Llame a Giuliano desde el avión para decirle que ya volvía a Milan, cuando llegamos baje las escalinatas viendo la limusina en la misma pista y a mi marido apoyado en una de las puertas del vehículo. Me acerqué a él, rodeando su cuello con mis manos besando sus dulces labios, rodeando Giuliano mi cuerpo con sus fuertes brazos.— Te he echado de menos princesa — me dijo— Yo también, estaba deseando volver a tu lado — respondí— ¿Cómo está tu padre? — preguntó— Está bien, dentro de dos días le darán el alta — contestéSubimos a la limusina marchandonos a nuestra casa, ya en casa subí al dormitorio, entre en el cuarto de baño para ducharme, me quite toda la ropa sintiendo segundos después las manos de mi marido acariciando mis hombros y sus labios mi piel besandome, me fui a girar para ponerme frente a él pero me lo impidió, — Te necesito Bianca, no te gires dejame a mi darte placer — me dijoSus manos recorrieron mis pechos, y todo mi cuerpo haciéndome gemir y desearlo cada vez más,
Por la noche para ir a la cena Giuliano se pusso un traje de color azul resaltandole sus preciosos ojos, con una camisa blanca, yo me puse un vestido color ocre claro, cruzado por delante y espalda descubiertas, con tacones de aguja, baje las escaleras viendo en la mirada de Giuliano un brillo, haciendome tener un escalofrio desde mi entrepierna hasta mi cabeza deseandolo.— Estas impresionante — me dijo— Tu estas demasiado guapo, te comerán las mujeres de tus socios con la mirada — le dije — La única que quiero que me coma eres tú — me dijo rodeando mi cintura, juntando sus labios con los míos, besandome con pasión y lujuria.Nos separamos y salimos de la casa subiendo a la limusina, cuando llegamos nuestro chofer nos abrió la puerta ayudandome Giuliano a bajar del vehículo, entramos en la mansión recibiendonos los anfitriones en la misma entrada.— Bianca cariño, te presento a Luciano y Fiorella, — dijo Giuliano— Es un placer estar aquí — les dije — El placer es nuestro querida,
Al día siguiente cuando me desperté vi que estaba durmiendo a mi lado mi marido, me levanté despacio para no despertarlo, entre en el cuarto de baño, me quite la ropa para ducharme, cuando terminé cogi la toalla grande enredándola en mi cuerpo, cuando entre otra vez en el dormitorio Giuliano ya estaba despierto mirándome muy serio. — ¿Vas a algún sitio? — me preguntó — No, me ha despertado la luz que entra por la terraza y me he levantado, no quería molestarte — contesté —Ven aquí — me dijo Me acerque a mi marido sentandome al lado suyo en la cama,se sentó en la cama y acaricio mi mejilla con sus dedos, acercando su boca a la mía, besandome como si fuera la primera vez, — Vas a mamarmela como una buena puta que eres y quiero correrme en tu boca — me susurro en el oído — Yo no sé hacerlo y por favor déjame — le contesté intentando apartarme de su fuerte agarre — Eres mi mujer y tienes que complacerme, quiero sentir ya, tu caliente boca en mi polla — dijo Puso su mano en mi nuca
Cogida del brazo de Angelo, salimos de la habitación dirigiendonos al ascensor para subir a la última planta donde era la reunión de los narcotraficantes, cuando paro y se abrieron las puertas me fije en cada uno de los hombres que allí se encontraba rodeados por sus sicarios, nos acercamos a ellos presentandome Angelo como su socia principal, nos sentamos todos alrededor de una mesa que había y empezaron los hombres a hablar de sus condiciones. Angelo les expuso las suyas mientras los demás no apartaban la vista de mi.— Doscientos kilos te puedes llevar en este viaje y habrá más pero con una condición, que tu socia aquí presente venga en cada recogida — dijo uno de ellos— Vengo a por más Botelli, no hemos hecho un viaje muy largo para tan poca cocaína necesito más, doscientos los tengo ya pedidos, quiero quinientos o no hay trato — dijo Angelo— Ahora mismo es mucho Angelo, no queremos que los de la DEA —-— Me da lo mismo, quinientos o nada — contestó Angelo sin dejar hablar al ho
