Durante una semana fui violada varias veces al día por Carlos, hasta que un día escuche como llegaron varios vehículos, me asomé a la puerta viendo bajar a varios hombres con trajes muy caros y todos armados con fusiles., bajando después una mujer que yo conocía. Cruzamos las miradas la mujer y yo acercándose ella hasta la puerta donde yo estaba escondida — A quien tenemos aquí, tu eres Bianca, la esposa de Giuliano ¿verdad? — me preguntó — Esta chavita italiana es mi morra, y olvidate si piensas que la voy a dejar marchar — dijo Carlos — No seas idiota Carlos, nos servira mejor para nuestro negocio si ella vuelve con el imbecil de Giulano, ella será nuestra conexión para nuestro negocio mi querido chavito y cuando ya no me sirva para nada, te la entregare y podrás hacer lo que quieras con ella — le dijo Adrianna — Entonces de acuerdo, pero no tardes mucho en devolverme a esta zorrita — contestó Carlos, rodeando mi cintura, apretando su boca a la mía, apartandome de él cuando pude
— Bianca soy Adrianna, tienes que hacerme un pequeño trabajo, te mando por mensaje la ubicación de donde tienes que ir y la hora, cuando llegues a la ubicación habrá uno de mis hombres esperando, él te dará las instrucciones, no me falles porque tengo a tus padres en el punto de mira de mi arma y a tu maridito que no se te ocurra decirle nada, aunque sé perfectamente que no te creeria, lo tengo comiendo de mi mano querida — me dijo, terminando la llamada— ¿Quien te ha llamado? — preguntó mi marido— Se han equivocado — le contesté, sonando un pitido poco después en mi móvil recibiendo el mensajePor la tarde se marchó Giuliano a su empresa, me subí al dormitorio, me cambié de ropa y cogiendo mi bolso me marché de la casa temerosa ya que me vieron marcharme casi todos los sicarios de mi marido. Ya fuera en la calle cogí un taxi, diciéndole al conductor dónde quería ir. llegamos a una especie de edificio de oficinas fuera de la ciudad, baje del vehículo y nada más entrar en el edifici
No hizo falta que mi marido me dijera nada, sabía perfectamente lo que me esperaba, casi arrastrándome me subió a la limusina que estaba aparcada enfrente del club, subimos al vehículo y cuando llegamos a casa, volvió a cogerme del brazo con fuerza, subimos al dormitorio, Giuliano cerró la puerta con llave y entonces fue cuando supe lo que iba a suceder. Me miraba mientras se quitaba el cinturón de sus pantalones haciéndome retroceder temerosa, intente correr para encerrarme en el baño pero no me dio tiempo, Giuliano me bloqueo el paso, corrí hasta el otro extremo de la cama suplicando que no lo hiciera, pero su mirada me lo decia todo, se acerco a mi y el primer “zas” de su cinturón pegando en el aire, supe que ya no podía escapar— Mi mujer en un Club sola, puta — “” zas”” el primer azote con el cinturón en mi espalda, me hizo más daño que sus palabras— Delante de mis conocidos, zorra “”zas”,--- sus azotes cada vez eran más fuertesMe dio como diez azotes, arrodillándome en el suel
Cogió mi mano obligándome a levantarme llevándome hasta el dormitorio, cuando entramos cerró la puerta con llave, me puso de espaldas a él besando y mordiendo mi cuello, me gire de pronto apartandome de él.— No me toques, no te lo voy a consentir — le dije viendo como sonreía— Tu no eres quien para prohibirme nada, quiero un heredero y a las buenas o a las malas me lo vas a dar — me dijo acercandose ami cogiendo mis manos tirandome a la cama boca arribaIntente defenderse dándole patadas, puñetazos y todo lo que podía hacer para apartarlo mientras Giuliano se bajaba la cremallera de su pantalón y se ponía encima mia arrancando mis bragas, cogió mis muñecas poniendo mis brazos por encima de mi cabeza con una mano, mientras que con su otra mano cogió mis pómulos apretando su boca con la mía introduciendo con fuerza su miembro dentro de mi, embistiendo una y otra vez con más fuerza.— Tienes el coño caliente y muy mojado, ¿me deseas? – preguntó— No te deseo, te odio y ojala el que no
