Giuliano se marchó del dormitorio sin decirme nada, una vez estuvo vestido con un traje azul y una camisa blanca que le resaltaba sus bonitos ojos verdes. Me levanté del sillón, entre en el cuarto de baño, me quite toda la ropa y me duche con agua caliente para relajar mi cuerpo, porque lo que a continuación iba a hacer yo, no sabia si seria bueno, pero nadie me iba a rebajar a nada y menos un marido orgulloso y su amante, Giuliano era mi esposo, era mío y iba a luchar para que al fin me amará al precio que costará, nadie le quitaba a un Ferrero lo que era suyo, estuve pensando de bajo del agua mientras me duchaba.
Termine de ducharme, me enrolle la toalla en mi cuerpo, me dirigí al vestidor, cogi un vestido provocativo, unos zapatos de aguja y un bolso de mano, cuando ya estaba vestida, y arreglada, baje al salón cogi el movil y llame a Tomas, nuestro chofer para que viniera a recogerme en la limusina para presentarme en la recepción como la legítima esposa de Giuliano Capri.
Cuando llegamos a la mansión donde se celebraba la recepción, Thomas abrió la puerta del vehículo ayudándome a bajar, entre en la casa dándome cuenta que la mayoría de los hombres me miraban con lujuria pero fui adentrándome hasta mezclarme con los invitados, un caballero me ofreció una copa de champán y sonriendo se lo agradecí, seguí andando hasta que vi a Giuliano hablando con un hombre muy alto y más o menos de la edad de mi marido, estaba también Adrianna a su lado mientras Giuliano le rodeaba la cintura con su brazo. El hombre que estaba hablando con ellos y yo cruzamos nuestras miradas se separó de Giuliano y su amante y se fue acercando hasta donde yo estaba, mientras mi marido y yo nos miramos viendo su cara de sorpresa.
— Buenas noches soy Dominique Barattelli, no tengo el gusto de conocerla, pero ha iluminado toda la sala con su presencia — me dijo
— Gracias, soy Bianca Capri — contesté
— ¿Es usted la esposa de Giuliano? — me preguntó
— Si y es un placer estar aquí, gracias por invitarnos — le dije
— Bianca cariño, veo que ya has conocido a Dominique — me dijo Giuliano cuando se acercó solo a donde estabamos Dominique y yo
— Giuliano perdoname pero, tienes una mujer preciosa y encantadora, ten cuidado que cualquiera de los que hay aqui les gustaría pasar una noche con esta flor — contestó Dominique
— Creo que no va a poder ser, Bianca es mi esposa y no dejare que nadie se le acerque — contestó mi marido rodeando mi cintura con su brazo
— Cariño ¿podrías traerme una copa? — le pregunté
Cuando Giuliano se fue, cogi del brazo a Dominique, salimos al jardín de la casa sentándonos en uno de los preciosos bancos que allí habían.
— Comprendo que tu marido esté celoso con lo demas hombres, eres preciosa — me dijo
— Peor para él, yo no siento que le pertenezca a nadie, como habrás visto mi marido ha venido con su secretaria, sin embargo yo he venido sola — le dije
— ¿Tú también estás metida en los negocios de Giuliano?, porque si es asi, me gustaria tenerte a mi lado todos los días como parte de la sociedad que vamos a hacer Giuliano y yo — me dijo
— Tu copa mi amor — me dijo mi marido ofreciendola
— Querido amigo, si decido hacer sociedad contigo, quiero que tu esposa sea parte, en los negocios, en los viajes y en los tratos con mis clientes ¿que dices? — preguntó Dominique
— Ya hablamos de que sería Adrianna nuestra relación pública, mi secretaria — contestó Giuliano
— No trabajo con arpías y perdona amigo mio,pero Adrianna parece ser una de ellas,me gusta estudiar a las personas mientras hablo con ellas y Adrianna no me da confianza, piensalo y ahora señora Capri, ¿me haria el honor de bailar conmigo? — me dijo ofreciéndome su brazo
Cogida del brazo de Dominique mire a Giuliano sonriéndole, nos fuimos donde estaba la orquesta tocando. Dominique rodeo mi cuerpo con sus fuertes brazos acercándome a su cuerpo mientras le rodeaba yo su cuello con mis manos.
— Bianca, no te incomoda saber que tu esposo tiene una arpía como amante? — me dijo
— ¿Cómo te has dado cuenta de que son amantes? — pregunté
— Enseguida me di cuenta, cuando me saludaron, como se miraban, el que tu marido la rodeara con su brazo, la atención que le pone, ya te he dicho que soy muy observador — me dijo
— No me molesta, soy una Ferrero y esas pequeñas cosas no tienen importancia — le dije
— Me gustas y mucho, eres una mujer fuerte y inteligente, los dos haremos muchas cosas, confia en mi — dijo
Cuando la canción terminó, nos fuimos hasta donde estaba Giuliano con Adrianna viendo el semblante de ella muy serio.
