Pero ¿qué estaba haciendo ella? ¿Por qué no conseguía apartarlo? No estaba bien lo que estaba pasando, aunque sus labios fueran dulces y suaves y deseara besarlos por el resto de su vida. —¿Qué estamos haciendo? —consiguió preguntar mientras seguían besándose. —Solo besarnos—contestó él sin la mínima intención de soltarla. —¿Por qué? No es profesional—abrió los ojos de golpe al darse cuenta de lo que realmente estaban haciendo y con sus manos consiguió separarlo un poco de ella. —¡Christian! —Chilló horrorizada—Estás…encima de mí. —Claro, llevo así un rato y he disfrutado cada segundo. A ella se le palpitó fuerte el corazón. —Tengo que salir de aquí ¿me lo permites? Esto no debía haber pasado. —Él solo alzó la mano y acarició su cabello desarmándola. —¿Qué es lo que quieres? —¿Qué es lo que quiero? —La miró fijamente a los ojos—Lo que quiero es que seas solo mía y no de tu jefe. Christian podía notar como le subía y bajaba el pecho, ella tenía el corazón muy acelerado, intentó
Lentamente colocó sus manos al borde de la camisa y con cuidado fue elevándola evitando así mirarle el dorso. Cuando llegó en el pecho, él mismo se la quitó por la cabeza, la tiró al suelo y volvió a poyarse contra la barra, la situación ahora le resultaba violenta a Karen, respirar empezaba a dificultarla. Tenía su cuerpo desnudo casi pegada a ella y seguía sin atreverse a mirarle a la cara, se preguntaba qué estaría pensando.—¿Y? ¿Nos vamos? —ella ahora alzó la mirada hacia él, la estaba mirando mientras esperaba que lo ayudara a meterse en la piscina. Tenía que hacerlo, era la única manera de conseguir separarlo de ella.Le tomó de un brazo y juntos caminaron hasta encontrarse junto a la escalera. Ella se quitó las zapatillas y lo acompañó dentro del agua, se encontraba a buen ambiente, era cálido.—Lo siento—le sorprendió escucharle decir aquello.—¿Qué?Él se acercó a ella.—Debí preguntarte primero si podía besarte en lugar de hacerlo como lo hice anoche—ella lo miró confusa—pe
—Les dejo solos. —se despidió la mujer. —¿Estoy soñando verdad? —preguntó sin poder contener las lágrimas. —No estás soñando cariño, estamos aquí. —le dijo Ivonne sonriente. —No te pongas a llorar, no te sienta bien—dijo Xavier secándole las lágrimas con las manos. —Dejad de regañarla, la pobre nos ha echado mucho de menos—volvió a abrazarla Anna. —No entiendo, ¿cómo habéis llegado? Tenéis trabajo. —Solo es por un día, mañana estaremos regresando. —¡¿Tan pronto?! —Tenemos trabajo ¿recuerdas? —intervino Víctor. —Entonces ¿habéis pagado el avión solo para estar conmigo por un día? —preguntó emocionada. —No te emociones tanto, —Víctor siempre bajándola de las nubes—no hemos pagado ni un solo centavo. —Víctor, deja de ser tan malo con la pobre—lo regañó Xavier pegando a Karen contra su pecho—Si quiere creerse que los cuatro hemos contribuido para poder estar con ella, déjala. —Ahora recuerdo por qué os odiaba tanto—dijo ella sin separarse de él. —¿De verdad que no sabes por qu
Habían terminado de desayunar, pero se habían quedado en el jardín charlando y riéndose. Christian descubrió que ella realmente era muy distinta cuando se encontraba junto a sus amigos, era feliz, libre y muy abierta…le gustaba aún más esa versión de ella. —Disculpe, tenemos curiosidad—le habló Ivonne y él la miró—¿cómo ocurrió el accidente? —los demás también lo miraron llenos de curiosidad. Christian los miró cuidadosamente antes de darles una respuesta. — Fue a propósito y no me salió bien. —los cinco lo miraron asombrados. —¿Es en serio? —preguntó Karen sin poder creérselo. —Disculpen—se acercó Adolf a hablarle a Christian. —Señor, llegó el auto. Todas las miradas viajaron hacia la entrada del patio donde se había aparcado un lujoso Bentley Bentayga de color marrón oscuro dejándolos completamente maravillados. —Christian, ¿crees que es necesario todo esto? —preguntó Karen. Se estaban todos acercando al auto. —¿Qué opináis vosotros? —él miró a los amigos de ella quienes se en
