Al día siguiente de la boda, me despertó la luz del sol que entraba por la terraza del dormitorio, me levanté de la cama, entre en el cuarto de baño para asearme, me vesti y baje a la cocina para tomarme un café que era lo único que me podía despejar después de la noche que me dio mi marido.
— buongiorno signora — me dijo la sirvienta
— Buongiorno ¿y el señor? — le pregunté
— Se marchó de viaje con Raffaello y la señorita Adrianna, antes de que amaneciera — me respondió
— ¿Quién es esa señorita y por qué se ha ido con mi marido?
— Adrianna es la secretaria del señor desde hace muchos años — me dijo
— Si y tambien es la que le calentaba la cama al jefe, antes de casarse con usted señora — dijo uno de los sicarios de Giulano que entró en la cocina en ese momento
— ¿Te dijo cuando volvería antes de marcharse? — dije
— Dentro de una semana signora — contestó
Estaba sentada en un sillón de la terraza de mi dormitorio cuando me di cuenta que había llegado la limusina de Giuliano, entre en el dormitorio y abri la puerta y bajando las escaleras ilusionada esperando encontrarme con mi marido, pero cuando mire en el salón vi a Giuliano de pie, rodeando su cuello los brazos de Adrianna besándole la cara sin darse cuenta de que yo la estaba mirando, entre sin avisar mirándome los dos sorprendidos.
— Estoy cansada, si me necesitas sabes donde encontrarme — le dijo ella
— Adrianna espera, no te he presentado a mi esposa — contestó él
— La conoci en la boda, encantada chao bambino — dijo ella
— ¿Es tu amante Giuliano? — pregunté
— ¿Estás celosa cariño? — me dijo mientras se acercaba a donde yo estaba
— No, pero no voy a consentirte que me seas infiel — le grite
— Quiero follarte, vamos al dormitorio — me dijo
— ¿Te has cansado de follar con ella? pues buscala y sigue follandotela, — le dije marchándome corriendo del salón
— “””Bianca”” ven aquí ahora mismo, no hagas que vaya yo a buscarte o te arrepentirás — me grito, pero no le hice caso, subiendo a mi dormitorio
Giuliano abrió la puerta del dormitorio dando un fuerte golpe, se acercó hasta donde yo estaba mirándonos los dos, me cogió del brazo tumbandome en la cama boca arriba, poniéndose encima mía mientras yo le pegaba y le daba patadas.
— Me case contigo para cobrarme la deuda de tu padre, no para darte a ti explicaciones de lo que yo hago, si me quiero acostar con ella lo haré, tú no eres nada para mi, te enteras — me dijo
— A mi no me toques hijo de puta, no te lo consentiré — le grite
— Eres mi esposa, te compre por mucho dinero, abre bien las piernas como la puta que eres,--- me dijo mientras se desabrochaba los pantalones,
De una embestida se adueño de mi interior mientras yo seguía intentando apartarlo de mi, me rompió la blusa que llevaba dejando mis pechos desnudos, sintiendo como sus dientes se clavaban en mi carne y succionaba cada uno de mis pezones estirando de ellos sin compasión.
— Te odio — le dije
— No me odiaras tanto cuando tienes muy mojado el coño — me dijo mientras dejaba todo su semen en mi interior, apartándose de mí poco después
Giuliano se fue al cuarto de baño, mientras yo me quedaba rota y destrozada en la cama pensando en que me case con él para que no matara a mi padre, pero al mismo tiempo me sentía sucia y ultrajada por mi propio marido. Giuliano salió desnudo del cuarto de baño secándose con una toalla el pelo, se acercó a la cama poniendo sus brazos a cada lado de mi cuerpo acercando su cara a la mía
.— Duchate y vístete, te espero en el salón para comer y no quieras saber, si tengo que subir a por ti — me dijo
— Déjame tranquila, no quiero saber nada de ti — le dije cuando me levanté de la cama, viendo como sonreía.
Entre en el cuarto de baño, me quite la ropa, metiendome en la ducha dejando que el agua templada recorriera mi cuerpo para relajarme, la discusión que tuve con mi marido me puso muy nerviosa y me dejó muy desconcertada, porque no entendía ¿como una recién casada podía admitir que su reciente marido tuviera una amante? esa pregunta me la hacía una y otra vez mientras me duchaba. Sequé mi cuerpo en el mismo cuarto de baño, rodee mi cuerpo con la toalla y salí del baño vistiendome en mi dormitorio, bajando después al salón para comer.
