Lo miro a los ojos y si soy honesta, no tengo idea de qué sentir.
Creo que puede ser un buen hombre, pero también está el hecho de que es uno de ellos y no hizo nada para ayudar a mis padres, si realmente estuviera de mi parte, al menos intentaría hacer algo para sacarme de aquí, sin embargo, está allí, mirándome con una expresión tranquila jurando que así le voy a creer, y la verdad es muy diferente. - No puedo confiar en ti. - Digo soltando su mano. - Mira, Kira, la verdad es que tendrás que confiar en mi si deseas que todo esto salga bien, nos van a obligar a casarnos, te guste o no, me guste o no, así que tendremos que aprender a convivir juntos, no importa si eso te agrada o te produce rechazo, lo importante es que entiendas que no tenemos opciones. - Me toma un mechón de cabello rubio y lo coloca detrás de mi oreja. - Bien, pero aún así, no te creo y no confío en ti, tendrás que hacer muchos méritos para que llegue a sentirme segura contigo. - Hablo de forma confiada y él sonríe, pero algo en su sonrisa no parece real, es como si se estuviera burlando de mí con esa sonrisa. - Está bien, quizá lo comprendas mejor cuando nos hayamos casado. - Quizá no lo comprenda nunca. - Digo colocándome a la defensiva. - Bien, pero me conformo con que puedas escucharme. Eso es suficiente por ahora. - Suspira mientras habla como si estuviera cansado de algo, pero claramente no entiendo de qué. - ¿A qué hora me van a sacar de aquí? Necesito ir al baño, necesito comer. Quiero una ducha. - Bien, entonces tendrás que prometerme que te vas a comportar y yo te saco de aquí. - Su postura no es la de un hombre justo, más es lo único que tengo ahora y voy a obedecer. Eso será lo mejor para mí - Está bien. Voy a obedecer, seré una blanca paloma sumisa para que su majestad no tenga que andar detrás de mí como una niñera. Mis palabras parecen irritarlo sobremanera, pero me da igual, él necesita entender que no es mi dueño por más que tenga que casarme con él. - En una hora saldrás de aquí. - Dice y se voltea para salir. - ¡Pero necesito comer! - Digo con los dientes apretados. - En una hora. - Vuelve a repetir y ya no insisto. No vale la pena, estos idiotas asesinos son unas malditas cucarachas, pero ya verán cuando salga de aquí, me encargaré de aplastar sus cabezas una por una en nombre de mis padres. Por ahora tendré que conformarme con quedarme quieta y simular ser una idiota sumisa que no tiene ni voz ni voto. No me agrada que crean eso, pero es lo que tengo en este momento, lo demás lo resolveré en el camino. Cuando ha pasado una hora y yo me encuentro famélica sentada en un rincón con mis rodillas abrazadas pensando en cada recuerdo que tengo de mis padres, una mujer muy hermosa entra a la habitación y me mira con una ligera sonrisa. Está vestida de blanco también y tiene una maleta con ella. - ¿Así que eres tu? - Pregunta, pero sin necesidad de querer una respuesta. - ¿Y quién eres tu? Si se puede saber, claro. - Evito mirarla, ya que la anterior, la que dice ser mi madre, me hipnotizó con la mirada, o al menos lo intentó, quizá qué trucos tiene esta mujer bajo su manga. - Eres realmente linda. Tu cabello dorado es espectacular, no habíamos tenido una loba así en siglos, eres la primera que nace con cabello dorado y ojos calipso como el océano. Es extraño, pero hermoso de ver, tu transformación debe ser increíble. - No lo sé, jamás me he visto transformada. - ¿No? ¿Aún no sabes manejar tu transformación? - Pregunta sentándose en la cama y mirándome con cierto interés. - No, la verdad es que no tengo idea de lo que me hablas, hasta hace poco no sabía que podía hacer eso, transformarme, para mí las lunas llenas solo hacían crecer mis uñas y me volvían más fuerte, pero ahora también sé que los lobos son como en las películas, unas bestias salvajes que cambian su cuerpo. Siendo honesta, no me agrada esto. - Digo y ella me extiende la mano. - A mí tampoco, siento que se pierde el glamour de una mujer al transformarse, pero también puede ser que te coloques aún más guapa o sexy con esa piel de lobo ¿O no? - Le sonrío con ironía. - No lo sé, porque aún soy menor de edad. - ¡Ah, carajo! - Me dice ella con expresión y tono de sorpresa - ¿Aún no eres reclamada entonces? - No. Soy simplemente una humana con la capacidad de cambiar un poco. No soy la loba que esperabas ver. - Respondo con una sonrisa y ella me sonríe a mi. - Lamento todo lo que pasó, aquí el jefe es Deacon Harris y esta es su manada, su clan, él es quien está a cargo, y no es alguien muy bueno, es por eso que dicen que... - Se detiene y yo deseo saber más. - ¿Que dicen? - Pregunto acercándome más a ella para escuchar lo que quiere decir. - Que el alfa dominante Black es quien viene en camino para arrebatarle el puesto. - ¿Y quién es? - Pregunto sin tener idea de lo que habla. - No seas tonta, niña, es el lobo más poderoso de toda la estirpe. Para que entiendas, las manadas se agrupan por zona, cada zona tiene un alfa dominante, así que hay cinco, norte, centro, sur, este y oeste. Black es el dominante de nuestra zona, él es capaz de acabar con cualquiera de nosotros sin rendirle cuentas a nadie. Pero también tenemos un alfa rey, él es el líder de todos los lobos, a él es