— Buenas noches Bianca — me dijo ella
— ¿Qué tal estás Adrianna? una bonita fiesta ¿no? — le dije
— Bueno yo me tengo que marchar ya, mañana tengo que madrugar, buenas noches — dijo Adrianna
— ¿Ya se lo has comentado? — le susurre a Giulano
— Nadie se va a interponer en mis negocios con Baratelli — contestó
— Siento dejaros, pero tengo más invitados, – dijo – Bianca un placer — me dijo besando mi mano Dominique
Llegamos a casa Giuliano y yo, nada más entrar, me quité los zapatos ya que tenía doloridos los pies, fui a subir las escaleras para ir a mi dormitorio pero mi marido me bloqueo el paso entre su cuerpo y la pared, beso mi cuello, mi cara, juntando su boca con la mia en un beso lleno de deseo, mientras me arrancaba el tanga— Me has puesto muy celoso esta noche Bianca — me decíaMe levantó una pierna poniéndola en su cadera, se desabrocho la cremallera de su pantalón, sacando su ya duro miembro, me levanto un poco penetrandome con su miembro, embistiendo cada vez más, rodee su nuca con mis manos enredando su pelo,rodeé sus caderas con mis piernas, le bese en el cuello, juntamos nuestras bocas besándonos con lujuria y deseo, mientras sus embestidas me hacían perder la razón por el placer que me hacía sentir llegando casi al unísono los dos al clímax,. poniendo mi marido su cabeza en mi clavícula para gritar su orgasmo, mirándonos a los ojos poco después— ¿Qué me estás haciendo gatita
Aunque tenía la cabeza cubierta por la bolsa, más o menos pude calcular cuanto tiempo tardo el vehículo en parar, me bajaron entre dos hombres cogiendome cada uno de mi brazo, quise correr para intentar huir pero eran muy fuertes, Me quitaron la bolsa y aunque me costó al principio ver bien donde estaba pero poco a poco, pude distinguir que estaba dentro de una nave muy grande llena de mujeres trabajando la cocaína, mientras que los hombres la cargaban en camiones.— Ya llego la princesita,ya te dije que pronto te tendria en mi cama — me dijo Carlos, el hijo del cartel Mexicano— Como mi marido se entere de que has sido tú, no dudara en apretar el gatillo de su arma — le amenace, viendo como Carlos se reíaMe encerraron en una jaula de metal como si yo fuera un animal donde había un colchón en el suelo y perfectamente podía ver casi toda la nave. Las mujeres me miraban mal pero no me preocupaban, pero alguno de los hombres se acercaban a la jaula donde yo estaba mirándome mientras se
Durante una semana fui violada varias veces al día por Carlos, hasta que un día escuche como llegaron varios vehículos, me asomé a la puerta viendo bajar a varios hombres con trajes muy caros y todos armados con fusiles., bajando después una mujer que yo conocía. Cruzamos las miradas la mujer y yo acercándose ella hasta la puerta donde yo estaba escondida — A quien tenemos aquí, tu eres Bianca, la esposa de Giuliano ¿verdad? — me preguntó — Esta chavita italiana es mi morra, y olvidate si piensas que la voy a dejar marchar — dijo Carlos — No seas idiota Carlos, nos servira mejor para nuestro negocio si ella vuelve con el imbecil de Giulano, ella será nuestra conexión para nuestro negocio mi querido chavito y cuando ya no me sirva para nada, te la entregare y podrás hacer lo que quieras con ella — le dijo Adrianna — Entonces de acuerdo, pero no tardes mucho en devolverme a esta zorrita — contestó Carlos, rodeando mi cintura, apretando su boca a la mía, apartandome de él cuando pude
— Bianca soy Adrianna, tienes que hacerme un pequeño trabajo, te mando por mensaje la ubicación de donde tienes que ir y la hora, cuando llegues a la ubicación habrá uno de mis hombres esperando, él te dará las instrucciones, no me falles porque tengo a tus padres en el punto de mira de mi arma y a tu maridito que no se te ocurra decirle nada, aunque sé perfectamente que no te creeria, lo tengo comiendo de mi mano querida — me dijo, terminando la llamada— ¿Quien te ha llamado? — preguntó mi marido— Se han equivocado — le contesté, sonando un pitido poco después en mi móvil recibiendo el mensajePor la tarde se marchó Giuliano a su empresa, me subí al dormitorio, me cambié de ropa y cogiendo mi bolso me marché de la casa temerosa ya que me vieron marcharme casi todos los sicarios de mi marido. Ya fuera en la calle cogí un taxi, diciéndole al conductor dónde quería ir. llegamos a una especie de edificio de oficinas fuera de la ciudad, baje del vehículo y nada más entrar en el edifici
