Nikolay PetrovEntramos en la mansión de Aleric, hasta en eso habíamos mejorado, él le ha podido entregar más lujos que yo y, ¿Todo por qué? Para no tener que llamar la atención, estoy seguro de que ella vivía en una mansión cómo esta, pero no hice nada para intentar entregarle la vida que antes tenía, pensé que era feliz a mi lado, pero nunca la había visto tan feliz cómo con aquellos pequeños. — ¿Todo está en orden? — pregunté acercándome a Antoine y Katherina que irradiaban felicidad, tal vez por la noticia de un nuevo bebé, de un nieto al cual podrían malcriar, pero el hecho era que no solo habían ganado uno, sino que en realidad cuatro. — ¿Antoine? — pregunté sonriendo de lado. — Sí, señor. — mencionó cambiando su sonrisa por seriedad cuando se dio cuenta del arma que llevaba en la pretina del pantalón. — Tranquilo, Antoine, estoy aquí por la misma razón que tú, celebrar el sexo del bebé que espera Ivonne, nuestro bebé. — mencioné sonriendo de lado mientras me apartaba, a lo l
De pronto busqué en el teléfono el número de Ivonne. — Hola Ivonne. — dije mientras esperaba que ella contestara. — Hola, ella está durmiendo, ¿Dime qué se te ofrece? — preguntó Aleric provocando que mi sangre hirviera, aunque no diría nada que lo molestase, necesitaba de su ayuda en estos momentos. — Tengo un plan, pero necesito que Ivonne y tú cuiden de una bebé. — mencioné sonriendo de lado mientras seguía observando los hermosos ojos de la niña, simplemente no podía con ella, es demasiado hermosa. — ¿Una niña? ¿Dé que mierda estás hablando? — preguntó sorpresivamente. — Dime que no es lo que estoy pensando, Nikolay. No te ayudaré a acabar con la vida de una bebé, no pasaré por una mierda cómo esa de nuevo. — agregó provocando que recordase todo lo demás que habíamos pasado antes de que peleásemos. — No es eso, Aleric. Simplemente quiero acabar con Natalia y su esposo. — mencioné. — Sé que él vendrá a buscar a su hija a mi casa, es por eso por lo que no quiero que la bebé perm
— Creo que es mejor que me vaya, Nikolay. Aleric me está esperando y él no merece que le haga esto, no merece mi engaño. — mencioné sonriendo de lado, tomé a la bebé en mis brazos y la arropé para que el viento de la noche no le traspasara y me dirigí al auto donde me esperaba mi nuevo destino, uno que no esperaba y que no me hacía para nada feliz porque sabía perfectamente que mi felicidad estaba al lado de Nikolay, pero que me daba la tranquilidad que tanto anhelaba tener desde que salí del internado. — Está bien, te dejaré ir, porque este no es el momento para que estemos juntos, pero sé que lo estaremos Ivonne, con nuestro niño, con nuestros hijos, con todos los bebés del mundo si es necesario, pero nada me detendrá para estar contigo y llenarte de felicidad todos los días que me quedan por vivir... porque sin ti a mi lado no vivo, Ivonne, solo sobrevivo y no quiero eso. — mencionó provocando que mis ojos se llenasen de lágrimas. — Lo nuestro ya no se dará, Nikolay, ahora vivo c
Ivonne PetrovaAleric se levantó de la cama para ayudarme a bajar el pantalón, aunque ni siquiera tocó mis bragas, quería que lo hiciera, pero él alargaba lo más posible el deseo entre ambos, como si estuviera esperando que me detuviera, como si esperase que me levantara de la cama y saliera corriendo de la habitación.— Aleric, mírame. — mencioné cuando lo encontraba perdido besando mis piernas. — Mírame por favor. — susurré de nuevo cuando él no hizo caso, aunque seguía sin hacerlo. Me senté en la cama con cuidado, porque la barriga comenzaba a hacerse más grande y yo no era tan alta como para intentar que se notase menos. Me senté a su lado, sonriendo tímidamente. — No me iré, Aleric. No me iré de tu lado a menos que quieras que me vaya, ¿Comprendes? — mencioné nuevamente esperando su respuesta, una que nunca llegó, al contrario, solo me besó.Besó mis labios apasionadamente cómo si necesitase que le respondiera de la misma manera y lo hice, al menos lo que pude, porque, aunque est
