Noémi perdió la sonrisa amable, la cansada y hasta la de trabajo en un solo segundo mientras se imaginaba aquel paisaje en particular. —¿Sabe qué? ¡Mejor voy yo! ¡Es que es un poco bruto, ¿usted sabe?! ¡Y está mojado, no debería seguir mojado...! —soltó la retahíla antes de ir por donde se había pe
Era un reto descarado, el problema era que Noémi no tenía con qué sostenerlo y Levi lo sabía. La conocía mejor de lo que había creído, y aquella cama calentita más todo el agotamiento que tenía acumulado le interrumpieron el discurso del orgullo feminista al minuto y medio, y a los dos minutos ya es
—Pero señorita, usted no está comiendo —protestó Isak. —Claro que sí está comiendo... a ver di "Aaaaaa". —Antes de que Noémi pudiera protestar, Levi puso un tenedor con pasta en su boca y ella estaba colorada pero comiendo. Noémi venía de una familia grande, así que estaba acostumbrada al revuelo,
Noémi golpeó a Levi con fuerza en un brazo, sorprendida por su declaración. —¡¿Qué dijiste?! —Sus ojos se encontraron con los de él, y ella vio la sinceridad de su mirada—. Tú no te quieres la vida ¿verdad? ¡Después de todo lo que ha pasado, después de que me dejaste...! ¡¿Crees que te voy a perdon
Caer sobre la alfombra fue lo más sencillo, no dejarse arrastrar por el sueño, fue la parte difícil, pero Levi había hecho aquella propuesta en serio y no estaba dispuesto a desistir. —Cásate conmigo, Noe, por favor cásate conmigo, te prometo que voy a hacer que nunca te arrepientas de elegirme —le
Todos los sabían. Ahora absolutamente todo el mundo sabía lo que estaba pasando entre ellos, pero Noémi parecía muy conforme con eso. La vida se iba des complicando poco a poco, la familia seguía reuniéndose y faltando dos días para el primer año de Peter, Levi puso frente a ella aquel documento. E
Chiara Keller jamás fue un angelito, era una reina. Como una de las CEO del mayor banco de Suiza, tenía más carácter y astucia que muchos de los hombres que conocía, y ninguna de sus relaciones llegaba a nada serio. Quizás por eso conocer al Director de Crimen Organizado de la CIA fue algo tan memor
—Bien, si estás tan necesitado puedo dejar que te me trepes por una pierna en el avión, pero ahora vas a venir conmigo y vas a poner todos esos recursos que tienes en función de encontrar a mi hermano —replicó con determinación. Jhon la miró directo a los ojos. —¿Tu hermano? —Zack Keller. Tengo