Los ojos de Noémi destellaron de rabia y el eco de aquella bofetada se escuchó en toda la casa mientras ella apretaba el puño porque la palma se había quedado doliéndole. —No permitas que mi amabilidad te confunda —siseó—. A mí me falta al respeto quien me da la gana, y tú eres la última persona en
Veinticuatro horas. Noémi se dio veinticuatro horas para llorar porque en el fondo también era humana. Fue al aeropuerto, vio a Levi y a Peter tomar aquel vuelo y aceptó, porque no le quedaba otra opción, que su camino y el de Levi iban a separarse. Aceptó que no podía hacer nada para cambiar eso, y
Ella asintió y cerró los ojos antes de quedarse rendida por un ratito. Para Noémi era difícil ver a su hermana, más cuando sabía que no merecía estar en aquella situación, pero no podía hacer nada, solo esperar a que cumpliera la sentencia que le habían dado. Nino había movido cielo y contactos pod
Levi ya había conocido Oslo, le encantaba; al final era un animalito de frío, donde hubiera nieve, ese era su lugar. El señor Larsen lo recibió con atenciones que Levi jamás había soñado, lo llevó de paseo por la ciudad para que conociera los lugares más bellos de Oslo, y luego siguieron hacia las
El salón de la mansión de la montaña comenzó a llenarse de trofeos y muy pronto. Precisamente, Oskar Larsen había venido a celebrar uno de los últimos logros, e invitó a Levi a sentarse en la terraza a beber unos tragos mientras los muchachos preparaban un asado. —Ten. Este es un regalo especial —d
Levi ni siquiera era capaz de pensar mientras abordaba aquel avión hacia Zúrich, solo sabía que donde volver a pisar tierra, allí estaría Noémi. Estaba decidido a encontrarla y, a pesar de las muchas cosas que tenía en contra en aquel momento, estaba decidido a hablar con ella. Cerró los ojos y tra
Estaba a mitad del segundo vaso de whisky, probándose el infernal vestido, cuando tocaron a la puerta, y Noémi abrió lanzando los tacones a un lado. —¿Qué quier...? —Se quedó muda cuando vio a aquel hombre frente a ella, pero respiró profundo y levantó la barbilla con expresión neutra—. Levi. ¿Qué
Levi sintió como si lo estuviera golpeando o algo peor. —Noe... ¿qué estás haciendo? —murmuró con desesperación intentando acercarse a ella—. Entiendo que esto fue un negocio, ahora entiendo que tenías que salvar a tu familia... pero si ese hombre te exigió que te casaras con él por ayudarte, si tú