Salí del edificio y pare el primer taxi que vi, necesitaba llegar antes que Giuliano a mi casa ya que no me apetecía dar explicaciones, subí al taxi dándole al conductor la dirección de mi casa, cuando llegamos le hice parar en el exterior, baje del vehículo y dando un pequeño paseo llegue a la casa, cuando entre en ella, vi a mi marido en el salón con una botella de whisky en la mesita y un vaso casi lleno del mismo licor en su mano.— ¿De dónde vienes a estas horas? — me preguntó— Me ha apetecido dar una vuelta, has venido muy pronto — contesté— Llevo casi dos horas esperándote, tenemos que ir a una recepción de socios, vamos a vestirnos sabes que no me gusta llegar tarde cuando tengo una cita — dijo levantándose del sillón y acercándose hacia donde yo me encontraba, cogiendo mi mano llevándome con él.Entramos los dos en el dormitorio, me fui quitando la ropa mientras me acercaba al cuarto de baño para ducharme, entre y abri los grifos dejando correr el agua mientras terminaba de
Despues de vestirme, salí corriendo de la habitación llorando, cogi el ascensor bajando a donde estaban todos los invitados pasando antes por el baño, para arreglarme un poco, sali despues buscando a mi marido viendo como bailaba con Adrianna muy pegados los dos comiéndole ella su cuello lamiendo a mi marido sus labios mientras los dos se reían disfrutando del baile. me fui a la calle y aunque vi a Tomas, el chofer y la limusina preferí coger un taxi. En mi casa, preparé la bañera con el agua más bien caliente, me desnude metiendome en ella hasta la cabeza, en ese momento hubiera preferido morir, tenía un marido que no me amaba, su amante que me amenazaba con matar a mis padres si no hacía lo que ella me pedía y una vida que no quería vivirla de esa forma. Abri los ojos poco a poco sin saber donde me encontraba, viendo siluetas que se movian pero no las podía reconocer. — Ya está despertando, llama al doctor — escuche a mi madre — ¿Mamá, eres tú? — pregunté — Si cariño, gracias a D
Giulano se dio cuenta enseguida de mi reacción, me cogio en brazos tumbandome despacio en la cama, se sentó a mi lado, besando mi cuello, mis hombros, mis mejillas, acariciando mi entre pierna con su mano, mi sexo por encima de mis bragas, mientras yo atraia a mi boca su boca, enredando mis dedos en su pelo. Poco a poco nos fuimos desnudando, aunque yo estaba un poco reacia ya que las heridas aún seguian presentes, pero lo deseaba como jamás había deseado a mi marido desde que nos casamos. Abri mis piernas dándole paso a sus dedos sintiéndome llena cuando los note en mi interior mientras estimulaba con su dedo pulgar mi clítoris, haciéndome gemir de placer — Voy a ir despacio, no quiero hacerte daño, — me susurro en el oído haciendo que lo deseara todavía más Sentir su miembro en la entrada de mi ser hizo que yo misma lo apretara contra mi cuerpo, poniéndome encima de él para cabalgar con todo mi ser, escuchando como gemia y me pedia que fuera mas fuerte, hasta que el clímax nos hiz
Cuatro días habían pasado desde que deje Milan huyendo de Adrianna y de mi marido, viviendo con mis padres en su casa en la ciudad de Palermo, cuando estaba ayudando a mi madre a hacer la comida y tocaron al timbre de la casa, fui a abrir la puerta sin preguntar quedando inmovil cuando vi a Giuliano al otro lado de la puerta mirándome muy serio teniendo su mano apoyada en el marco de la puerta.— Giuulano — pude decir temerosa— La limusina nos espera, nos vamos a casa — me dijo cogiendo mi brazo y estirando de el para sacarme de la casa— Suéltame, no pienso irme necesito estar unos días sin ti — le grite— No voy a discutir contigo, he dicho que te vienes conmigo y no lo voy a repetir — me dijo de forma amenazanteMi madre salió enseguida de la cocina al escucharme hablar fuerte, para ver con quien estaba discutiendo— Giuliano ¿que haces aqui? — preguntó mi madre— Vengo a llevarme a mi esposa, no se entrometa — contestó él— Deja a mi hija ¿no les has hecho bastante daño? casi la
