— ¿Ellos son...? — pregunté mientras soltaba a Aleric y ella bajaba con rapidez, debo decir que en un momento pensé que se dirigía hasta donde yo estaba, pero solo corrió a los brazos de Aleric para asegurarse de que estuviese bien. — Sí, son los hermanos de Ann... Aleric me ayudó a cumplir mi promesa. — mencionó ella sonriendo tímidamente mientras Nóvicov tenía su mirada fija en ella. — Los asustaste Nikolay y no tendría que preocuparte de lo que sucede entre Aleric y yo, después de todo, fuiste el primero en dejarme claro que yo no significaba nada para ti. — mencionó provocando que mi pecho se sintiera más pequeño cada vez. — No puedes negarme intentar ser feliz, Nikolay. Aleric me da la calma que tú nunca me has dado. — volví a mencionar. — ¿Tú en verdad quieres ser feliz con Aleric? — pregunté, mi voz sonaba cómo la de un tonto que no creía nada de lo que estaba escuchando y es que en verdad no era capaz de creer que estaba pasando. — ¿Me estás bromeando no? — pregunté nuevamen
— No nos preocupemos por eso. — mencionó una voz familiar a mis espaldas. — Creo que tenemos tres motivos más de qué preocuparnos ahora. — agregó, sí, se trataba de Aleric, volteé para verlos y lo acompañaban dos niños y una bebé. — Sabía que Nikolay te había prometido cuidar de los hermanos de la mujer que murió esa noche que saliste del internado. Así que aquí los tienes, supongo que le darán más vida a la mansión. — agregó. — Aleric, tú... — dije buscando las palabras correctas para expresarle lo que estaba sintiendo en estos momentos, aunque no logré encontrarlas. — Gracias por todo lo que has hecho por mí. — mencioné, él solo sonrió y se acercó para tenderme a la bebé que llevaba en brazos. — ¿Seré capaz de cuidar de esta bebé cómo se lo merece? — pregunté en voz alta, aunque más bien era un pensamiento para mí. — Claro que sí, Ivonne, serás una gran madre para estos niños y para tú bebé también. — dijo Aleric mientras besaba mi mejilla provocando que mis mejillas se enrojecier
Ivonne PetrovaLa sorpresa en los ojos de Nikolay al verme junto a Aleric y con mi barriga ya abultada notándose mi embarazo, rápidamente pasó a ser decepción. — ¿Estás... estás embarazada? — dijo, su voz salió llena de dolor, pude sentirlo perfectamente, tanto que mis huesos se congelaron al escucharlo, porque sí, se había dado cuenta que lo estaba, pero seguramente alguna parte de su ser quería seguir creyendo que sus ojos veían un espejismo. — Sí, estoy embarazada. — respondí mientras miraba a su acompañante, cómo me miraba con enojo, también se había dado cuenta que lo estaba y seguramente no se quedaría de brazos cruzados. — Pero no es lo que crees. — agregué sonriendo de lado. Tenía intenciones de contarle toda la verdad a Nikolay, en este momento batallaba una guerra interna entre lo que debía hacer y lo que quería. — Ivonne, será mejor que nos vayamos. — mencionó Aleric mientras tomaba mi brazo y me ayudaba a caminar, de pronto sentí valor al tenerlo tan cerca de mí. — Niko
Sus manos se dirigieron a mi polera y la sacó por encima de mi cuello, dejándome solo con el sostén, buscando mis ojos para desabrochar el mismo y dejar mis senos expuestos a él, sonreí tímidamente, nunca tuve senos grandes y pues ahora se me habían rellenado un poco más, supuse que con el embarazo. — Eres perfecta. — susurró y con un solo movimiento me dejó caer delicadamente a la cama y él era quien se subía encima de mí quitando su camisa, no sé en qué momento solo había quedado con su bóxer cubriendo su miembro, comenzó a desabotonar mi pantalón y lo bajó con delicadeza para luego besar mis piernas y provocar estragos en mi ser, mi calzón y su bóxer era lo único que nos impedía volver nuestros cuerpos uno solo. — Eso es una completa mentira, pero si sirve cómo un cumplido. — mencioné sonriendo mientras él bajaba aquella prenda de mi cuerpo con delicadeza. — ¿No lastimaremos al bebé? — preguntó curioso y con una pisca de decepción en sus ojos. — Digo si lo hacemos mejor esperamo
