Llegamos a casa Giuliano y yo, nada más entrar, me quité los zapatos ya que tenía doloridos los pies, fui a subir las escaleras para ir a mi dormitorio pero mi marido me bloqueo el paso entre su cuerpo y la pared, beso mi cuello, mi cara, juntando su boca con la mia en un beso lleno de deseo, mientras me arrancaba el tanga
— Me has puesto muy celoso esta noche Bianca — me decía
Me levantó una pierna poniéndola en su cadera, se desabrocho la cremallera de su pantalón, sacando su ya duro miembro, me levanto un poco penetrandome con su miembro, embistiendo cada vez más, rodee su nuca con mis manos enredando su pelo,rodeé sus caderas con mis piernas, le bese en el cuello, juntamos nuestras bocas besándonos con lujuria y deseo, mientras sus embestidas me hacían perder la razón por el placer que me hacía sentir llegando casi al unísono los dos al clímax,. poniendo mi marido su cabeza en mi clavícula para gritar su orgasmo, mirándonos a los ojos poco después
— ¿Qué me estás haciendo gatita? — preguntó
Me dejo despacio en el suelo, poniendo sus brazos a cada lado de mi cabeza, apretando sus labios con los míos hasta dejarme casi sin oxígeno
—¿Qué brujería usas conmigo? cada día te deseo más — me dijo
— Buenas noches — le dije apartando a Giuliano de mi
Estabamos mi marido y yo desayunando en el jardin cuando la sirvienta nos dijo que teníamos una visita, Giulano le dio la orden de que hiciera pasar la visita al jardín
— Buenos días, espero no haberos molestado — nos dijo Dominique
— No, ninguna molestia ¿quieres un café? — preguntó Giuliano
— Si por favor, pero que sea solo — contestó
Giuliano le sirvio una taza de café a Dominique mientras este me cogia la mano besandola
— Estas preciosa, pero sin maquillaje tengo que decir, que me gustas más — me dijo mirándolo mi marido con semblante muy serio
— ¿No quedamos en mi oficina? — le preguntó Giuliano
— Para los negocios querido amigo, no importa el lugar y si, quedamos en tu oficina, pero sabía que a tu preciosa mujer no la vería allí ¿me equivoco? — me preguntó
— La verdad, no conozco la oficina de mi marido, hace poco que nos casamos y aún no conozco muchas cosas de Giuliano — contesté
— ¿Contrato matrimonial? — Preguntó Dominique
— Su padre tenía una deuda demasiado grande y acepte a su hija como pago parcial — contestó Giuliano
— Parcial ¿porque Giuliano? — preguntó
— El pago total será cuando Bianca me de un heredero — contestó
— Comprendo, pero hablemos de negocios, Bianca tengo que volar hasta México, ¿podrías acompañarme? claro que tu Giuliano tambien tendrias que venir, es un alijo de cocaina pura colombiana que nos dejaría bastante beneficio — dijo Dominique
— ¿Cuándo te esperan los colombianos? — preguntó Giuliano
— En dos días tendremos que estar allí, el Cartel es un hombre que desconfía de todo el mundo pero es un buen amigo mío — dijo – y además enseguida se enamorara de tu mujer, y eso querido amigo es muy bueno para este negocio, tener a una mujer guapa y muy inteligente a tu lado, porque según tengo entendido Bianca, tu estudiabas Empresariales y Financiación ¿estoy en lo cierto? — me dijo
— ¿Me has investigado? – pregunte sorprendida– y a tu pregunta, estas en lo cierto — contesté
— Si voy a tener un nuevo socio, me gusta estar informado de todo — me dijo cogiendo mi mano besándola
Me di cuenta que por el semblante de Giuliano, se estaba enfadando con Dominique por momentos, ¿pero quien no?, mi marido tenía una amante y yo tenía un buen amigo.--- pensé –
Como dijo Dominique, dos días después de que viniera a nuestra casa, estábamos volando hacia México en un avión privado de mi marido, durante el vuelo hablaron de cómo eran los colombianos, cuanta cocaína tenían, toda la información que mi marido necesitaba para tratar con ellos. Cuando el avión aterrizó, nos esperaban dos todo terreno con las lunas negras, subimos Dominique, Giuliano y yo a los vehículos marchandonos del aeropuerto. Llegamos poco tiempo después a una casa muy grande en medio de la nada, pero rodeada de hombres muy bien armados.
— Buenas Dominique ¿qué tal el vuelo? — dijo un hombre que salía en ese momento de la casa
— Hola Luis amigo ¿cómo estás? mira deja que te presente a uno de mis socios, Giuliano Capri y su preciosa mujer Bianca — contestó Dominique
Después de los saludos, los hombres entraron en una especie de despacho mientras yo me quedaba fuera de la casa observando.
— Señora, aquí le traigo un refresco — me dijo una muchacha
— Gracias, todo esto es precioso — contesté
— Si y hay mucha paz, mire por el sendero viene Carlos, es el hijo de mi patrón — me dijo
— ¿Y tú cómo te llamas? — pregunté
— Luz, me llamo Luz — dijo
— Encantada Luz, yo me llamo Bianca — dije.
