Al, escuchar eso no lo pienso más y me acuesto a su lado, si necesita algo frío, yo soy lo mejor que puede tener.
"¿esto servirá?" le digo mientras me acomodo a su lado. "si fuera con menos ropa sería mucho mejor" lo miro con mala cara "yo solo decía, pero si eso servirá, solo debes abrazarla, cubrir lo que más pueda de su cuerpo y tomar la temperatura dentro de un rato" la apego a mi cuerpo, la rodeo con mis brazos y siento como su cuerpo hierve y tiembla feroz mente, su respiración es pesada y entrecortada. "si mencionas esto a alguien te juro que" "secreto profesional, paciente y remedio cubiertos" me responde y sonríe "iré a ver que tal están los exámenes que mande al laboratorio, vuelvo en un rato" Nos quedamos allí por lo que resta de la tarde y la noche, resulta que el plan funcionó, la temperatura comienza a bajar después de un par de horas, cuando vuelve jaimito me informa no se encuentra del todo bien pero por lo menos se nota una mínima mejor porYa no sé cuánto tiempo llevamos aquí, semanas o meses, no lo sé. María se encarga de traernos comida y útiles de aseo, y de vez en cuando viene Isabela.Por más que he pedido que venga Cassandra, no ha querido hablar conmigo. Nos hemos convertido en dos convictas en esta celda llamada habitación."¿Cuándo podré hablar con ella? ¿Cuándo se dignará a darme la cara? Si tanto me odia, prefiero que venga y me lo diga." Todo este tiempo, lo único que ha hecho este encierro es incrementar miedo a que dejara de amarme y hace crecer mi odio por Álvaro."Lo siento, pero por más que he intentado hacerla entrar en razón, no quiere verte." Isabela se ha llevado la peor parte. Todas mis frustraciones las descargo en ella, y sé que no tiene culpa. Al final, la culpa de todo esto es nuestra y de Álvaro. A quien por tanto tiempo llamé padre hoy no es más que el ser que más odio en este mundo. Es a él a quien quiero destruir, pero atrapada aquí no puedo hacer nada."Mira,
"Pero yo aún tengo algo por lo que lucho todos los días, y eso en parte es gracias a ti.""Igual debe ser difícil. Hoy todo esto es difícil... Casandra, yo, tú, y Jeanet y Clara con Estefan, ninguno es feliz... no sé qué hacer.""Hablar con ella sería el primer paso, idealmente cuando sea ella, pero para eso necesitas tiempo, y aguantar lo que venga.""Pero la viste, me odia.""No es ella. Ella está escondida, dolida, y sé que tú puedes traerla, pero para eso necesita tiempo, y tú se lo debes. Lo siento, pero es así, se lo debes. Nunca fuiste franca, nunca le dijiste lo que sentías, no buscaste su versión de los hechos y eso hizo que ella dude de todo, hasta de sí misma.""Lo siento, no sabes cómo me gustaría hacer todo de otra forma.""Pero eso no pasará. Mira, después de lo que pasó, cuando se tranquilizó pude hablar con ella y dejará que sigan con la limpieza, y aunque no quiere tenerte cerca, sé que igual se verán y ruego que eso la trai
Ella... uff, ella se ve fabulosa con su vestido negro. Aunque lucho con todas mis fuerzas, no puedo evitar girar mi cabeza para observarla cada vez que puedo, y siempre es lo mismo: se encuentra conversando feliz con una vampira bastante atractiva que le coquetea todo el tiempo, intentando tocar sus manos o cualquier parte de su cuerpo. Ardo en celos cada vez que las veo, odiando tener que soportar eso y, aunque intenté salir de este maldito salón, Isabela me obligó a volver y enfrentarlo. Estoy controlando mi transformación lo mejor que puedo, pero cada vez que veo cómo le sonríe, cómo acaricia su cara o toma algún mechón de su cabello, lo único que quiero es arrancarle la cabeza a la muy maldita. Lo que más ira me da es que Cassandra le devuelve la coquetería y le sonríe como si fuera lo más hermoso que sus ojos ven. Mi sangre hierve al verla reír con esa vampira, y mi corazón duele más con cada gesto que comparten. Siento una rabia tan profunda que apenas puedo contener mis insti
