Se separó de él y caminó por su lado hacia la puerta.—¿De verdad crees que estoy confuso y que no sé lo que quiero? —ella se detuvo, pero no se atrevió a enfrentarlo lo nuevo. —¿Alguna vez te preguntaste por qué solo te dejé a ti ayudarme? —ella se dio la vuelta para poder verle, la verdad es que siempre quiso saberlo—O alguna vez te preguntaste del por qué te pedí que me leyeras precisamente ese libro—dijo señalando el libro que ahora se encontraba sobre la cama, Karen lo miró confusa, no entendía de qué hablaba, él dio unos pasos hacia ella—O alguna vez te preguntaste del por qué no quiero que estés con Noha.No estaba acostumbrada a tener que alzar la cabeza para poder verlo a la cara, pero ahora que estaba de pie delante de él estaba obligada a hacerlo. ¿A qué se refería con lo que estaba diciendo? Le palpitó fuerte el corazón.—Me escuchaste en las noches cuando venía a hablarte.—No solo esto, puedo escucharte desde antes de que me despertara y saliera del coma. —Karen abrió lo
Él se colocó de lado para poder tenerla de frente. Estaba completamente convencido de que ella no le habría aceptado de haberla confesado que la quería. Sonrió de pronto al recordar cómo se escapaba de Noha cuando éste por accidente le dijo lo que sentía.—¿Qué? —preguntó ella al no entender a qué venía la sonrisa. Xavier la acarició el pelo haciendo que por instinto se sobresaltara. Apartó la mano enseguida.—Lo siento. —y se incorporó sentándose de nuevo, ella hizo lo mismo.—No pasa nada.—Iré a descansar, mañana regresamos a la realidad—se puso de pie.—Claro, yo también tengo que recoger—Xavier la miró confuso—Ah, no te lo he dicho. Christian está bien y quiere que regrese con vosotros.—¿Que está bien? Sigue sentado en una silla de ruedas.—Hace tiempo que estuvo bien, pero no lo dijo porque…—sonrió ruborizándose de nuevo mientras se ponía de pie—no quería que me fuera, quería que siguiera aquí con él.Xavier la miró claramente sorprendido. Estaba claro que ese hombre se había s
Él tuvo que inclinarse un poco para recibir el abrazo que le daba su madre llena de emoción. Colocó sus manos sobre su espalda mientras sentía los brazos de su madre alrededor de su cuello. Cuando alzó la mirada descubrió que su padre los estaba observado desde su cuarto, en el piso de arriba.—Me alegra que estés ya recuperado. —le decía su madreSe separó de él para tomarle la cara y besarle en la mejilla.—Mamá…—se quejaba Christian.—Está bien. —lo soltó la mujer ya sintiéndose satisfecha.—Por cierto, ya que vuelvo a caminar, le he pedido a Karen que regrese con sus amigos.—¿Y eso?—Es lo que quiero. Ya no quiero que sea mi fisioterapeuta, Necesito que aprendáis a verla de otra manera.—¿Y ya le dijiste lo que sientes?—Mamá, por favor, eso es asunto mío y no quiero que ninguno interfiera al respecto. Haré las cosas como las considere necesario, por ahora sabe que tiene que regresar. ¿Está bien?—De acuerdo, se hará como tú quieras. De todas formas, a ella sabremos pagarla por s
Christian los acompañó hasta el hangar, el jet estaba ya listo. En toda la trayectoria había estado pensando en qué le había sucedido a Karen para que le tuviera miedo al amor, no recordaba que ella le diera detalles al respecto. Quería saberlo. Otra vez volvieron a agradecerle personalmente por todo. —Siempre que quieran regresar, no duden en hacérmelo saber—les había contestado. —En serio, te queda muy bien estar de pie—había soltado Ivonne quien junto a Anna no habían dejado de observarle. Él la miró con la ceja enarcada, le había sonado raro, pero luego le dedicó una sonrisa que las descolocó. —Supongo que es un cumplido, gracias. —¿Nos subimos ya o esperamos a que le confieses amor? —se quejó Víctor. Caminaron hacia las escaleras los cuatro, Karen se quedó con Christian. —Tienes buenos amigos—le dijo. —¿Por qué, porque están locas por ti? —preguntó con una sonrisa. Christian la mantuvo la mirada y se suavizó. —Lamento lo sucedido durante el desayuno, espero que no te haya