— Pensaba que tendría que ir a por ti — me dijo Giuliano
— Como ves, no ha hecho falta que fueras, se venir yo solita — le contesté
— Mañana estamos invitados a una recepción — me dijo
— ¿Quien da la recepción? —- pregunté
— Un tal Dominique Baratelli, es uno de los mejores traficantes de Italia y quiero asociarme con él, tiene una coca colombiana muy buena y me dará buenos beneficios si consigo que admita la sociedad que le voy a proponer mañana — me dijo
— Yo en eso te puedo ayudar, soy muy buena aconsejando — le dije
— Te meteria en su cama sin dudarlo – me dijo
— Y tú te meterias en su sociedad piensalo querido maridito — respondí
— Tú eres solamente mia ¿me entiendes? y nadie toca lo que es mio — me dijo entredientes
— Yo no digo de meterme en su cama, pero te podría ayudar a conseguir la sociedad que quieres con ese hombre, como ves te has casado con una Ferrero que también entiende de negocios, al menos que estés pensando en que tu amiguita Adrianna te consiga la sociedad usando sus encantos ocultos — le dije
— No te consiento que la insultes, Adrianna me ha hecho ganar mucho dinero y ademas es mi socia en mis negocios — respondió
— Pues si no te importa, que te acompañe tu amante mañana, yo no estoy disponible — le dije levantándome de la mesa dándole la espalda a Giuliano marchándome al jardín
Entre en mi dormitorio y fui hasta la terraza ya que hacía una noche maravillosa, me senté en uno de los sillones que habían escuchando como corria en agua de la ducha en el cuarto de baño, Giuliano se estaba duchando, cerré los ojos acomodando mi cabeza en el respaldo del sillón imaginándome, cómo le corría el agua a mi marido por su perfecto y musculoso cuerpo, sus manos paseando por cada centímetro de ese cuerpo que yo deseaba tanto, como el agua corría desde su cabeza hasta sus pies mientras yo le acariciaba y besaba sus deseoso labios, su perfecto torso bajando hasta su virilidad escuchándolo gemir por el placer que yo le estaba dando.— No me esperes a dormir — me dijo sacándome de mis pensamientos, viendo su desnudez mientras buscaba en el vestidor la ropa que se iba a poner para asistir a la recepción
Giuliano se marchó del dormitorio sin decirme nada, una vez estuvo vestido con un traje azul y una camisa blanca que le resaltaba sus bonitos ojos verdes. Me levanté del sillón, entre en el cuarto de baño, me quite toda la ropa y me duche con agua caliente para relajar mi cuerpo, porque lo que a continuación iba a hacer yo, no sabia si seria bueno, pero nadie me iba a rebajar a nada y menos un marido orgulloso y su amante, Giuliano era mi esposo, era mío y iba a luchar para que al fin me amará al precio que costará, nadie le quitaba a un Ferrero lo que era suyo, estuve pensando de bajo del agua mientras me duchaba.Termine de ducharme, me enrolle la toalla en mi cuerpo, me dirigí al vestidor, cogi un vestido provocativo, unos zapatos de aguja y un bolso de mano, cuando ya estaba vestida, y arreglada, baje al salón cogi el movil y llame a Tomas, nuestro chofer para que viniera a recogerme en la limusina para presentarme en la recepción como la legítima esposa de Giuliano Capri.Cuando
Llegamos a casa Giuliano y yo, nada más entrar, me quité los zapatos ya que tenía doloridos los pies, fui a subir las escaleras para ir a mi dormitorio pero mi marido me bloqueo el paso entre su cuerpo y la pared, beso mi cuello, mi cara, juntando su boca con la mia en un beso lleno de deseo, mientras me arrancaba el tanga— Me has puesto muy celoso esta noche Bianca — me decíaMe levantó una pierna poniéndola en su cadera, se desabrocho la cremallera de su pantalón, sacando su ya duro miembro, me levanto un poco penetrandome con su miembro, embistiendo cada vez más, rodee su nuca con mis manos enredando su pelo,rodeé sus caderas con mis piernas, le bese en el cuello, juntamos nuestras bocas besándonos con lujuria y deseo, mientras sus embestidas me hacían perder la razón por el placer que me hacía sentir llegando casi al unísono los dos al clímax,. poniendo mi marido su cabeza en mi clavícula para gritar su orgasmo, mirándonos a los ojos poco después— ¿Qué me estás haciendo gatita
Aunque tenía la cabeza cubierta por la bolsa, más o menos pude calcular cuanto tiempo tardo el vehículo en parar, me bajaron entre dos hombres cogiendome cada uno de mi brazo, quise correr para intentar huir pero eran muy fuertes, Me quitaron la bolsa y aunque me costó al principio ver bien donde estaba pero poco a poco, pude distinguir que estaba dentro de una nave muy grande llena de mujeres trabajando la cocaína, mientras que los hombres la cargaban en camiones.— Ya llego la princesita,ya te dije que pronto te tendria en mi cama — me dijo Carlos, el hijo del cartel Mexicano— Como mi marido se entere de que has sido tú, no dudara en apretar el gatillo de su arma — le amenace, viendo como Carlos se reíaMe encerraron en una jaula de metal como si yo fuera un animal donde había un colchón en el suelo y perfectamente podía ver casi toda la nave. Las mujeres me miraban mal pero no me preocupaban, pero alguno de los hombres se acercaban a la jaula donde yo estaba mirándome mientras se
