Les dejo por aquí un nuevo capítulo.
―¿Por qué tiemblas, Priscilla? Apoya la palma de su mano derecha a un lado de la pared en la que me encuentro recostada. De esa manera me acorrala y limita mis movimientos. Quedo atrapada entre su cálido cuerpo y la fría pared de concreto. Me deja sin la posibilidad de que pueda escapar de él. —Aquí está mi familia, así que… —esta vez me aprisiona contra su cuerpo y puedo sentir la manera en que mis pechos se hunden en la piel sólida de su torso—, tengo derecho a estar en el mismo lugar en el que ella se encuentra. Sus ojos alternan entre los míos y mi boca. Tengo el presentimiento de que me está pidiendo autorización para besarme. No obstante, sé que poco le importa que se lo permita o no; igual irá por lo que quiere. Es un hombre que está acostumbrado a conseguir lo que se propone. Esa actitud varonil y posesiva me atrae como las polillas a la luz. Me recuerda mucho a mi esposo. Era un hombre cariñoso y dulce, pero cuando se lo proponía, podía convertirse en alguien completamen
Me duele verla sufriendo por nuestra pérdida. Se me partió el corazón desde el mismo instante en que la vi tendida en el piso y con el oso de peluche entre sus brazos. Quería consolarla y hacerle saber que había vuelto tal como se lo prometí, pero no existía una manera racional o lógica en la que pudiera explicarle que, el hombre parado frente a ella, era su esposo fallecido y reencarnado en el cuerpo de otro. Además, para la mayor de mis tragedias, compartía el mismo cuerpo con la misma persona que había emprendido una cacería de brujas contra ella. Todavía no puedo explicarme la razón por la que este maldito imbécil no murió con el disparo que le dieron. Según lo que explicó su amigo, Anthony estuvo muerto por diez minutos; así que no entiendo cómo es posible que haya logrado revivir luego de haber sido declarado muerto por los médicos Bueno, considerándolo bien, tampoco existe una forma racional para explicar lo que me sucedió a mí. Solo sé que fallecí en aquel nefasto accidente y
¿Qué demonios hago ahora? Fue una muy mala idea haber bloqueado a Paúl. Sobre todo, en estas circunstancias. Observo el rostro transfigurado por el deseo de la mujer que tengo debajo de mi cuerpo. Maldición. Se suponía que mi intención era evitar que él me usara para poder acostarse con su mujer, sin embargo, no tomé en consideración el hecho de que ahora me encuentro atrapado entre sus piernas. Juro por Dios que solo quiero alejarme de esto, antes de que todo se salga de control. Una cosa es saber que he sido poseído por el alma de un hijo de puta que, quiere librarse de mí a toda costa para quedarse con su familia, pero otra es pretender que yo quiera aceptar hacer el papel de segundón. Por supuesto, Priscilla es una mujer atractiva y hermosa. Me estuve mintiendo a mí mismo todas las veces que le dije que me parecía una mujer común y corriente cuando la realidad es que, desde el primer momento en que la vi en aquel corredor; no pude apartar mis ojos de ella. Joder. Esto quiere de
De esta manera, Anthony, se había convertido en el segundo hombre de mi vida. La experiencia con él fue fantástica. Su manera de amarme, las caricias y los besos que recibí; solo se compara a la forma en la que mi esposo Paúl lo hacía. Qué confusa me siento. Prometí no acercarme, desterrarlo para siempre de mi vida y nunca más ceder a sus pretensiones; pero aquí estoy, suspirando de amor por él. Respiro profundo. Me siento adolorida. Todavía percibo la hinchazón en mis labios y a mi corazón latiendo alborotado debido a la emoción. Es innegable la conexión que sentimos desde el primer instante en que nos vimos, a pesar de todo lo que ha sucedido entre nosotros. Lástima que todo lo bonito que vivimos, se haya esfumado en el momento en que me di cuenta de que no estaba en la cama; que se había ido sin despedirse de mí. No sé qué pensar al respecto, pero me siento decepcionada por ello. Permanezco acostada en mi cama. Pasa de la media noche y el frío es tan intenso que cala mis huesos.