Aparcaron frente al edificio en que vivía ella, se bajaron del auto y mientras Noha se acercaba a abrir el maletero ella lo alcanzó.—Noha, hay algo que tengo que decirte. —él la miró.—¿Y no podemos hablar de ello dentro?—Oh...por supuesto.Había tomado la decisión de que iba a decirle la verdad, aunque fuera desagradable para él, pero era lo mejor antes de que fuera tarde y las cosas se empeoraran.Entraron en el edificio y se metieron en el ascensor. Karen estaba pensando en las palabras adecuadas con las que comenzaría a hablarle y se preguntaba cuál sería su reacción. Tenía que hacerlo, y si eso implicaba que dejaría de ir al hospital para evitar verle la cara, lo haría.Se abrió el ascensor y se bajaron de él. Sacó las llaves de su bolso y abrió la puerta de su apartamento, pero mientras entraban, se oyó un grito que les llamó la atención, el grito salía del apartamento de su vecina, la señora Delia. Karen corrió hacia allí, Noha guardó las cosas dentro, cerró la puerta y corri
Soltó ella de golpe dejándolo completamente confuso.—¿Lo dices por lo que acaba de pasar? ¿Es por Xavier?—Esto no tiene nada que ver. Lo que pasa es que estoy enamorada de otra persona.Noha la mantuvo la mirada por un instante, tenía las cejas casi juntas y parecía incrédulo a lo que estaba escuchando. La soltó tranquilamente.—¿Que te has enamorado de otra persona? ¿Y eso cuándo sucedió exactamente, antes o después de que me aceptaras como tu novio? —se estaba enfadando, pero supo disimularlo.—La verdad es que…te acepté porque pensé que con el tiempo podía llegar a enamorarme de ti, me imaginaba que no me tomaría mucho tiempo porque eres una gran persona. Pero entonces…la persona que me gustaba y de quien no pensé que se fijaría en mí dijo que le gustaba—hizo lo imposible por no sonreír al pensar en aquello, el momento no era el adecuado. —entiéndeme, no sabía que podía volver a enamorarme de nadie y que eso me pasara…—No pudiste hacer nada, y yo soy una gran persona, pero no te
Christian se bajó del auto, miró a su alrededor y dio un largo suspiro, se acomodó su blazer y caminó al frente. Entró en el edificio y de pronto todas las miradas estaban sobre él, sobre todo de las mujeres que se pusieron a cuchichear mientras sonreían, siempre producía ese efecto en ellas, ya debería estar acostumbrado y de hecho lo estaba, de hecho, solo tenía que imaginarse que no estaban allí, a menos que estuviera interesado, entonces sí, con sonreírlas se volverían aún más locas. Pero ahora era otro y tenía otras prioridades. Se acercó a la recepción, había dos mujeres conversando, pero inmediatamente dejaron de hacerlo al verle, parecían sorprendidas o algo así, cuando se puso frente al mostrador y las saludó, una de ellas se puso en pie y lo saludó con educación y nerviosismo.—¿En qué podemos ayudarle? —preguntó la chica sin parar de sonreírle.—Karen, ¿pueden decirme dónde puedo encontrarla? —inmediatamente Zoe y Alexa se miraron, algo les decía que lo conocían de algo.—¿
Christian le abrió la puerta del copiloto de su Rolls Royce Spectre y ella se subió. Él cerró la puerta, rodeó el auto y abrió la puerta del conductor, se subió en el auto y lo puso en marcha. —Tienes un auto muy caro—comentó ella escudriñando el interior del coche. —Espero que no suponga un problema. —le dedicó una sonrisa—¿a qué restaurante nos vamos? —Hay unos cerca, vayamos al Manhattan Deli. Christian indicó la ubicación en el GPS del auto y pisó el acelerador. Ella giró la cabeza para mirarle todavía incrédula, él también la miró por un instante, pero tuvo que regresar la mirada a la carretera. —¿Qué? ¿pensaste que no vendría? —preguntó y ella apartó la mirada de él. —Te extrañé muchísimo—confesó. Él extendió su mano y la depositó sobre la de ella. —Ya puedes imaginarte lo mucho que te he extrañado yo. —Me imagino que no te resultó fácil dejar a los tuyos. —Bueno, son mi familia, eso no lo cambia nadie, pero no pueden retenerme siempre que quieran y hacer de mí lo que l