"Per... hip... perdón, te desperté, hip. Solo quería saber, hip, si estabas durmiendo bien", intenta explicarse con esfuerzo. Cierro la puerta e intento buscar algo de ropa para cubrirme, pero ella, al verme hacer eso, me detiene, quedando a escasos centímetros de mi cuerpo. "Te ves tan hip hermosa, hip. No, hip, no quiero... pero no lo puedo controlar... hip", me abraza, siento el frío de su cuerpo. Se siente mágico. "Perdón, no phip no puedo", lo repite una y otra vez. "Debo llamar a Isabela para que te ayu...", sus labios están callando los míos y mi juicio comienza a nublarse. "Debemos-pa-parar- estás muy ebria- Sangi", logro decir cuando me da espacio para respirar, pero no me quiere escuchar. Solo comienza a avanzar hasta la cama llevándome con ella y besándome intensamente mientras se desase de mi poca ropa, al verla sus ojos se han vuelto celestes, el deceo se encuentra en ellos y no puedo ev
"puedo verlos?""La educación de los lobos es tan básica. Si solo usaran las palabras indicadas o la cordialidad... jajaja, pero lamentablemente no lo hacen. ¿Por qué debería dejar que los veas? ¡Ah, ya sé! Para que me creas. Y si te dejo vivir en la incertidumbre, el juego es más entretenido, ¿no crees?""Por favor.""No." Es tajante. Insistir sería hacerla enojar más o, tal vez, darle más herramientas para que se burle de mí."Llévenla a su habitación y déjenla toda la semana encerrada. No quiero verla, ¿entendido?""Sí, señora," aceptan sus guaruras.Una semana encerrada en esa habitación, sin poder comunicarme con nadie. La única persona que entraba a dejarme la comida era Jeanet, quien tenía prohibido dirigirme la palabra. Lloré todas las noches y añoré tener una botella de
Actualidad en alguna cueva del bosque de Australia 2023Es asombroso, después de tantos años sin sentir nada, hoy lo experimento todo a flor de piel. Cada una de mis células palpita con un dolor que me recorre como una corriente eléctrica. Paradojas de la vida, me encuentro al borde de mi existencia, y de manera irónica, siento que estoy más viva que nunca.Hago el esfuerzo por abrir los ojos, o al menos uno de ellos. Los brutales golpes que recibí me dejaron cegada del ojo derecho, aunque a mi favor me llevé como treinta idiotas. Se que he perdido una oreja, estoy segura que alguno de estos imbéciles se la llevo como trofeo, así como varios de mis dientes, lo cual seguramente descalifica mi candidatura al premio a la sonrisa más hermosa, aquella que ella, tanto solía elogiar. -Suspiro pesadamente- aunque sus elogios eran una farsa, solo una farsa y yo lo creía todo, no sabía que sus palabras eran solo una mentira, aun no puedo creer que todo haya sido una mentira.Finalmente, logro a
Hace 18 años atrásComo buen día lunes me encontraba absorta en mi trabajo, detrás de la puerta ya llevaba esperando varios minutos Estefan, el cual se decidió a tocar la puerta de mi oficina con un golpe discreto.“Adelante, Estefan” le indiqué con un tono frío, me molesta que me interrumpan cuando trabajo, pero si está aquí es porque algo sucede. Estefan es mi asistente, a simple vista es un joven bastante atractivo, mide 1,80 de altura, es musculoso, de cabello castaño, ojos negros, tez blanca, que aparenta unos 20 años de edad, pero lo que más me gusta es su intelecto y la facilidad que tiene para cumplir mis ordenas, y me refiero a todo tipo de órdenes, pero siempre ha sido un poco indeciso al momento de interrumpirme. Tal vez es porque no soy muy sociable, no lo sé, talvez algún día se lo pregunte.“Bien, dime ¿qué información has conseguido?” le pedí, sin perder mi semblante serio.“Han desaparecido un total de 12 niños, todos ellos de entre 3 y 4 años de edad, todos de famili
"Gracias, Estefan", le agradecí mientras él abandonaba mi oficina. Espero sinceramente que él encuentre la manera de distraer y mantener alejada a Isabela. A menudo resulta insoportable y parece no comprender que no necesito su compañía. No respeta los límites, y en ocasiones, me dan ganas de gritarle o, en mis pensamientos más oscuros, arrancarle la cabeza, la mataría y después la metería a un refrigerador gigante. No puedo permitirme pensar en esas cosas, “debo recordar que no debo causarle daño” me repito a mí misma, aunque Isabela es una excepción a todo razonamiento. Pero tengo muy claro que, si le hiciera daño a Isabela, nunca me lo perdonaría. Además, ella es extremadamente útil, y más que eso, no puedo dañarla porque es la hija de los que fueron los mejores amigos de mis padres. En teoría, deberíamos haber sido las mejores amigas, pero Isabela siempre parece tener intenciones que van más allá de la amistad, lo cual me resulta incómodo.Mientras tanto, el misterio de los niños