— Bien, no te me pongas intenso, Aleric… todo estará bien, entendí la lección, no habrá nada en este mundo que sea más importante para mí que Ivonne y los niños. — mencioné sonriendo mientras no podía imaginar que lo que estaba pasando fuese real, sin dudas debía ser producto del dolor que estaba sintiendo mi cuerpo en estos momentos.— Bien. — mencionó saliendo de la habitación y encerrándose en el despacho a hacer quien sabe que cosas. Pasó alrededor de una o dos horas, es difícil identificar el tiempo sin un teléfono o reloj, Ivonne apareció cuando la puerta se abrió de pronto. Sonreí al verla y ella también lo hizo.— Me alegra que estés mejor. — dijo en apenas un susurro mientras se daba la vuelta a la habitación para quedar a mi lado y veía cómo se quedaba mirando ese parche grande en mi abdomen, tragó duro, sabía exactamente al recuerdo que su mente la había llevado.— Creo que no se podrá ni siquiera intentarlo esta vez, preciosa. — mencioné sonriendo mientras vi cómo sus meji
— Ivonne. — mencioné sonriendo mientras abría la puerta. Ella se levantó rápidamente de la silla en que se encontraba y tirando al suelo la mano de Nikolay que se encontraba sobre su barriga. — Aleric, yo puedo explicarlo... — mencionó ella sonriendo tímidamente mientras venía hacía mí, pero no la iba a dejar hablar. — No quiero estar más contigo, Ivonne. Será mejor que te vayas de una vez, es evidente que amas a Nikolay, deberías irte con él. — mencioné sonriendo de lado. — No quiero amarrarte a mí, porque cómo lo dijiste alguna vez, nunca te irías mientras yo quisiera estar contigo y no quiero. — agregué sonriendo. — ¿Qué estás diciendo Aleric? — mencionó ella confundida y con los ojos llenos de lágrimas. — Yo te quiero... — susurró mientras se acercaba más a mí para esconder su rostro en mi pecho. — Lo sé, pero yo te amo... y tú no me amas, lo amas a él, a Nikolay, yo siempre seré tú amigo Ivonne, nunca lo dudes, además, ya se lo dije, la última oportunidad que ese animal tiene
Apenas lo vi sentí cómo mi corazón se aceleraba a gran velocidad, Nikolay ingresó herido por aquella puerta, ni siquiera podía mantenerse solo en pie, la sangre se le marcaba en el abdomen, en el brazo y en el hombro, ¿Qué había pasado con él? Mi mente solo pensaba en eso, en él y en lo que debía dolerle todo lo que le habían hecho, todo a mi alrededor se nubló, perdí contacto con la tierra y solo hice una cosa, correr hacía él sin importarme que estuviera embarazada y mucho menos la presencia de Aleric, necesitaba asegurarme que mi ruso estuviera bien y solo cuando pude hacerlo, cuando nuestras miradas estaban entrelazadas y nuestras respiraciones agitadas se encontraban enlazadas con la otra me percaté de algo… Aleric se encontraba allí, viéndome.— Aleric… — susurré levantándome de donde me encontraba para ir en su búsqueda, él está en perfectas condiciones, podía observarlo perfectamente, pero su expresión seria me heló los huesos, ¿Qué le sucedía? O más bien, ¿Qué mierda había he
Nikolay PetrovVolver a ver a mi querida Ivonne una mañana en mi cama, apenas abría los ojos, definitivamente se sentía cómo estar en el cielo, cómo conocer una de las maravillas mundiales, ella no tenía competencia con ninguna otra mujer, es irremplazable y toda mi vida le agradecería a Aleric por este gran acto de amor que ha hecho al dejarla ser libre para que sea feliz a mi lado. No me preocupaba por él, sabía que en el mundo aguardaba la mujer perfecta por él y esperaba que al igual que yo, tuviera la dicha de poder encontrarla, tal vez cuando menos se lo esperara podría hacerlo, o al menos eso quería para mi amigo. Estar cerca de cinco meses lejos de Ivonne me estaba matando, porque antes de que se marchara al menos podía verla, podía oler su aroma cada noche, pero cuando se fue... ese día mi mundo cambió, ese día morí, ese día sentí el verdadero miedo a quedarme solo para siempre, lo mismo cuando supe que iba a ser padre, me sentí completamente miserable, pensé en todo el tie