¡Mierd4, mierd4, mierd4! ¡Perdí la m*****a cabeza! ¿Cómo pude olvidar ponerme el puto condón? Al salir de la casa hecho una furia, es cuando entro en razón y me doy cuenta del lugar en el que me encuentro. ¡Joder y mil veces joder! Me froto la cara en señal de rabia e impotencia. Me subo la manga izquierda de la chaqueta y observo en el reloj que está cerca de dar la una de la madrugada. Me aprieto las sienes con los dedos de mi mano derecha y despotrico una y mil veces por ser tan estúpido. Jodí lo que pudo ser una de las mejores noches de mi vida, ¿puedo ser más imbécil de lo que ya soy? Salí corriendo de allí como un puto cobarde debido a lo que ella me hizo sentir. Fue, fue… Respiro profundo, ni siquiera me atrevo a reconocer que es la primera vez que siento el sexo con tanta intensidad, no obstante, también pude percibir lo débil que ella me hace. No tardé en darme cuenta de que ella puede convertirse en mi destrucción. Busco el móvil en cada escondrijo de mi ropa, pero no lo e
Esta vez las cosas se harán a mi manera. Anthony ha tenido demasiadas oportunidades para enmendar todas las veces que la ha jodido con mi mujer, sin embargo, cada vez que se acerca a ella, empeora la situación. Acaba de tirar por la borda todo el trabajo que he hecho hasta ahora. ¡Joder! Estoy hastiado de sus constantes equivocaciones. Ya no estoy dispuesto a permitir que sus acciones me alejen cada vez más de mi objetivo… Recuperar a mi familia. > Este idiota es una m*****a piedra en mi camino. Cada vez que se inmiscuye en mis asuntos, me tira directo al barranco. > ¿Me lo está preguntando en serio? ¡Esto es una burla a mi inteligencia! <<¡A eso me refiero, pendejo! ¿Crees que puedo confiar en ti sabien
Hora de tomar el toro por los cuernos. Salgo de allí y la alcanzo en la habitación. La repaso de pies a cabeza y disfruto de la exquisita figura de mi esposa que, aunque ha perdido algunos kilos, sigue viéndose tan hermosa como siempre. Es un espectáculo observar tan maravillosa obra de arte. Esa fue una de las razones por las que caí inevitablemente rendido a sus pies. La recorro con mis ojos por completo y deslizo la lengua por mis labios ante tanta exquisitez. ―Cariño, por favor ―le hablo con mucha cautela, sé muy bien lo determinada que puede ser mi mujer cuando toma una decisión y, Anthony, lo complicó bastante como para esperar que esta vez pueda persuadirla fácilmente―, yo solo… Pero está más renuente de lo que imaginaba. ―¡No me llames cariño! ―me grita furiosa―, ¡no tienes el derecho de hacerlo! Como explicarle que tengo todo el maldito derecho de decirlo, porque soy su esposo, pero sería una revelación inapropiada bajo circunstancias como esta. —Priscilla, por favor —de
Abro los ojos y, una vez más, no lo encuentro junto a mí. Tal vez esta sea su manera, follar y dejar abandonado a su polvo del momento. ¡Idiota de mí!Suspiro profundo y mientras mantengo la mirada fija en el techo, viendo a la nada en medio de esta inmensa oscuridad, recapacito sobre todo lo que ha sucedido durante estas últimas horas. No entiendo por qué razón, cuando estoy junto a Anthony mi cerebro se vuelve papilla. Es como si se embotara y no pensara en nada más. Y lo que me da más enojo o tal vez me tiene completamente decepcionada, es que luego de haber jurado una y otra vez que no me dejaría convencer por esa atracción fascinante que posee… he vuelto a caer como una ilusa.¡Por Dios! Mi marido y mi nena acaban de morir hace poco más de un mes y ahora yo estoy revolcándome sin ninguna vergüenza con otro. Me hago un ovillo sobre la cama y aprieto los ojos, porque a pesar de todas las circunstancias, no me arrepiento de lo que pasó con él. ¿Eso significa que estoy mal de la cabe