Durante una semana fui violada varias veces al día por Carlos, hasta que un día escuche como llegaron varios vehículos, me asomé a la puerta viendo bajar a varios hombres con trajes muy caros y todos armados con fusiles., bajando después una mujer que yo conocía. Cruzamos las miradas la mujer y yo acercándose ella hasta la puerta donde yo estaba escondida — A quien tenemos aquí, tu eres Bianca, la esposa de Giuliano ¿verdad? — me preguntó — Esta chavita italiana es mi morra, y olvidate si piensas que la voy a dejar marchar — dijo Carlos — No seas idiota Carlos, nos servira mejor para nuestro negocio si ella vuelve con el imbecil de Giulano, ella será nuestra conexión para nuestro negocio mi querido chavito y cuando ya no me sirva para nada, te la entregare y podrás hacer lo que quieras con ella — le dijo Adrianna — Entonces de acuerdo, pero no tardes mucho en devolverme a esta zorrita — contestó Carlos, rodeando mi cintura, apretando su boca a la mía, apartandome de él cuando pude
— Bianca soy Adrianna, tienes que hacerme un pequeño trabajo, te mando por mensaje la ubicación de donde tienes que ir y la hora, cuando llegues a la ubicación habrá uno de mis hombres esperando, él te dará las instrucciones, no me falles porque tengo a tus padres en el punto de mira de mi arma y a tu maridito que no se te ocurra decirle nada, aunque sé perfectamente que no te creeria, lo tengo comiendo de mi mano querida — me dijo, terminando la llamada— ¿Quien te ha llamado? — preguntó mi marido— Se han equivocado — le contesté, sonando un pitido poco después en mi móvil recibiendo el mensajePor la tarde se marchó Giuliano a su empresa, me subí al dormitorio, me cambié de ropa y cogiendo mi bolso me marché de la casa temerosa ya que me vieron marcharme casi todos los sicarios de mi marido. Ya fuera en la calle cogí un taxi, diciéndole al conductor dónde quería ir. llegamos a una especie de edificio de oficinas fuera de la ciudad, baje del vehículo y nada más entrar en el edifici
No hizo falta que mi marido me dijera nada, sabía perfectamente lo que me esperaba, casi arrastrándome me subió a la limusina que estaba aparcada enfrente del club, subimos al vehículo y cuando llegamos a casa, volvió a cogerme del brazo con fuerza, subimos al dormitorio, Giuliano cerró la puerta con llave y entonces fue cuando supe lo que iba a suceder. Me miraba mientras se quitaba el cinturón de sus pantalones haciéndome retroceder temerosa, intente correr para encerrarme en el baño pero no me dio tiempo, Giuliano me bloqueo el paso, corrí hasta el otro extremo de la cama suplicando que no lo hiciera, pero su mirada me lo decia todo, se acerco a mi y el primer “zas” de su cinturón pegando en el aire, supe que ya no podía escapar— Mi mujer en un Club sola, puta — “” zas”” el primer azote con el cinturón en mi espalda, me hizo más daño que sus palabras— Delante de mis conocidos, zorra “”zas”,--- sus azotes cada vez eran más fuertesMe dio como diez azotes, arrodillándome en el suel
Cogió mi mano obligándome a levantarme llevándome hasta el dormitorio, cuando entramos cerró la puerta con llave, me puso de espaldas a él besando y mordiendo mi cuello, me gire de pronto apartandome de él.— No me toques, no te lo voy a consentir — le dije viendo como sonreía— Tu no eres quien para prohibirme nada, quiero un heredero y a las buenas o a las malas me lo vas a dar — me dijo acercandose ami cogiendo mis manos tirandome a la cama boca arribaIntente defenderse dándole patadas, puñetazos y todo lo que podía hacer para apartarlo mientras Giuliano se bajaba la cremallera de su pantalón y se ponía encima mia arrancando mis bragas, cogió mis muñecas poniendo mis brazos por encima de mi cabeza con una mano, mientras que con su otra mano cogió mis pómulos apretando su boca con la mía introduciendo con fuerza su miembro dentro de mi, embistiendo una y otra vez con más fuerza.— Tienes el coño caliente y muy mojado, ¿me deseas? – preguntó— No te deseo, te odio y ojala el que no
Por la noche, estaba sentada en el salón leyendo un libro y escuche sonar mi móvil de pronto haciéndome temer por si me llamaba Adrianna, Giuliano que estaba sentado a mi lado, se incorporó cogiendolo él mirando quien me llamaba— Es tu madre contesta — me dijo dándome el móvil— Hola mamá, ¿estás bien? — pregunté preocupada— No hija no estamos bien, han disparado a tu padre y está mal herido, lo han tenido que ingresar está en cuidados intensivos — me dijo llorando— Tranquilízate mamá, voy a coger el primer avión — contesté colgando la llamada— Me tengo que ir a Palermo, mi padre está en la clínica muy mal — le dije a mi marido— Le diré a mi piloto que prepare el avión — me dijo cogiendo su móvilSubí al dormitorio para preparar algo de equipaje, cuando empezó a sonar otra vez mi movil, cuando lo cogi para ver quien me llamaba mis manos me temblaban, — Dime Adrianna — contesté— Siento lo de tu papaito cariño pero estabas avisada, no te negarás la próxima vez que te pida que me