Ivonne PetrovaAleric se levantó de la cama para ayudarme a bajar el pantalón, aunque ni siquiera tocó mis bragas, quería que lo hiciera, pero él alargaba lo más posible el deseo entre ambos, como si estuviera esperando que me detuviera, como si esperase que me levantara de la cama y saliera corriendo de la habitación.— Aleric, mírame. — mencioné cuando lo encontraba perdido besando mis piernas. — Mírame por favor. — susurré de nuevo cuando él no hizo caso, aunque seguía sin hacerlo. Me senté en la cama con cuidado, porque la barriga comenzaba a hacerse más grande y yo no era tan alta como para intentar que se notase menos. Me senté a su lado, sonriendo tímidamente. — No me iré, Aleric. No me iré de tu lado a menos que quieras que me vaya, ¿Comprendes? — mencioné nuevamente esperando su respuesta, una que nunca llegó, al contrario, solo me besó.Besó mis labios apasionadamente cómo si necesitase que le respondiera de la misma manera y lo hice, al menos lo que pude, porque, aunque est
Nikolay PetrovHace dos meses que me enteré de que voy a ser padre, hace dos meses que soy un padre adoptivo para la pequeña Irina, es una bebé hermosa sin duda y me llenaba el corazón de alegría saber que se llamaba cómo mi madre, será un bonito gesto y estoy seguro de que mi madre estará feliz con la idea. No sé cómo, pero habíamos logrado mantenernos lejos de la prensa, ellos estaban más preocupados de la empresa de telecomunicaciones, sé que para Ivonne sería complicado, de hecho, ahora que está embarazada no es una opción llamar a los abogados para que agilicen el proceso de divorcio, cómo ella lo quería, aunque claro, eso me convenía, por más que ella quisiera, yo no tenía pensado divorciarme de ella. — ¡DÉJAME SALIR DE AQUÍ MALDITO IMBÉCIL! — gritó Natalia desde la habitación donde permanecía encerrada, sonreí de lado mientras sentía la necesidad de ir a callarla de una bofetada, pero no, no lo haría, su destino estaba en manos de Ivonne. Su marido, por otro lado, ese era com
Nikolay PetrovSeguimos en la lucha, Natalia ya estaba muerta, suponíamos que Víctor ya lo sabía, no había manera que no hubiese escuchado ambos disparos, Aleric trató de verme la herida, que, según él, seguía sangrando.Caminamos hasta el patio cubriéndonos con los vehículos que estaban enfrente de la puerta, los hombres de Víctor se habían visto superados por mis hombres y los de Aleric, debíamos tener a ese hombre a como diera lugar, no lo dejaría vivo después de hoy, mucho menos luego de atreverse a meter sus sucias manos en la casa donde se encontraba la mujer que amaba junto a lo más preciado que tengo, mis hijos.— ¡Nikolay el cabrón se está escapando! ¡MIRA! — gritó Aleric desde su posición. Era verdad, se estaba marchando el muy cobarde.— ¡Cúbreme! — grité a mi compañero mientras guardaba mi pistola en la pretina de mi pantalón y tomaba la Heckler & Koch o abreviado, UMP. Un arma alemana del alcance que necesitaba y salí disparando de mi escondite.— ¡Vuelve cabrón! ¡¿Estás
— Bien, no te me pongas intenso, Aleric… todo estará bien, entendí la lección, no habrá nada en este mundo que sea más importante para mí que Ivonne y los niños. — mencioné sonriendo mientras no podía imaginar que lo que estaba pasando fuese real, sin dudas debía ser producto del dolor que estaba sintiendo mi cuerpo en estos momentos.— Bien. — mencionó saliendo de la habitación y encerrándose en el despacho a hacer quien sabe que cosas. Pasó alrededor de una o dos horas, es difícil identificar el tiempo sin un teléfono o reloj, Ivonne apareció cuando la puerta se abrió de pronto. Sonreí al verla y ella también lo hizo.— Me alegra que estés mejor. — dijo en apenas un susurro mientras se daba la vuelta a la habitación para quedar a mi lado y veía cómo se quedaba mirando ese parche grande en mi abdomen, tragó duro, sabía exactamente al recuerdo que su mente la había llevado.— Creo que no se podrá ni siquiera intentarlo esta vez, preciosa. — mencioné sonriendo mientras vi cómo sus meji