Por la noche, estaba sentada en el salón leyendo un libro y escuche sonar mi móvil de pronto haciéndome temer por si me llamaba Adrianna, Giuliano que estaba sentado a mi lado, se incorporó cogiendolo él mirando quien me llamaba— Es tu madre contesta — me dijo dándome el móvil— Hola mamá, ¿estás bien? — pregunté preocupada— No hija no estamos bien, han disparado a tu padre y está mal herido, lo han tenido que ingresar está en cuidados intensivos — me dijo llorando— Tranquilízate mamá, voy a coger el primer avión — contesté colgando la llamada— Me tengo que ir a Palermo, mi padre está en la clínica muy mal — le dije a mi marido— Le diré a mi piloto que prepare el avión — me dijo cogiendo su móvilSubí al dormitorio para preparar algo de equipaje, cuando empezó a sonar otra vez mi movil, cuando lo cogi para ver quien me llamaba mis manos me temblaban, — Dime Adrianna — contesté— Siento lo de tu papaito cariño pero estabas avisada, no te negarás la próxima vez que te pida que me
— ¿Señora Capelli? Soy el inspector Rossi, perdón que la inoportune pero necesito hablar con usted, en relación a lo que le ha pasado a su padre — me dijo un hombre que se nos acercó a nosotras, muy bien vestido. — Mamá espérame en la sala, ahora iré yo por favor — le dije a mi madre Mi madre entró en la clínica, quedándome fuera en la calle con la policía. — ¿Damos un paseo? — me dijo — Usted dirá, poco podre decir ya que no me encontraba en Palermo cuando sucedió – dije — ¿Bianca sabe si su padre, tiene algún enemigo que quiere verle muerto? sé que su boda con Giuliano Capelli no fue por amor, — me dijo — Pero le puedo asegurar que mi marido no ha sido quien ha apretado el gatillo, estaba conmigo en Milán cuando sucedió — respondí — Según el testigo que tenemos, vio cómo disparaban a su padre y según parece ser fue una mujer quien lo apretó, Bianca ¿Tenía su padre algún lío de faldas? — Inspector mi padre nunca le haría eso a mi madre, para él su mayor tesoro fuimos siempre
Llame a Giuliano desde el avión para decirle que ya volvía a Milan, cuando llegamos baje las escalinatas viendo la limusina en la misma pista y a mi marido apoyado en una de las puertas del vehículo. Me acerqué a él, rodeando su cuello con mis manos besando sus dulces labios, rodeando Giuliano mi cuerpo con sus fuertes brazos.— Te he echado de menos princesa — me dijo— Yo también, estaba deseando volver a tu lado — respondí— ¿Cómo está tu padre? — preguntó— Está bien, dentro de dos días le darán el alta — contestéSubimos a la limusina marchandonos a nuestra casa, ya en casa subí al dormitorio, entre en el cuarto de baño para ducharme, me quite toda la ropa sintiendo segundos después las manos de mi marido acariciando mis hombros y sus labios mi piel besandome, me fui a girar para ponerme frente a él pero me lo impidió, — Te necesito Bianca, no te gires dejame a mi darte placer — me dijoSus manos recorrieron mis pechos, y todo mi cuerpo haciéndome gemir y desearlo cada vez más,
Por la noche para ir a la cena Giuliano se pusso un traje de color azul resaltandole sus preciosos ojos, con una camisa blanca, yo me puse un vestido color ocre claro, cruzado por delante y espalda descubiertas, con tacones de aguja, baje las escaleras viendo en la mirada de Giuliano un brillo, haciendome tener un escalofrio desde mi entrepierna hasta mi cabeza deseandolo.— Estas impresionante — me dijo— Tu estas demasiado guapo, te comerán las mujeres de tus socios con la mirada — le dije — La única que quiero que me coma eres tú — me dijo rodeando mi cintura, juntando sus labios con los míos, besandome con pasión y lujuria.Nos separamos y salimos de la casa subiendo a la limusina, cuando llegamos nuestro chofer nos abrió la puerta ayudandome Giuliano a bajar del vehículo, entramos en la mansión recibiendonos los anfitriones en la misma entrada.— Bianca cariño, te presento a Luciano y Fiorella, — dijo Giuliano— Es un placer estar aquí — les dije — El placer es nuestro querida,