Nos fuimos por la noche del hotel, subimos a la limusina que estaba aparcada en la puerta llevándonos el chofer al aeropuerto, subimos al avión y cuando nos sentamos en los sillones me dirigí a Angelo.— Quiero irme a Palermo, me quedaré con mis padres hasta que las señales que tengo en mi espalda desaparezcan — le dije— No quieres problemas con tu marido ¿no es eso? — preguntó— Eso es, Adrianna quiere que nos divorciemos pero yo amo a Giuliano y no le será fácil, separarme de él — le contesté— Está bien, te llevaré a Palermo con tus padres, te llamaré si hay algo, aunque con Adrianna nunca se sabe — me dijoDespués de que aterrizara el avión, nos subimos al coche que nos esperaba en la pista de aterrizaje, dirigiéndose hacia Palermo, cuando llegamos Angelo me cogió del brazo acercando sus labios a los míos juntandolos durante unos segundos.— Cuidate ¿vale? — me dijoBaje del vehículo y me acerque a la puerta de la casa donde vivían mis padres, toque el timbre abriendo mi madre,
La cena estuvo muy amena, salvo las caricias en mi entrepierna que Alessandro me daba con una de sus manos, poniendome en compromiso delante de Giuliano, aunque este no se daba cuenta de lo que me pasaba. Me disculpe con los tres para acercarme al cuarto de baño y refrescarme un poco, pero me acompaño Adrianna, poniéndome dentro más nerviosa.— ¿Cómo se portó contigo Alessandro en la cama? según he escuchado es un verdadero león — me dijo— No lo sé, acuéstate con él y me lo cuentas a mí — contesté— Yo nada más quiero que me caliente mi cama Giuliano, ese si que es un tigre — me dijo— ¿Intentas darme celos? que sepas que no lo consigues, soy su esposa y ese es el título que a ti te falta — contesté enfadada— Mañana a las cinco te espero en el almacén y monina que diría Giuliano si le enseño el video que tengo, su mujercita follando con uno de sus socios en un hotel de México, estaría bien colgarlo en las redes sociales, entonces veriamos quien seria la verdadera esposa de Giuliano
Salí del edificio y pare el primer taxi que vi, necesitaba llegar antes que Giuliano a mi casa ya que no me apetecía dar explicaciones, subí al taxi dándole al conductor la dirección de mi casa, cuando llegamos le hice parar en el exterior, baje del vehículo y dando un pequeño paseo llegue a la casa, cuando entre en ella, vi a mi marido en el salón con una botella de whisky en la mesita y un vaso casi lleno del mismo licor en su mano.— ¿De dónde vienes a estas horas? — me preguntó— Me ha apetecido dar una vuelta, has venido muy pronto — contesté— Llevo casi dos horas esperándote, tenemos que ir a una recepción de socios, vamos a vestirnos sabes que no me gusta llegar tarde cuando tengo una cita — dijo levantándose del sillón y acercándose hacia donde yo me encontraba, cogiendo mi mano llevándome con él.Entramos los dos en el dormitorio, me fui quitando la ropa mientras me acercaba al cuarto de baño para ducharme, entre y abri los grifos dejando correr el agua mientras terminaba de
Despues de vestirme, salí corriendo de la habitación llorando, cogi el ascensor bajando a donde estaban todos los invitados pasando antes por el baño, para arreglarme un poco, sali despues buscando a mi marido viendo como bailaba con Adrianna muy pegados los dos comiéndole ella su cuello lamiendo a mi marido sus labios mientras los dos se reían disfrutando del baile. me fui a la calle y aunque vi a Tomas, el chofer y la limusina preferí coger un taxi. En mi casa, preparé la bañera con el agua más bien caliente, me desnude metiendome en ella hasta la cabeza, en ese momento hubiera preferido morir, tenía un marido que no me amaba, su amante que me amenazaba con matar a mis padres si no hacía lo que ella me pedía y una vida que no quería vivirla de esa forma. Abri los ojos poco a poco sin saber donde me encontraba, viendo siluetas que se movian pero no las podía reconocer. — Ya está despertando, llama al doctor — escuche a mi madre — ¿Mamá, eres tú? — pregunté — Si cariño, gracias a D