Una vez que mi madre le dio a la recepcionista mis datos, volvió donde estábamos sentados Andre y yo sentándose a mi lado cogiendo mi mano, no sé cuánto tiempo estuvimos esperando, pero cuando una enfermera dio mi nombre, nos levantamos mi madre y yo esperandonos en la sala Andre, acompañamos a la enfermera hasta la consulta de un doctor, entramos sentandonos en una de las sillas que habían. — Buenas, soy el doctor Bellucci, me ha dicho mi enfermera que venía por náuseas y fuertes vómitos, ¿no es así? — preguntó — Sí señor, no puedo retener nada en mi estomago ya que lo vomito todo — contesté — Bianca, ¿puede ser que esté embarazada? ¿Tiene relaciones con algún hombre? — preguntó — Estoy casada doctor, y no le puedo asegurar que este embarazada, pues hace un mes que deje a mi marido por problemas psicológicos — contesté — Le entiendo, le haremos un análisis para descartar y tome este tarrito, vaya un momento al cuarto de baño, necesito que haga un poco de pipi y me lo traiga, en u
El chofer nos llevó hasta una pista de aterrizaje donde estaba el avión privado de mi marido. Una vez que llegamos a Milán, subimos a la limusina que nos esperaba en la misma pista, marchandonos a nuestra casa, cuando llegamos me fui a nuestro dormitorio subiendo mi equipaje el chofer, entre en el cuarto de baño corriendo ya que las nauseas se hicieron presentes nada más llegar, vomitando vi a mi marido detrás de mi, me lave la cara y los dientes girando para salir del cuarto de baño bloqueando mi paso Giuliano.— ¿Qué te ocurre,? ¿Estas enferma? — preguntó— No, ha sido solo el viaje, tranquilo estoy bien — le dije mirándonos los dos a los ojosGiuliano se acerco a mi rodeando mi cuerpo con sus brazos, beso mi cuello juntando despues nuestros labios besandome con pasión, me cogio en brazos tumbandome en la cama con él, acaricio mi entrepierna hasta mi sexo sin separar sus labios de los mios, puse mis manos en su nuca enredando su pelo en mis dedos.— No te vuelvas a marchar, te he e
Adrianna se levantó enseguida de la cama muy enfadada mirándonos las dos, parecía que hubiera visto al mismo diablo mientras yo me acercaba a ella, no me importaba estar desnuda pues quería demostrarle que Giuliano a partir de ese mismo día era solo mío, mi amante, mi marido, mi todo y que ella no era ya nadie para él. Me acerqué tanto a ella que podía sentir su aliento en mi cara, sonreí sarcásticamente demostrando que ya no le tenía miedo y que sus amenazas hacia a mi ya no me afectan.— Voy a darle a mi marido un hijo y no quiero que te acerques más a él si no es porque tengas que decirle algo sobre vuestros negocios ¿comprendes? nunca lo toques ni lo beses en mi presencia o seré tu peor pesadilla Adrianna, ahora lárgate de mi dormitorio y de mi casa — le dije muy seria— Esto no quedara asi, no me conoces tambien como crees, puta — me dijo Se acercó a Giuliano antes de marcharse, fue a acariciar su mejilla pero él le cogió el brazo para que no lo tocara apartándola de su lado, mi
Adrianna colgó la llamada inmediatamente después de darme las instrucciones, me quedé unos segundos con el móvil en la mano mirando al vacío, dándose cuenta enseguida el doctor y Giuliano.— ¿Quién te ha llamado Bianca? te has quedado pálida mi amor — me dijo mi marido acariciando mi mejilla con sus dedos— No pasa nada, se han equivocado, necesito ir al baño — le respondí sintiendo cada vez más fuertes las náuseasMe levanté enseguida de la silla, saliendo a toda prisa de la consulta sintiendo que no llegaría a tiempo al cuarto de baño, entre en él y sin que me diera tregua las nauseas, vomite cerca del inodoro, perdiendo por un momento el conocimiento al mismo tiempo que me parecía escuchar a lo lejos la voz de mi marido llamándome .Abrí los ojos despacio fijandome que estaba en la misma camilla, donde me encontraba hace unos minutos cuando el médico me hizo la ecografía, teniendo Giuliano mi mano cogida y el médico escuchando mis latidos— Ya te has despertado, qué susto nos has d