El avión aterrizó en Sinaloa cerca de la diez de la noche, bajamos por las escalerillas acercandonos a una limusina que ya nos esperaba en la misma pista de aterrizaje, el chofer nos abrio la puerta sentandonos los tres en los asientos de cuero negro del vehiculo. El chofer paro en la misma puerta del hotel, bajamos del vehiculo Mario, Giuliano y yo entrando seguidamente en el hotel acompañándonos el botones del hotel con nuestro equipaje hacia los ascensores. Subimos a uno de ellos, parando en la planta de donde se encontraban nuestras habitaciones, Giuliano y yo teníamos una habitación doble y Mario una sencilla, nos despedimos de él y Giuliano y yo entramos en nuestra habitación cerrando él la puerta. Me tumbé en la cama mirando al techo con mi pensamiento en Milán donde se encontraba mi hijo con Gina y varios guardaespaldas, pero yo no estaba muy tranquila de todas formas.— Espero que mañana mismo se termine todo esto, no estoy tranquila — le dije a Giuliano— Están mis hombres
Después de desayunar Mario se marchó de la habitación dejándonos solos a mi y a Giuliano, me quite el albornoz ante la mirada lasciva de Giuliano haciendome reir por la forma en que miraba mi cuerpo, me puse muy despacio la ropa interior de encaje como sabía que le gustaba a Giuliano, cogi un vestido cómodo para ponermelo viendo como se iba acercando Giiulano a mi. Rodeo mi cintura con sus brazos girando mi cuerpo para quedar enfrente de él.— Te amo Bianca, nunca dudare de ti, eres lo mas hermoso y lo más dulce que he tenido, aparte del hijo que me has dado y los que están por venir — me dijo— ¿Y cuantos más quieres? soy yo la que tendría que decidirlo, ¿no te parece?— respondí— Los que tu desees que tengamos, amor mio — respondioMe aparte de Giuliano para poder terminar de vestirme, vistiéndose también él con unos pantalones vaqueros y un jersey de manga corta, me puse los zapatos y una vez que los dos ya estábamos vestidos, cogi mi bolso marchandonos de la habitación hacia donde
Colgada como estaba al techo, Angelo me rajo con su cuchillo la ropa dejándome solamente con la ropa interior, paseo su cuchillo afilado por todo mi torso, haciendo alguna que otra herida en mi cuerpo, pero no le di el gusto de verme suplicar por mi vida— Súplica por tu vida, como seguramente lo hizo Arianna antes de que la mataras, o prefieres dejar huérfano de madre a tu bastardo — me dijo— Pudrete Angelo eso jamás, jamás le suplicare por mi vida a un traidor como tú, si quieres matarme hazlo ya, no seas tan cobarde — le grite, recibiendo de Angelo un fuerte bofetón rompiendome el labio haciéndome sangrar— Angelo, señor tenemos visita — dijo uno de sus sicarios— Taparle la boca a esta zorra para que no grite — le dijo Angelo a uno de sus sicarios que había con nosotros antes de marcharse de la mazmorra— Ya está Giuliano aquí, prepárate para morir traidor, — Pude gritarle amantes de que fuera amordaza por su sicarioEscuche gritos, sobre todo de Giuliano llamandome, pero no podi
TRES MESES DESPUÉS— Estoy muy nerviosa Gina, tu crees que se me nota mucho el embarazo — le dije — Señora está preciosa, no se preocupe tanto de formas formas la culpa de que usted esté asi de gordita la tienen el señor Giuliano y usted — me respondió riendo— En eso no te voy a quitar la razón Gina, pero es que amo a Giuliano, el tiempo que quise odiarlo me fue del todo imposible y tu sabes porque lo has vivido conmigo, lo mal que me lo ha hecho pasar, pero gracias a Dios ya todo pasó — dije— Olvide el pasado señora, hoy es su presente con el señor Giuliano y su hijo, disfrutelo —— Eso voy a hacer Gina, disfrutarlo si este embarazo me deja, porque las náuseas y los vómitos me van y vienen, que distinto es, a lo que fue con mi hijo — Las niñas suelen causar más problemas en los embarazos pero el pequeño Giuseppe, estará encantado con su hermanita cuando nazca — me dijo Gina— No se, Giuliano está muy feliz por nuestro nuevo embarazo, espero que mi niña me deje aunque sea comerme