Ivonne PetrovaNikolay se había ido a su despacho hace más o menos dos horas, algo debía estar realmente mal, pero no podía ayudar en mucho, de hecho, junto a Katherina, algunas de las muchachas de la limpieza y los niños estábamos empacando puesto que nos tocaría mudarnos de casa, a petición de Nikolay, dijo que esta casa traía muy malos recuerdos para ambos, que no era necesario seguir quedándonos, además el espacio estaba siendo un problema.Cuando terminé me metí en la cocina junto a mi querida madre, ella me estaba enseñando a cocinar, porque se lo pedí, también decía que no era necesario que lo aprendiera que siempre tendría a alguien que lo hiciera, pero quería sentirme útil de alguna forma, los negocios de Nikolay seguramente ya no era una opción, estudiar tampoco, puesto que tengo que hacerme cargo de tres bebés, sí, tres, Esperanza, Irina y el bebé Lukyan que pronto nacería, sí, nos volveríamos completamente locos, aunque las bebés no daban muchos problemas, dormían toda la
A lo lejos vi unas instalaciones, se parecían mucho a las que vi en la mansión de Bruno, me acerqué cuando vi la silueta de una mujer, Margarita. Cuando entré me di cuenta de que era un jardín repleto de rosas rojas y blancas, estaba bellísimo, el contraste que hacían los colores me encantaba, Margarita estaba admirando aquella escena tanto cómo yo.— Tú esposo se ha ganado todo tú perdón con esto, si no lo ha hecho es porque definitivamente has dejado de amarlo. — mencionó ella sonriendo cuando me vio, entonces me acerqué más a ella para que recorriésemos juntas el enorme invernadero o jardín, la verdad no sabía cómo llamarlo… cuando llegamos al medio de este nos dimos cuenta de que había una especie de quincho hermoso, con una mesa y banquetas al centro, con un candelabro de tres velas parecido al que aparece en la bella y la bestia, sí, también soy una fanática de las películas de Disney.— Lo perdoné en el momento en que supe que estaba embarazada, Margarita. — mencioné sonriendo
Nikolay Petrov— ¡No te irás a ningún lado Aleric! ¿Acaso tú intención es que sufra? — mencioné respondiendo a la estúpida idea que acababa de dar. — Entiende, Nikolay, nunca se sentirá cómoda con ambos en la misma casa, la conozco igual que tú, no debo estar aquí. Además, no soy un niño, estaré bien, tengo mis mañas, ¿Lo recuerdas? — mencionó sonriendo de lado. Miré hacia afuera del despacho, por las grandes puertas de cristal que este tenía. Ella se marchaba luego de que Bruno le decía un par de cosas y se acercaba a donde nos encontrábamos. — ¿Qué está sucediendo aquí? — mencionó una vez Ivonne salía de mi campo de visión. — ¿Los niñatos no pueden resolver sus problemas cómo siempre? — preguntó mirándome a mí y luego pasar su mirada a Aleric. — No puedo creer que después de todo lo que han pasado sigan peleándose entre ustedes. — Este cabrón quiere irse a Rusia a buscar a la familia. — mencioné sonriendo de lado. — Le he dicho que es una completa locura, pero no quiere creerme.
Ivonne PetrovaMe dormí junto a Nikolay después de mucho luchar contra los deseos de mi cuerpo, porque mi ruso tenía razón cuando decía que nos necesitábamos, que después de tanto tiempo separados solo provocaba que la tensión sexual entre ambos solo seguía aumentando con cada noche que estamos juntos, pero no iba a arriesgar su salud, la herida en su abdomen había sido aún más grave que la de la última vez, de hecho, creo que tuvimos suerte de que no se le hubiesen abierto los puntos aquella noche.— Buenos días, hermosa. — mencionó sonriendo, los primeros rayos del sol entraban por la habitación y junto con aquellos colores pastel que tenían las paredes hacía del ambiente uno muy cálido, cómo el resto de la casa, Nikolay la había ambientado para que fuera un hogar perfecto para la familia. — ¿Has dormido bien? Le he dado la nueva dirección a Santiago, hoy vendrá a verte, no saldremos de aquí hasta que todo esté calculado. — mencionó nuevamente.— No podemos quedarnos escondidos en e