El hijo del Cartel llego hasta donde estaba yo sentada mirándome con extrañeza, me levanté del sillón dirigiéndome a él, dándole la mano
— Hola me llamo Bianca y soy amiga de Dominique — le dije
— ¿Está aquí Dominique? – preguntó
— Si, están dentro con mi marido — le dije
— No son de aquí, ¿verdad? — dijo
— No, venimos de Italia para hablar con tu padre — contesté
— Entonces esta noche haremos una pequeña fiesta de bienvenida, pareces muy joven para estar ya casada — me dijo
— Y tú,¿tienes novia? — pregunté
— No me importaría que fueras tú, eres muy bonita — dijo, acariciando mi mejilla pasando sus dedos por mis labios
— “”Carlos dejala”” — escuche gritar a su padre
— Bueno pues me voy, espero verte pronto, en mi cama — me susurro al oído mientras se reía sarcásticamente
Por la noche nos llevaron a una club que según Luis el cartel regentaba su hijo, en la barra nos pusieron unas bebidas tipicas de Mexico dándome Carlos una de las copas, pero casi una hora después, me puse a bailar como una loca, desprendiendome de casi toda mi ropa, Giuliano se acercó a mí y cogiéndome del brazo me llevó hasta la calle.
— Se puede saber que estás haciendo, eres una mujer casada – me gritó
— Casada y despreciada por su marido, déjame en paz que me estoy divirtiendo — le dije empujandolo
Antes de volver a entrar en la discoteca, paro a nuestro lado un todo terreno negro, bajaron dos hombres que me pusieron una bolsa negra en la cabeza y metiendome en el coche arrancaron sin que Giuliano pudiera hacer nada por mi.
Aunque tenía la cabeza cubierta por la bolsa, más o menos pude calcular cuanto tiempo tardo el vehículo en parar, me bajaron entre dos hombres cogiendome cada uno de mi brazo, quise correr para intentar huir pero eran muy fuertes, Me quitaron la bolsa y aunque me costó al principio ver bien donde estaba pero poco a poco, pude distinguir que estaba dentro de una nave muy grande llena de mujeres trabajando la cocaína, mientras que los hombres la cargaban en camiones.— Ya llego la princesita,ya te dije que pronto te tendria en mi cama — me dijo Carlos, el hijo del cartel Mexicano— Como mi marido se entere de que has sido tú, no dudara en apretar el gatillo de su arma — le amenace, viendo como Carlos se reíaMe encerraron en una jaula de metal como si yo fuera un animal donde había un colchón en el suelo y perfectamente podía ver casi toda la nave. Las mujeres me miraban mal pero no me preocupaban, pero alguno de los hombres se acercaban a la jaula donde yo estaba mirándome mientras se
Durante una semana fui violada varias veces al día por Carlos, hasta que un día escuche como llegaron varios vehículos, me asomé a la puerta viendo bajar a varios hombres con trajes muy caros y todos armados con fusiles., bajando después una mujer que yo conocía. Cruzamos las miradas la mujer y yo acercándose ella hasta la puerta donde yo estaba escondida — A quien tenemos aquí, tu eres Bianca, la esposa de Giuliano ¿verdad? — me preguntó — Esta chavita italiana es mi morra, y olvidate si piensas que la voy a dejar marchar — dijo Carlos — No seas idiota Carlos, nos servira mejor para nuestro negocio si ella vuelve con el imbecil de Giulano, ella será nuestra conexión para nuestro negocio mi querido chavito y cuando ya no me sirva para nada, te la entregare y podrás hacer lo que quieras con ella — le dijo Adrianna — Entonces de acuerdo, pero no tardes mucho en devolverme a esta zorrita — contestó Carlos, rodeando mi cintura, apretando su boca a la mía, apartandome de él cuando pude
— Bianca soy Adrianna, tienes que hacerme un pequeño trabajo, te mando por mensaje la ubicación de donde tienes que ir y la hora, cuando llegues a la ubicación habrá uno de mis hombres esperando, él te dará las instrucciones, no me falles porque tengo a tus padres en el punto de mira de mi arma y a tu maridito que no se te ocurra decirle nada, aunque sé perfectamente que no te creeria, lo tengo comiendo de mi mano querida — me dijo, terminando la llamada— ¿Quien te ha llamado? — preguntó mi marido— Se han equivocado — le contesté, sonando un pitido poco después en mi móvil recibiendo el mensajePor la tarde se marchó Giuliano a su empresa, me subí al dormitorio, me cambié de ropa y cogiendo mi bolso me marché de la casa temerosa ya que me vieron marcharme casi todos los sicarios de mi marido. Ya fuera en la calle cogí un taxi, diciéndole al conductor dónde quería ir. llegamos a una especie de edificio de oficinas fuera de la ciudad, baje del vehículo y nada más entrar en el edifici