No hizo falta que mi marido me dijera nada, sabía perfectamente lo que me esperaba, casi arrastrándome me subió a la limusina que estaba aparcada enfrente del club, subimos al vehículo y cuando llegamos a casa, volvió a cogerme del brazo con fuerza, subimos al dormitorio, Giuliano cerró la puerta con llave y entonces fue cuando supe lo que iba a suceder. Me miraba mientras se quitaba el cinturón de sus pantalones haciéndome retroceder temerosa, intente correr para encerrarme en el baño pero no me dio tiempo, Giuliano me bloqueo el paso, corrí hasta el otro extremo de la cama suplicando que no lo hiciera, pero su mirada me lo decia todo, se acerco a mi y el primer “zas” de su cinturón pegando en el aire, supe que ya no podía escapar— Mi mujer en un Club sola, puta — “” zas”” el primer azote con el cinturón en mi espalda, me hizo más daño que sus palabras— Delante de mis conocidos, zorra “”zas”,--- sus azotes cada vez eran más fuertesMe dio como diez azotes, arrodillándome en el suel
Cogió mi mano obligándome a levantarme llevándome hasta el dormitorio, cuando entramos cerró la puerta con llave, me puso de espaldas a él besando y mordiendo mi cuello, me gire de pronto apartandome de él.— No me toques, no te lo voy a consentir — le dije viendo como sonreía— Tu no eres quien para prohibirme nada, quiero un heredero y a las buenas o a las malas me lo vas a dar — me dijo acercandose ami cogiendo mis manos tirandome a la cama boca arribaIntente defenderse dándole patadas, puñetazos y todo lo que podía hacer para apartarlo mientras Giuliano se bajaba la cremallera de su pantalón y se ponía encima mia arrancando mis bragas, cogió mis muñecas poniendo mis brazos por encima de mi cabeza con una mano, mientras que con su otra mano cogió mis pómulos apretando su boca con la mía introduciendo con fuerza su miembro dentro de mi, embistiendo una y otra vez con más fuerza.— Tienes el coño caliente y muy mojado, ¿me deseas? – preguntó— No te deseo, te odio y ojala el que no
Por la noche, estaba sentada en el salón leyendo un libro y escuche sonar mi móvil de pronto haciéndome temer por si me llamaba Adrianna, Giuliano que estaba sentado a mi lado, se incorporó cogiendolo él mirando quien me llamaba— Es tu madre contesta — me dijo dándome el móvil— Hola mamá, ¿estás bien? — pregunté preocupada— No hija no estamos bien, han disparado a tu padre y está mal herido, lo han tenido que ingresar está en cuidados intensivos — me dijo llorando— Tranquilízate mamá, voy a coger el primer avión — contesté colgando la llamada— Me tengo que ir a Palermo, mi padre está en la clínica muy mal — le dije a mi marido— Le diré a mi piloto que prepare el avión — me dijo cogiendo su móvilSubí al dormitorio para preparar algo de equipaje, cuando empezó a sonar otra vez mi movil, cuando lo cogi para ver quien me llamaba mis manos me temblaban, — Dime Adrianna — contesté— Siento lo de tu papaito cariño pero estabas avisada, no te negarás la próxima vez que te pida que me
— ¿Señora Capelli? Soy el inspector Rossi, perdón que la inoportune pero necesito hablar con usted, en relación a lo que le ha pasado a su padre — me dijo un hombre que se nos acercó a nosotras, muy bien vestido. — Mamá espérame en la sala, ahora iré yo por favor — le dije a mi madre Mi madre entró en la clínica, quedándome fuera en la calle con la policía. — ¿Damos un paseo? — me dijo — Usted dirá, poco podre decir ya que no me encontraba en Palermo cuando sucedió – dije — ¿Bianca sabe si su padre, tiene algún enemigo que quiere verle muerto? sé que su boda con Giuliano Capelli no fue por amor, — me dijo — Pero le puedo asegurar que mi marido no ha sido quien ha apretado el gatillo, estaba conmigo en Milán cuando sucedió — respondí — Según el testigo que tenemos, vio cómo disparaban a su padre y según parece ser fue una mujer quien lo apretó, Bianca ¿Tenía su padre algún lío de faldas? — Inspector mi padre nunca le haría eso a mi madre, para él su mayor tesoro fuimos siempre