al único que los dominantes deben obedecer y ahora está buscando a su reemplazo. Así que, si Black llega aquí, Harris estará perdido. - Entonces realmente deseo que venga. No sé quién es, pero quiero conocerlo más de lo que deseo respirar. Aunque ¿Él querrá escucharme?La chica, de la que desconozco su nombre, me mira algo complicada y con una sonrisa triste. - Ethan Black es el candidato perfecto para heredar el reino, él sabe muy bien lo que tiene que hacer, no tiene sentimientos ni corazón, así que todos dicen que él es el próximo rey. - ¿Tú lo conoces? - Pregunto - Personalmente, digo. - Claro. Crecí con él en el clan Black. Antes de que la luna lo reconociera como dominante, nosotros jugábamos juntos. Éramos amigos. Él tuvo una pareja que era de otro clan, sin embargo, ella tenía un carácter fuerte y reñía con él, nunca se rendía y peleaba a su lado por mucho que él insistiera en dejarla en la manada. En una de esas batallas, ella perdió la vida, nunca más lo volví a ver sonreír. Está claro que ella se enamoró de él, no es como esas tontas novelas en que los lobos se adhieren a alguien de una forma espeluznante, tóxica y hasta cuestionable, no, los lobos son solo personas con capacidades similares a los humanos, ellos también se enamo
- ¡No le vuelvas a hablar así a mi familia NUNCA MAS! Henry grita mientras me continúa golpeando el vientre, pese a que entre nosotros no ha existido ningún tipo de contacto físico, salvo el de los golpes, él siempre buscar golpear mi vientre, no sé por qué lo hace en realidad, sé que está loco, pero no puedo hacer nada para evitarlo, ya lo intenté y fue peor para mí. Esto comenzó desde la misma primera noche de casados y no ha cesado, siempre sigue siendo igual. Golpes y más golpes, dolor tras dolor, y al final no sé cuando va a terminar esta tortura, de él no sé nada, no conozco su pasado, es más, ni siquiera me deja participar de su presente y no es que me importe, la verdad, solo deseo que esto se acabe rápido, no hablo solo de los golpes, realmente desearía que alguien pudiera ayudarme.He llegado al punto de no reconocer ni mi propio rostro en el espejo y eso sería lo de menos si no fuera por el dolor de sentirme completamente sola.Daría mi vida por volver a tener a mis pa
Mi nombre es Kira y tengo diecisiete años, estoy a un mes de cumplir la mayoría de edad, si bien es cierto que ese hecho para todos es importante, para mí solo es un mero trámite, eso porque las preocupaciones de mujer adulta se continúan remontando a estudiar y a tener un título profesional de enfermera. Mis padres son Ashley y Trevor Duncan, sé que soy adoptada, pero no conozco a las personas que me trajeron a este mundo, aunque hay algo que si sé... Soy una loba. No puedo creer que fuese capaz de mencionarlo, y es que lo he mantenido oculto por diecisiete años, pues mis padres son gente normal y yo no quiero llamar la atención o causarles algún daño. Aún la gente nos mira de forma extraña a pesar de saber abiertamente que existimos, es por esa razón que evito mi propia naturaleza. He leído libros en dónde los lobos se transforman en una bestia, pero la verdad es muy diferente, seguimos siendo normales en apariencia, salvo por la fuerza extraordinaria, las garras, los ojos
Cuando me golpearon la cabeza, pude ver antes de desmayarme como un hombre al que jamás había visto, atravesó a mi padre con un gran cuchillo en el estómago cuando estaba entrando detrás de mí, y mi madre se desvaneció justo frente a mis ojos por una puñalada en su costado izquierdo... La última escena que recuerdo es la de mis padres en el suelo envueltos en charcos de sangre. ¡¡¡NO!!! ¡¡Esto no puede ser!! - ¡¡¡Que alguien me diga que esto no está pasando!!! ¡¡Esto no es real!! ¡No puede serlo, por favor! ¡¡¡Mamá!!! ¡¡¡Papá!!! ¡¡Por favor, no!! Sí... Sé que el dolor no se irá con los gritos, que no voy a solucionar nada con eso, pero es inevitable, no puedo pensar en otra cosa que no sean mis padres bañados en su propia sangre, no sé qué hacer, no sé nada... Soy una maldita inútil. - ¡Ah! - Grito enojada y algo en mi interior comienza a cambiar, mi cuerpo cambia, mis pensamientos también lo hacen, mi odio se vuelve la única opción y mi dolor me lleva a ver la vida de una m
Es la mujer quién habla y mi mente retumba con extraños recuerdos que no creo haber vivido. Una niña de un par de meses en brazos de una mujer se siente tranquila y feliz, hasta que un hombre llega y la mujer la esconde entre sus ropas. - No te la vas a llevar. - Pide ella con lágrimas en los ojos. - No podemos conservarla, será un castigo. Necesitamos el dinero, ella no lo va a saber. - Dice el hombre fríamente. - Pero es mi cachorro, es mi bebé. - La mujer abraza al bebé más fuerte, pero el hombre se la arrebata con un movimiento rápido que no parece normal. - Tendremos más en el futuro, de eso puedes estar segura. Y con una mujer llorando y un hombre saliendo por la puerta, mi mente vuelve al instante en que esa mujer se acerca a mí con los brazos abiertos y los ojos llorosos, más ese recuerdo no es real, ella no es mi madre y yo no soy su hija amada, como pretenden hacerme creer. - ¿Que me están haciendo? - Pregunto molesta una vez que he logrado recuperar el ha