He venido con mis padres de vacaciones a una de las mejores ciudades del mundo, con sus edificios que dan vértigo mirarlos, sus puentes famosos y lo que más me gusta, el encendido de Navidad en la plaza de Rockefeller. Es impresionante esta ciudad, nosotros vivimos en Palermo, Sicilia, y estoy con mi madre de compras en la Quinta Avenida, donde hay de todo para comprar, ropa, joyería y muchas otras cosas. Nos estamos hospedando en uno de los mejores hoteles. Decir que soy hija de unos multimillonarios, no soy engreida pero si me gusta presumir con mis amigos, llevar ropa, zapatos y complementos caros, nunca he tenido novio ya que para mi lo principal es acabar mi carrera de Empresarial y Financiación para hacerme cargo de la empresa cuando mi padre se retire. Me llamo Bianca, tengo veintidós años, tengo el pelo castaños, mis ojos son como el color de la miel y mido un metro setentaDespués de comprar, mi madre y yo subimos en nuestra limusina para volver al hotel, el chofer aparco el
En Milan, mis padres y yo nos hospedamos en un hotel pagado por Giulano, cuando ya me peinaron, me maquillaron y me pusieron el vestido de novia, mi padre me abrazaron llorando pidiéndome perdón una y otra vez por su mala cabeza, aunque quise animarlo, no sabia como hacerlo, pues la que temía casarse con un narcotraficante tan poderoso como era Giulano era yo.Entre en la iglesia del brazo de mi padre, mientras nos acercabamos veía a mi futuro marido esperandome en el altar con una sonrisa ladina en sus labios mirándome. llegamos al altar y mi padre beso a mi frente, abrazo a Giulano sentándose después. El obispo empezó a hablar, pero yo no lo podía escuchar, mis pensamientos estaban en mi futuro marido, le temía aún sin conocerlo ya que yo era virgen y los hombres como Giulano tenía más experiencia ya que por su cama habían pasado mujeres de todas clases.— Bianca, ¿aceptas a Giulano como tu legítimo esposo, prometiendo serle fiel en todas las adversidades? — me preguntó el obispo—
Al día siguiente de la boda, me despertó la luz del sol que entraba por la terraza del dormitorio, me levanté de la cama, entre en el cuarto de baño para asearme, me vesti y baje a la cocina para tomarme un café que era lo único que me podía despejar después de la noche que me dio mi marido.— buongiorno signora — me dijo la sirvienta— Buongiorno ¿y el señor? — le pregunté— Se marchó de viaje con Raffaello y la señorita Adrianna, antes de que amaneciera — me respondió— ¿Quién es esa señorita y por qué se ha ido con mi marido?— Adrianna es la secretaria del señor desde hace muchos años — me dijo— Si y tambien es la que le calentaba la cama al jefe, antes de casarse con usted señora — dijo uno de los sicarios de Giulano que entró en la cocina en ese momento— ¿Te dijo cuando volvería antes de marcharse? — dije— Dentro de una semana signora — contestóEstaba sentada en un sillón de la terraza de mi dormitorio cuando me di cuenta que había llegado la limusina de Giuliano, entre en
Giuliano se marchó del dormitorio sin decirme nada, una vez estuvo vestido con un traje azul y una camisa blanca que le resaltaba sus bonitos ojos verdes. Me levanté del sillón, entre en el cuarto de baño, me quite toda la ropa y me duche con agua caliente para relajar mi cuerpo, porque lo que a continuación iba a hacer yo, no sabia si seria bueno, pero nadie me iba a rebajar a nada y menos un marido orgulloso y su amante, Giuliano era mi esposo, era mío y iba a luchar para que al fin me amará al precio que costará, nadie le quitaba a un Ferrero lo que era suyo, estuve pensando de bajo del agua mientras me duchaba.Termine de ducharme, me enrolle la toalla en mi cuerpo, me dirigí al vestidor, cogi un vestido provocativo, unos zapatos de aguja y un bolso de mano, cuando ya estaba vestida, y arreglada, baje al salón cogi el movil y llame a Tomas, nuestro chofer para que viniera a recogerme en la limusina para presentarme en la recepción como la legítima esposa de Giuliano Capri.Cuando