Nikolay PetrovHace dos meses que me enteré de que voy a ser padre, hace dos meses que soy un padre adoptivo para la pequeña Irina, es una bebé hermosa sin duda y me llenaba el corazón de alegría saber que se llamaba cómo mi madre, será un bonito gesto y estoy seguro de que mi madre estará feliz con la idea. No sé cómo, pero habíamos logrado mantenernos lejos de la prensa, ellos estaban más preocupados de la empresa de telecomunicaciones, sé que para Ivonne sería complicado, de hecho, ahora que está embarazada no es una opción llamar a los abogados para que agilicen el proceso de divorcio, cómo ella lo quería, aunque claro, eso me convenía, por más que ella quisiera, yo no tenía pensado divorciarme de ella. — ¡DÉJAME SALIR DE AQUÍ MALDITO IMBÉCIL! — gritó Natalia desde la habitación donde permanecía encerrada, sonreí de lado mientras sentía la necesidad de ir a callarla de una bofetada, pero no, no lo haría, su destino estaba en manos de Ivonne. Su marido, por otro lado, ese era com
Nikolay PetrovSeguimos en la lucha, Natalia ya estaba muerta, suponíamos que Víctor ya lo sabía, no había manera que no hubiese escuchado ambos disparos, Aleric trató de verme la herida, que, según él, seguía sangrando.Caminamos hasta el patio cubriéndonos con los vehículos que estaban enfrente de la puerta, los hombres de Víctor se habían visto superados por mis hombres y los de Aleric, debíamos tener a ese hombre a como diera lugar, no lo dejaría vivo después de hoy, mucho menos luego de atreverse a meter sus sucias manos en la casa donde se encontraba la mujer que amaba junto a lo más preciado que tengo, mis hijos.— ¡Nikolay el cabrón se está escapando! ¡MIRA! — gritó Aleric desde su posición. Era verdad, se estaba marchando el muy cobarde.— ¡Cúbreme! — grité a mi compañero mientras guardaba mi pistola en la pretina de mi pantalón y tomaba la Heckler & Koch o abreviado, UMP. Un arma alemana del alcance que necesitaba y salí disparando de mi escondite.— ¡Vuelve cabrón! ¡¿Estás
— Bien, no te me pongas intenso, Aleric… todo estará bien, entendí la lección, no habrá nada en este mundo que sea más importante para mí que Ivonne y los niños. — mencioné sonriendo mientras no podía imaginar que lo que estaba pasando fuese real, sin dudas debía ser producto del dolor que estaba sintiendo mi cuerpo en estos momentos.— Bien. — mencionó saliendo de la habitación y encerrándose en el despacho a hacer quien sabe que cosas. Pasó alrededor de una o dos horas, es difícil identificar el tiempo sin un teléfono o reloj, Ivonne apareció cuando la puerta se abrió de pronto. Sonreí al verla y ella también lo hizo.— Me alegra que estés mejor. — dijo en apenas un susurro mientras se daba la vuelta a la habitación para quedar a mi lado y veía cómo se quedaba mirando ese parche grande en mi abdomen, tragó duro, sabía exactamente al recuerdo que su mente la había llevado.— Creo que no se podrá ni siquiera intentarlo esta vez, preciosa. — mencioné sonriendo mientras vi cómo sus meji
— Ivonne. — mencioné sonriendo mientras abría la puerta. Ella se levantó rápidamente de la silla en que se encontraba y tirando al suelo la mano de Nikolay que se encontraba sobre su barriga. — Aleric, yo puedo explicarlo... — mencionó ella sonriendo tímidamente mientras venía hacía mí, pero no la iba a dejar hablar. — No quiero estar más contigo, Ivonne. Será mejor que te vayas de una vez, es evidente que amas a Nikolay, deberías irte con él. — mencioné sonriendo de lado. — No quiero amarrarte a mí, porque cómo lo dijiste alguna vez, nunca te irías mientras yo quisiera estar contigo y no quiero. — agregué sonriendo. — ¿Qué estás diciendo Aleric? — mencionó ella confundida y con los ojos llenos de lágrimas. — Yo te quiero... — susurró mientras se acercaba más a mí para esconder su rostro en mi pecho. — Lo sé, pero yo te amo... y tú no me amas, lo amas a él, a Nikolay, yo siempre seré tú amigo Ivonne, nunca lo dudes, además, ya se lo dije, la última oportunidad que ese animal tiene