Cristina cerró los ojos con fuerza al escuchar la puerta de su celda abrirse por completo. Detestaba el sonido que causaba la celda al abrirse. Era un sonido metálico que le penetraba por completo los oídos. Estaba harta de seguir estando encerrada en aquel lugar, quería salir de ese lugar y poder ir a terminar las cosas que quería hacer. Estaba totalmente segura de qué iba tener que desperdiciar toda su vida en esa celda. Había pensado que Santiago iba a hacer algo por ella, porque le había dicho que la amaba pero en realidad sólo lo había engañado. Sentía que día tras día la soledad cada vez comenzaba atormentarla más y ya estaba harta. Ya no quería continuar viviendo en esa celda, quería exigir por completo los derechos que tenía como millonaria. Quería hablar con su madre para que exigiera una mejor celda para ella. Ya no quería estar en esa celda oxidada. No estaba completamente segura si realmente podía solicitar un cambio de celda pero incluso si no estaba segura, lo iba a exi
El guardia de seguridad ni siquiera le tuvo que decir dos veces a Cristina que avanzara hacia la celda porque ella simplemente se puso a caminar por donde había venido pero esta vez con muchísima menos seguridad que antes o mejor dicho con una seguridad totalmente inexistente.—¿Te darán dinero?—preguntó el guardia mientras caminaba tras de ella. El dinero le interesaba, necesitaba realmente saber si Cristina iba a recibir dinero porque si no se movía rápidamente otros guardias de seguridad y van a terminar tomando el dinero que claramente quería para él. Cristina no respondió esa pregunta y simplemente continuó caminando hacia el lugar donde se la pasaba todo el tiempo.— ¿No escuchaste? —No voy a recibir dinero— respondió ella. Doblando en un pasillo que la conducía directamente hacia su celda. —¿Por qué? —Mi madre no me ha querido dar dinero— dijo ella por último. Entrando en su celda mientras se dirigía rápidamente hacia su dura cama de metal. —Ya veo—susurró el guardia— entonc
Harry se encontraba acostado sobre su cama cuando su celular de negocios comenzó a vibrar, le parecía realmente extraño que le estuvieran llamando por teléfono a esas horas y especialmente a él cuando se suponía que estaba descansando por todas las heridas que tenía que sanar en su cuerpo. se encontraba solo en su habitación así que sin pensarlo demasiado decidió tomar el teléfono celular y llevárselo a la oreja para poder contestar aquella llamada que le estaban haciendo. Al responder lo primero que puedo escuchar fue la sirena de una ambulancia, no era que no estuviera acostumbrado a escuchar esa clase de sirenas en una llamada pero sí que le seguía sorprendiendo cada vez que la escuchaba porque eso le confirmaba totalmente qué se trataba de una llamada de emergencia, una llamada en la cual estaban llevando a un paciente de emergencia hacia su hospital y que seguramente deseaban que él fuera la persona encargada de atender a ese paciente.—¿Qué sucede?—preguntó. Sabía perfectamente
Harry no pudo negarse en lo absoluto con su padre, estaba tan interesado de saber qué era lo que le quería decir sobre Camila que simplemente no se pudo negar. Incluso cuando sabía que tenía que ir con ella y explicarle el motivo por el cual había corrido de la habitación de esa manera. Pero su padre estaba ahí y no quería correrlo tampoco así que prefirió hablar primero con él antes de hablar con Camila.Cómo pudo se volvió acostar en su cama, acomodando los cojines de tal manera que no le estuvieran lastimando en las heridas que tenía en su espalda.Realmente con sólo ver la expresión de su padre sentía que probablemente las cosas no estaban yendo bien y eso realmente lo ponía nervioso porque quería que las cosas salieran bien cuando se trataba de Camila. Quería que Camila estuviera en su vida siempre y sabía que la única razón para que ella pudiera estar cómoda en su familia, su padre y su madre se llevarán bien con ella. quería iniciar la conversación pero sabía que no debía de h