No hizo falta que mi marido me dijera nada, sabía perfectamente lo que me esperaba, casi arrastrándome me subió a la limusina que estaba aparcada enfrente del club, subimos al vehículo y cuando llegamos a casa, volvió a cogerme del brazo con fuerza, subimos al dormitorio, Giuliano cerró la puerta con llave y entonces fue cuando supe lo que iba a suceder. Me miraba mientras se quitaba el cinturón de sus pantalones haciéndome retroceder temerosa, intente correr para encerrarme en el baño pero no me dio tiempo, Giuliano me bloqueo el paso, corrí hasta el otro extremo de la cama suplicando que no lo hiciera, pero su mirada me lo decia todo, se acerco a mi y el primer “zas” de su cinturón pegando en el aire, supe que ya no podía escapar— Mi mujer en un Club sola, puta — “” zas”” el primer azote con el cinturón en mi espalda, me hizo más daño que sus palabras— Delante de mis conocidos, zorra “”zas”,--- sus azotes cada vez eran más fuertesMe dio como diez azotes, arrodillándome en el suel
Cogió mi mano obligándome a levantarme llevándome hasta el dormitorio, cuando entramos cerró la puerta con llave, me puso de espaldas a él besando y mordiendo mi cuello, me gire de pronto apartandome de él.— No me toques, no te lo voy a consentir — le dije viendo como sonreía— Tu no eres quien para prohibirme nada, quiero un heredero y a las buenas o a las malas me lo vas a dar — me dijo acercandose ami cogiendo mis manos tirandome a la cama boca arribaIntente defenderse dándole patadas, puñetazos y todo lo que podía hacer para apartarlo mientras Giuliano se bajaba la cremallera de su pantalón y se ponía encima mia arrancando mis bragas, cogió mis muñecas poniendo mis brazos por encima de mi cabeza con una mano, mientras que con su otra mano cogió mis pómulos apretando su boca con la mía introduciendo con fuerza su miembro dentro de mi, embistiendo una y otra vez con más fuerza.— Tienes el coño caliente y muy mojado, ¿me deseas? – preguntó— No te deseo, te odio y ojala el que no
Por la noche, estaba sentada en el salón leyendo un libro y escuche sonar mi móvil de pronto haciéndome temer por si me llamaba Adrianna, Giuliano que estaba sentado a mi lado, se incorporó cogiendolo él mirando quien me llamaba— Es tu madre contesta — me dijo dándome el móvil— Hola mamá, ¿estás bien? — pregunté preocupada— No hija no estamos bien, han disparado a tu padre y está mal herido, lo han tenido que ingresar está en cuidados intensivos — me dijo llorando— Tranquilízate mamá, voy a coger el primer avión — contesté colgando la llamada— Me tengo que ir a Palermo, mi padre está en la clínica muy mal — le dije a mi marido— Le diré a mi piloto que prepare el avión — me dijo cogiendo su móvilSubí al dormitorio para preparar algo de equipaje, cuando empezó a sonar otra vez mi movil, cuando lo cogi para ver quien me llamaba mis manos me temblaban, — Dime Adrianna — contesté— Siento lo de tu papaito cariño pero estabas avisada, no te negarás la próxima vez que te pida que me
— ¿Señora Capelli? Soy el inspector Rossi, perdón que la inoportune pero necesito hablar con usted, en relación a lo que le ha pasado a su padre — me dijo un hombre que se nos acercó a nosotras, muy bien vestido. — Mamá espérame en la sala, ahora iré yo por favor — le dije a mi madre Mi madre entró en la clínica, quedándome fuera en la calle con la policía. — ¿Damos un paseo? — me dijo — Usted dirá, poco podre decir ya que no me encontraba en Palermo cuando sucedió – dije — ¿Bianca sabe si su padre, tiene algún enemigo que quiere verle muerto? sé que su boda con Giuliano Capelli no fue por amor, — me dijo — Pero le puedo asegurar que mi marido no ha sido quien ha apretado el gatillo, estaba conmigo en Milán cuando sucedió — respondí — Según el testigo que tenemos, vio cómo disparaban a su padre y según parece ser fue una mujer quien lo apretó, Bianca ¿Tenía su padre algún lío de faldas? — Inspector mi padre nunca le haría eso a mi madre, para él su mayor tesoro fuimos siempre
Llame a Giuliano desde el avión para decirle que ya volvía a Milan, cuando llegamos baje las escalinatas viendo la limusina en la misma pista y a mi marido apoyado en una de las puertas del vehículo. Me acerqué a él, rodeando su cuello con mis manos besando sus dulces labios, rodeando Giuliano mi cuerpo con sus fuertes brazos.— Te he echado de menos princesa — me dijo— Yo también, estaba deseando volver a tu lado — respondí— ¿Cómo está tu padre? — preguntó— Está bien, dentro de dos días le darán el alta — contestéSubimos a la limusina marchandonos a nuestra casa, ya en casa subí al dormitorio, entre en el cuarto de baño para ducharme, me quite toda la ropa sintiendo segundos después las manos de mi marido acariciando mis hombros y sus labios mi piel besandome, me fui a girar para ponerme frente a él pero me lo impidió, — Te necesito Bianca, no te gires dejame a mi darte placer — me dijoSus manos recorrieron mis pechos, y todo mi cuerpo haciéndome gemir y desearlo cada vez más,