— Ivonne. — mencioné sonriendo mientras abría la puerta. Ella se levantó rápidamente de la silla en que se encontraba y tirando al suelo la mano de Nikolay que se encontraba sobre su barriga. — Aleric, yo puedo explicarlo... — mencionó ella sonriendo tímidamente mientras venía hacía mí, pero no la iba a dejar hablar. — No quiero estar más contigo, Ivonne. Será mejor que te vayas de una vez, es evidente que amas a Nikolay, deberías irte con él. — mencioné sonriendo de lado. — No quiero amarrarte a mí, porque cómo lo dijiste alguna vez, nunca te irías mientras yo quisiera estar contigo y no quiero. — agregué sonriendo. — ¿Qué estás diciendo Aleric? — mencionó ella confundida y con los ojos llenos de lágrimas. — Yo te quiero... — susurró mientras se acercaba más a mí para esconder su rostro en mi pecho. — Lo sé, pero yo te amo... y tú no me amas, lo amas a él, a Nikolay, yo siempre seré tú amigo Ivonne, nunca lo dudes, además, ya se lo dije, la última oportunidad que ese animal tiene
Apenas lo vi sentí cómo mi corazón se aceleraba a gran velocidad, Nikolay ingresó herido por aquella puerta, ni siquiera podía mantenerse solo en pie, la sangre se le marcaba en el abdomen, en el brazo y en el hombro, ¿Qué había pasado con él? Mi mente solo pensaba en eso, en él y en lo que debía dolerle todo lo que le habían hecho, todo a mi alrededor se nubló, perdí contacto con la tierra y solo hice una cosa, correr hacía él sin importarme que estuviera embarazada y mucho menos la presencia de Aleric, necesitaba asegurarme que mi ruso estuviera bien y solo cuando pude hacerlo, cuando nuestras miradas estaban entrelazadas y nuestras respiraciones agitadas se encontraban enlazadas con la otra me percaté de algo… Aleric se encontraba allí, viéndome.— Aleric… — susurré levantándome de donde me encontraba para ir en su búsqueda, él está en perfectas condiciones, podía observarlo perfectamente, pero su expresión seria me heló los huesos, ¿Qué le sucedía? O más bien, ¿Qué mierda había he
Nikolay PetrovVolver a ver a mi querida Ivonne una mañana en mi cama, apenas abría los ojos, definitivamente se sentía cómo estar en el cielo, cómo conocer una de las maravillas mundiales, ella no tenía competencia con ninguna otra mujer, es irremplazable y toda mi vida le agradecería a Aleric por este gran acto de amor que ha hecho al dejarla ser libre para que sea feliz a mi lado. No me preocupaba por él, sabía que en el mundo aguardaba la mujer perfecta por él y esperaba que al igual que yo, tuviera la dicha de poder encontrarla, tal vez cuando menos se lo esperara podría hacerlo, o al menos eso quería para mi amigo. Estar cerca de cinco meses lejos de Ivonne me estaba matando, porque antes de que se marchara al menos podía verla, podía oler su aroma cada noche, pero cuando se fue... ese día mi mundo cambió, ese día morí, ese día sentí el verdadero miedo a quedarme solo para siempre, lo mismo cuando supe que iba a ser padre, me sentí completamente miserable, pensé en todo el tie
Ivonne PetrovaNikolay se había ido a su despacho hace más o menos dos horas, algo debía estar realmente mal, pero no podía ayudar en mucho, de hecho, junto a Katherina, algunas de las muchachas de la limpieza y los niños estábamos empacando puesto que nos tocaría mudarnos de casa, a petición de Nikolay, dijo que esta casa traía muy malos recuerdos para ambos, que no era necesario seguir quedándonos, además el espacio estaba siendo un problema.Cuando terminé me metí en la cocina junto a mi querida madre, ella me estaba enseñando a cocinar, porque se lo pedí, también decía que no era necesario que lo aprendiera que siempre tendría a alguien que lo hiciera, pero quería sentirme útil de alguna forma, los negocios de Nikolay seguramente ya no era una opción, estudiar tampoco, puesto que tengo que hacerme cargo de tres bebés, sí, tres, Esperanza, Irina y el bebé Lukyan que pronto nacería, sí, nos volveríamos completamente locos, aunque las bebés no daban muchos problemas, dormían toda la