Comencé a leer. "La susodicha de veinticuatro años, en realidad es Viviana Vasilev esposa de Víctor Vasilev. Ambos tienen un hijo en común y esperan su segundo bebé, es una mujer desconocida para la sociedad cómo Viviana Vasilev, más bien es conocida cómo Natalia Pavlova, se hacía pasar por la novia de Nikolay Petrov". Supongo que aquel párrafo fue suficiente para dejarme claro que toda esta vida estuve viviendo en una farsa, me acerqué con cautela a la habitación que compartía con Natalia. —Esa pendeja está embarazada cabrón. — escuché hablar a Natalia o Viviana, cómo sea que se llamase aquella mujer, no podía creerlo. —No, no tengo idea si es de Nóvicov o de Petrov, solo sé que un hijo de uno de estos dos puede ser muy peligroso para lo que planeamos hacer, también se encuentra Bruno, sí, el hermano italiano de Nikolay. — mencionó. — Tiene hijos, el más pequeño es una bebé, sí. Nuestra hija está bien. — mencionó con un tono de voz que no reconocía en ella. Entré inesperadamente
Nikolay PetrovEntramos en la mansión de Aleric, hasta en eso habíamos mejorado, él le ha podido entregar más lujos que yo y, ¿Todo por qué? Para no tener que llamar la atención, estoy seguro de que ella vivía en una mansión cómo esta, pero no hice nada para intentar entregarle la vida que antes tenía, pensé que era feliz a mi lado, pero nunca la había visto tan feliz cómo con aquellos pequeños. — ¿Todo está en orden? — pregunté acercándome a Antoine y Katherina que irradiaban felicidad, tal vez por la noticia de un nuevo bebé, de un nieto al cual podrían malcriar, pero el hecho era que no solo habían ganado uno, sino que en realidad cuatro. — ¿Antoine? — pregunté sonriendo de lado. — Sí, señor. — mencionó cambiando su sonrisa por seriedad cuando se dio cuenta del arma que llevaba en la pretina del pantalón. — Tranquilo, Antoine, estoy aquí por la misma razón que tú, celebrar el sexo del bebé que espera Ivonne, nuestro bebé. — mencioné sonriendo de lado mientras me apartaba, a lo l
De pronto busqué en el teléfono el número de Ivonne. — Hola Ivonne. — dije mientras esperaba que ella contestara. — Hola, ella está durmiendo, ¿Dime qué se te ofrece? — preguntó Aleric provocando que mi sangre hirviera, aunque no diría nada que lo molestase, necesitaba de su ayuda en estos momentos. — Tengo un plan, pero necesito que Ivonne y tú cuiden de una bebé. — mencioné sonriendo de lado mientras seguía observando los hermosos ojos de la niña, simplemente no podía con ella, es demasiado hermosa. — ¿Una niña? ¿Dé que mierda estás hablando? — preguntó sorpresivamente. — Dime que no es lo que estoy pensando, Nikolay. No te ayudaré a acabar con la vida de una bebé, no pasaré por una mierda cómo esa de nuevo. — agregó provocando que recordase todo lo demás que habíamos pasado antes de que peleásemos. — No es eso, Aleric. Simplemente quiero acabar con Natalia y su esposo. — mencioné. — Sé que él vendrá a buscar a su hija a mi casa, es por eso por lo que no quiero que la bebé perm
— Creo que es mejor que me vaya, Nikolay. Aleric me está esperando y él no merece que le haga esto, no merece mi engaño. — mencioné sonriendo de lado, tomé a la bebé en mis brazos y la arropé para que el viento de la noche no le traspasara y me dirigí al auto donde me esperaba mi nuevo destino, uno que no esperaba y que no me hacía para nada feliz porque sabía perfectamente que mi felicidad estaba al lado de Nikolay, pero que me daba la tranquilidad que tanto anhelaba tener desde que salí del internado. — Está bien, te dejaré ir, porque este no es el momento para que estemos juntos, pero sé que lo estaremos Ivonne, con nuestro niño, con nuestros hijos, con todos los bebés del mundo si es necesario, pero nada me detendrá para estar contigo y llenarte de felicidad todos los días que me quedan por vivir... porque sin ti a mi lado no vivo, Ivonne, solo sobrevivo y no quiero eso. — mencionó provocando que mis ojos se llenasen de lágrimas. — Lo nuestro ya no se dará, Nikolay, ahora vivo c