó una carcajada y Ángela lo miró con frialdad.–Un disfraz estupendo. Lo del villano en mascarado es de los más apropiado para ti.–Es un disfrazde Robin Hood.–Y teniendo en cuenta que tú has sido la razón por la que necesito una compañante –prosiguió ella ignorándolo–, imagino que ahora soltarás una carcajada diabólica por tu victoria.–O puede que me ofrezca a echarte una mano y acompañarte a ese evento tan importante ya que andas escasa de opciones. Comprobaré mi agenda, pero imagino que el sábado que viene podría estar libre para ti.–Ni aun que fueras…–comenzó adecir Ángela.–… el último hombre sobre la Tierra. Ya lo sé—Réplica Dante Ella alzó las manos, exasperada.–Pues está claro que no captas las indirectas.–Tus señales han sido algo más que una indirecta—Responde él.Da
–Aunque, claro, él no tiene la historia que tenemos los Barnet con los Walker — Añadió Lia refiriéndose a su esposo y echándose atrás su melena oscura recién slisada.–Eso es. De todos modos, no sé si tomarme en serio la oferta de Dante. Puede que solo haya estado burlándose de mí. Además, ¿te imaginas cómo reaccionaría mi familia si se enteraran de que he ido por ahí con él como pareja?–¿Y cuándo has dejado que eso te frene?¿Tu segundo nombre no era «rebelde»?—Pregunta Lía Cierto. Los Barnet de Welsdale, Massachusetts, estaban relacionados con el mundo de la construcción y el del hockey, y últimamente también con Hollywood gracias a su hermano Rick y a su esposa Danna Lewis, que era estrella de cine. Así que Ángela se había marchado a Nueva York a estudiar y a trabajar en diseño de moda porque desde pequeña había tenido una vena muy rebelde que había idomás allá de hacerse tres agujeros en las orejas.Volvió a suspirar. Podría haber intentado ir con un amigo, pero había hecho un