El despertador sonó como todas las mañanas, Harry se movió suavemente entre la cama, sintiendo como el dolor de su cuerpo poco a poco iba desapareciendo gracias a los medicamentos y a la gran recuperación que estaba teniendo. Totalmente adormilado estiró su brazo por la cama. Una gran sonrisa se dibuja en su rostro, había dormido pacíficamente al lado de Camila quería decirle lo mucho que le había agradado eso pero lo único que obtuvo fue una gran sensación de confusión que lo invadió de inmediato cuando las puntas de sus dedos tocaron algo que parecía ser papel. Inmediatamente abrió los ojos y observó eso que había tocado. Su cabeza tardó unos cuantos segundos en entender que era aquella cosa así que cuando finalmente entendió, tomó ese papel y lo abrió rápidamente. Aquí el papel era bastante obvio, era claramente una carta y si estaba en el lugar de Camila era porque obviamente ella le había dejado una carta. No sintió pánico de manera inmediata porque una carta no significaba que
La radio de Santiago sonó unas cuantas veces cuando él guardia de seguridad de su mansión intentó comunicarse con él . Camila se encontraba esperando afuera, esperando que Santiago le permitiera entrar a la gran mansiónSantiago ni siquiera esperó dos segundos para decir que la dejaron pasar cuando se percató que ella era la persona que estaba intentando entrar a su casa. Una gran sonrisa se le dibujó en el rostro cuando la vio caminar hacia la puerta principal de su mansión porque sentía que finalmente había ganado. Que ella se encontrará ahí, significaba que había terminado por completo su relación con Harry y eso era lo que realmente había querido. Finalmente lo había logrado y le era imposible tratar de mantener la felicidad que estaba sintiendo en estos momentos.Camila abrió la puerta principal de la mansión de Harry y entró con completa naturalidad. No se le veía que estuviera triste, ni siquiera parecía que estuviera pasando por una ruptura así que por un momento Santiago co
Cristina cerró los ojos con fuerza al escuchar la puerta de su habitación del hospital abrirse por completo. Detestaba el sonido que causaba la puerta al abrirse, pero sin duda no lo detestaba tanto como el desagradable sonido metálico de la celda que le penetraba por completo los oídos. Estaba harta de seguir estando encerrada en aquel lugar, apenas llevaba unas cuantas horas y quería salir de ese lugar y poder ir a terminar las cosas que quería hacer. Le dolían todas las heridas del cuerpo, pero Santiago seguía allá afuera y quería terminar con eso. Estaba totalmente segura de qué iba tener que desperdiciar toda su vida en la celda que la esperaba en la cárcel a una vez que terminara con Santiago. Había pensado que Santiago iba a hacer algo por ella al enterarse que ella se encontraba en el hospital, porque realmente deseaba darle una última oportunidad porque le había dicho que la amaba, pero en realidad sólo la había engañado. Solo se amaba a sí mismo y eso era mucho más que claro.
Santiago había recibido la llamada de Jeff, le había informado que había encontrado una muy buena información para poder terminar con el trabajo que le había solicitado y eso realmente lo emocionaba porque sabía que si terminaba el trabajo como socio de Jeff, entonces las cosas saldrían a la perfección.Una gran sonrisa se dibujó en el rostro de Santiago, le encantaba que Jeff estuviera ahí porque si se encontraba ahí era porque ya había encontrado algo que le resultara totalmente útil para lograr terminar con Camila de una manera realmente sencilla sin que llamara demasiado la atención. Sabía que Jeff por lo general era realmente rápido, y se lo había demostrado el otro día cuando había investigado todo en una sola noche, pero no había imaginado que en verdad pudiera inventarle un plan útil en tan solo una noche. —Déjenlo pasar—respondió Santiago en el radio. Los guardias de seguridad le habían pedido por radio que les diera una orden para dejar pasar a Jeff.—Si, señor— respondieron