Habían pasado unas cuantas horas desde que Camila había finalmente llegado a Nueva York. El avión había aterrizado hace unas horas y ella había decidido buscar un buen lugar donde pasar la noche. Ya habían pasado una semana desde que había perdido a su hijo y desde que había decidido huir de la ciudad. Había visto unas cuantas cosas respecto a la muerte de Santiago. Se había sorprendido por completo al enterarse que Santiago no había muerto en aquel accidente sino que había fallecido en el hospital por haberse ahogado. Había escuchado unos cuantos rumores sobre su causa de muerte, algunas personas decían que era totalmente imposible que Santiago hubiera muerto ahogado así que a base de eso todos habían comenzado a asegurar que Santiago había muerto de otra cosa. Que lo habían asesinado en la primera noche que había sido hospitalizado. Camila no había querido ponerse a pensar respecto a eso, en realidad ni siquiera había tratado de pensar respecto a la muerte de Santiago porque pensar
Camila tomó su bolso para finalmente salir del departamento. Por un momento se quedó observando fijamente las paredes vacías de su nuevo hogar. Estaba interesada en poner una clase de estilo “Romántico” es su departamento. Quería una clase de departamento que transmitiera paz. Que al llegar en la noche totalmente cansada sintiera que finalmente había llegado al lugar Perfecto para descansar. Por eso estaba totalmente consiente de que iba a tener que gastar un poco o bastante dinero para poder decorarlo a su gusto. Esa mañana en específico había tenido un gran debate consigo misma porque había pensado en no comprar nada, en simplemente quedarse con un departamento prácticamente vacío, pero se había dado cuenta que no podía vivir de esa manera solo porque quería ahorrar para su restaurante. Suavemente se dio la vuelta y abrió la puerta de su departamento para poder salir de él. Su mirada se clavó fijamente en el hombre que frente a ella salía del departamento. —Oh…—soltó él al
Una gran sonrisa se escapó del rostro de Camila cuando salió de la tienda con todas las cosas que necesitaba para poder decorar su departamento nuevo. Había encontrado unas buenas ofertas en las tiendas que su vecino le había recomendado y gracias a ello había conseguido comprar cosas que no había pensado que podría comprar en esos momentos. Sino dentro de muchos meses hasta que comenzara a ganar buenas cantidades de dinero. Había conseguido una buena cama que sería entregada dentro de unos días y había conseguido comprarse una cafetera que realmente le hacía mucha ilusión. Por un momento realmente había creído que las cosas estaban mejorando poco a poco para ella, que ya no tenía que andar por ahí con miedo que Santiago le saliera de algún lugar. El ambiente y las vibras que tenia la ciudad se Nueva York realmente le encantaba la hacía sentir libre y mientras caminaba con sus grandes bolsas de compras. Se prometía a su misma que viviría de esa manera por siempre.
Camila ni siquiera sabía cómo es que había terminado en en esa situación. Debajo de la lluvia con su vecino que acababa de conocer formalmente hace unas cuantas horas. Él le había invitado a ir. A comer a un lugar totalmente famoso en la situación que se encontraban, a ella le parecía realmente que la situación estaba ligeramente de mal en peor porque la tormenta el trufa comenzaba a tomar mucha más fuerza que antes. Él estaba seguro de una sola cosa y ese era hacer todo lo que estuviera en sus manos para conseguir que ella se mantuviera sonriendo
Frente a ella se encontraba una gran pizza de peperoni recién salida del horno que realmente no estuviera cenando si Julio no la hubiera invitado. Estaba realmente sorprendida porque sentía que al lado de Julio se sentía bastante cómoda y que gracias a ello podria entablar una buena amistad. Ambos vivían en el mismo edificio, eran jóvenes y por eso podrían comenzar a llevarse bastante bien. Obviamente por lo que habia sucedido, ella no estaba buscando ninguna clase de relación romántica. No estaba buscando ninguna relación que estuviera fuera de la amistad así que realmente agradecía que él no pareciera estar buscando algo más.Realmente lo único que Camila estaba buscando en esos momentos era tener un amigo que pudiera estar para ella y que ella también pudiera estar para él. Nunca había imaginado que hubiera una posibilidad de qué ella pudiera conseguir un amigo hombre después de lo que había sucedido con Santiago. Creía que posiblemente lo único que iba a terminar conociendo después
Harry suspiró con fuerza cuando escuchó a sus enfermeras hablar nuevamente del hombre que lo había estado buscando para poder venderle unos cuantos edificios en construcción. Llevaba días sintiéndose realmente presionado por culpa de los vendedores. Tanto que ya había llegado a la conclusión de que tendría que comprar uno para poder quitárselo de encima. Desde que había llegado de Rusia, sus días habían estado realmente ocupados con el hospital y con su vida personal. Había comenzado a preparar sus cosas para finalmente ir a buscar a Camila y que ese hombre estuviera presionando no lo ayudaba mucho a poder preparar sus cosas.Entendía totalmente que ese hombre necesitaba vender para poder ganar una cierta comisión de ese edificio y de esa manera poder ganar algo de dinero. Lo entendía totalmente, pero al mismo tiempo le molestaba el hecho de que estuviera haciendo presionado por comprar algo que realmente no estaba seguro de tener que comprar. No estaba realmente seguro de qué benefi
Camila se había puesto de acuerdo con Julio para poder visitar los edificios que él se encontraba vendiendo en esos momentos. Desde que habían platicado sobre la ilusión que tenía ella para poder construir su restaurante desde cero; él le había dicho que la ayudaría.Estaba totalmente segura de que poder construir su restaurante iba a hacer realmente difícil, pero si tenía la ayuda de Julio para poder conseguir el edificio pues entonces podría hacer que las cosas fueran más sencillas porque realmente conseguir un lugar para iniciar un negocio en esa ciudad era realmente complicado y gracias a él las cosas serían mucho más sencillas.Estaba totalmente consiente que el edificio seguía en construcción, pero era mucho mejor tener su lugar ya establecido mucho antes de que ese lugar se terminara de construir porque una vez que estuviera construido con seguridad los lugares se llenarían rápidamente, además de que Julio le había dicho que él únicamente estaría vendiendo esos lugares mientras
Camila se llevó ambas manos al rostro tras suspirar con fuerza. Toda esa mañana estaba siendo de locos, estaba preocupada porque tenía que ir al médico y lo pero era que ni siquiera sabía porque se estaba sintiendo mal últimamente. Hace unos meses la habían tenido que operar de emergencia por culpa de una costilla rota que había recibido gracias a Harry y todo había sido porque había decidido tratar de imitarlo en un brinco mortal aunque en realidad había sido una apuesta que claramente había perdido. Pero en esos momentos era el estómago lo que le dolía y temía que por culpa de la comida chatarra tuviera que ser operada nuevamente