Visitaron la ciudad en compañía del conductor que era muy buen guía y contestaba a todas sus curiosidades. Se bajaron del coche y caminaron por las calles de Gotemburgo. Visitaron su famoso ayuntamiento, el puente de la fuente y Gotaplatsen donde se tomaron juntos unas cuantas fotos junto a la estatua de Poseidón.Se acercaron a una de las cafeterías a degustar de la gastronomía sueca. Les resultó todo agradable y delicioso. Christian les había dejado prestada una tarjeta y podían utilizarla sin problemas.—Todavía me parece un sueño que estéis aquí y estemos disfrutando de todo esto. —dijo Karen muy emocionada.—Es lo que tiene salir con un millonario—comentó Víctor llevándose su croissant a la boca.—Y empezamos—se lamentó ella.—Por cierto, ¿cómo es que lo besaste? Dijiste que no estabas enamorada de él—preguntó Xavier—Que me besó él a mí, ¿cómo más queréis que os lo explique?—Solo contéstanos a una pregunta y lo dejamos—la miró Víctor—¿qué fue lo que hiciste después de que te be
Se les había asignado cuartos en el piso de arriba, pero las chicas decidieron compartir una. Después de que se dieran una ducha y se cambiaran de ropa, bajaron todos al comedor, William había llegado y les dio la bienvenida de la mejor manera posible. En la tarde cuando se había enterado de que Christian hiciera viajar a unos cuantos médicos a su casa sin consultárselo, tuvo una pequeña discusión con él que no terminó muy bien, aunque la madre intentara apoyar a su hijo.—¿Por qué te importa tanto esta fisioterapeuta? —le había preguntado.—¿Por qué no puede importarme? —le contraatacaba su hijo, solo él se consideraba capaz.—Mira a ver, una cosa es que creas que te gusta esa mujer, pero otra muy distinta es que hagas traer aquí a todos sus amigos, ¿qué vendrá después, traerás a su familia entera?—¿Te recuerdo que la trajisteis vosotros? Hasta ahora no sé por qué lo hicisteis.Su padre guardó silencio, se arrepintió de haberla traído a su casa, de haber sabido antes que eso pasaría
Se separó de él y caminó por su lado hacia la puerta.—¿De verdad crees que estoy confuso y que no sé lo que quiero? —ella se detuvo, pero no se atrevió a enfrentarlo lo nuevo. —¿Alguna vez te preguntaste por qué solo te dejé a ti ayudarme? —ella se dio la vuelta para poder verle, la verdad es que siempre quiso saberlo—O alguna vez te preguntaste del por qué te pedí que me leyeras precisamente ese libro—dijo señalando el libro que ahora se encontraba sobre la cama, Karen lo miró confusa, no entendía de qué hablaba, él dio unos pasos hacia ella—O alguna vez te preguntaste del por qué no quiero que estés con Noha.No estaba acostumbrada a tener que alzar la cabeza para poder verlo a la cara, pero ahora que estaba de pie delante de él estaba obligada a hacerlo. ¿A qué se refería con lo que estaba diciendo? Le palpitó fuerte el corazón.—Me escuchaste en las noches cuando venía a hablarte.—No solo esto, puedo escucharte desde antes de que me despertara y saliera del coma. —Karen abrió lo
Él se colocó de lado para poder tenerla de frente. Estaba completamente convencido de que ella no le habría aceptado de haberla confesado que la quería. Sonrió de pronto al recordar cómo se escapaba de Noha cuando éste por accidente le dijo lo que sentía.—¿Qué? —preguntó ella al no entender a qué venía la sonrisa. Xavier la acarició el pelo haciendo que por instinto se sobresaltara. Apartó la mano enseguida.—Lo siento. —y se incorporó sentándose de nuevo, ella hizo lo mismo.—No pasa nada.—Iré a descansar, mañana regresamos a la realidad—se puso de pie.—Claro, yo también tengo que recoger—Xavier la miró confuso—Ah, no te lo he dicho. Christian está bien y quiere que regrese con vosotros.—¿Que está bien? Sigue sentado en una silla de ruedas.—Hace tiempo que estuvo bien, pero no lo dijo porque…—sonrió ruborizándose de nuevo mientras se ponía de pie—no quería que me fuera, quería que siguiera aquí con él.Xavier la miró claramente sorprendido. Estaba claro que ese hombre se había s