Ivonne PetrovaOtro día más sin poder ver al amor de mi vida, ya todos por aquí sabían que estaba esperando mellizos y todos me trataban cómo si no tuviese manos, cómo si no pudiese hacer nada, por lo que la mayor parte del tiempo me la pasaba leyendo o disfrutando de un buen té. Bruno había hecho las paces con Aleric que era algo que verdaderamente me ponía feliz, Margarita había llegado con los niños y con Massimo hace un par de días, creo que toda la familia estaba completa, a excepción claro, de Nikolay.Ninguna otra pista había tenido de él, pero algo dentro de mí seguía diciéndome que no me cansase, que pronto encontraría algo. Hoy saldría con Andrew a la nueva cita con el médico, los resultados de los exámenes de laboratorio ya estaban y quería decirme que tal habían salido, de regreso quisiese pasear un poco por la ciudad, por los lugares que alcanzamos a visitar durante la luna de miel, no eran muchos, pero sin duda tienen significado para mí.— ¿Qué sucede? — preguntó Andrew
Ivonne Petrova— Pues necesito advertirte acerca de Bruno… No quiero que te ponga en mi contra, sé que Alenka nos traicionó, pero ella me salvó, además está esperando un hijo mío. — comentó sonriendo de lado. — No me puedes pedir que desconfíe de la madre de mi bebé. — comentó nuevamente, sonreí de lado.— No te estoy pidiendo que lo hagas, pero si me vienes a decir de propio esto es porque también tienes una pieza que no encaja. — mencioné mientras me sentaba en la cama. — ¿No es así? — pregunté. Él también se sentó en la cama, me levanté rápidamente pidiéndole que se quedase allí para ir tranquilamente a cambiarme el pijama al baño.— ¿Crees que sea capaz de seguir traicionándonos? — preguntó pensativo. — ¿Crees que al final todo lo que está pasando es por su culpa? Digo, nos encontraron muy rápido y no dejamos rastros cuando salimos del país. — comentó nuevamente. — No quiero desconfiar de ella, pero tampoco puedo confiar en Bruno, sé que es el hermano de Nikolay y que hicimos nego
Nikolay PetrovLlevo más días en este sitio de los que me gustaría admitir, el sabor metálico en mi boca era lo único que podía sentir, pero no importaba cuánto me tardase, siempre trataría de buscar una nueva oportunidad de escapar, por mí, por mis hijos, por mi mujer, por toda mi familia. ¿Cómo se encontraría mi mujer? ¿Mis mellizos? Dios mío, ¡Tendría mellizos! Aún no podía creerlo, es cómo si el método anticonceptivo de Ivonne la volviera aún más fértil, ¿Era eso posible? ¡Maldita sea! ¿Será que ella está bien? ¿Será que su salud se vio comprometida con todo esto? Recuerdo perfectamente el parto de Lukyan, fue lo más difícil que he vivido, creí que no podría, pero mi querida Ivonne es muy fuerte, más que cualquier persona que he conocido.— Buenos días. — dijo Julián, maldito infeliz, debería estar lejos de nosotros, no dudaba en que Ivonne haría hasta lo imposible por descubrir donde me encuentro, pronto acabaría con él y con toda su gente, no hay nadie mejor que ella en este mun
Nikolay PetrovJulián salió de la habitación en la que me mantenían y luego comencé a sentir mi cuerpo adormecido, maldita sea, de nuevo me estaban drogando, entre esta mierda y los golpes aún no entendía cómo no he muerto, o cómo no me he vuelto un puto adicto, pero estaba claro que si me transformaba en aquello nunca volvería a los brazos de mi esposa, no para ser un puto cabrón con ella y con mis hijos, prefería antes estar muerto que joderle la vida al lado de un drogadicto.Terminé quedándome dormido y desperté por el sonido de algunos disparos, me sentía confundido, ¿Cuánto tiempo había pasado desde que me dormí? ¿Será que ha habían dado con mi paradero? No estaba seguro ni tampoco lo creía posible, después de todo, Ivonne tenía que preocuparse primero de nuestros hijos y ni Bruno, ni Aleric dejarían que se metiera en problemas.La puerta de la habitación se abrió y con ella dio paso a Andrew. Él corrió hasta donde me encontraba mientras sacaba un radio de su bolsillo.— Encontr
Ivonne Petrova — ¡Necesito que salgas de una vez, necesito pensar cómo m****a le explicaré a Nikolay mi estadía en el hospital! — comenté, Bruno se me quedó viendo como si no creyese estar escuchando bien mis palabras. — Solo dile la verdad, que un cabrón te chocó desde atrás, no fue tu culpa, Ivonne. — comentó él sonriendo de lado. — Tampoco es que te vaya a colgar de un árbol por eso, a nosotros puede que sí, pero a ti no te hará nada. — agregó nuevamente, sonreí por sus palabras, en parte tenía razón. — Saldré, pero solo si prometes descansar. — comentó nuevamente, asentí sonriendo de lado. — Bien, nos vemos en un rato, tal vez nos encontremos con Nikolay en casa. — terminó de decir. — Creo que eso no me hace sentir mejor, Bruno, pero acepto, descansaré para salir luego de este sitio, mis bebés están bien, al igual que yo, no debería estar aquí. — comenté sonriendo de lado, amablemente, creo… — Estás bien, pero los médicos no se explican cómo, vieron el impacto del accidente por
— Te amo. — susurró ella, me había ganado la palabra, sin dudas. — Nikolay… no vuelvas a arriesgarte así por nosotros, nunca más, porque ahora sí correré detrás de ti. — agregó sonriendo mientras besaba mis manos.— Lo sé, a donde vaya siempre me encontrarás, ¿No es así? — pregunté y ella terminó asintiendo. — Creo que debemos hablar de lo que le encomendaste a Andrew y por qué no has dejado que ni Aleric ni Bruno te ayudaran, al menos no durante los primeros meses de mi desaparición. — agregué nuevamente. — Pero tranquila, eso lo dejaremos para un momento diferente, ahora solo quiero hablar con el doctor, ver a nuestros bebés y darnos cuenta de que todo está perfectamente, luego de eso irnos tranquilamente a algún lado, perdernos en esta hermosa ciudad, porque podemos respirar aliviados, al menos por unos días. — agregué.— Bien, solo quiero salir de este sitio, la verdad estar encerrada en cuatro paredes no se me da bien, claro, a menos que este entre cuatro paredes contigo, seguro
— Muy bien, acompáñenme. — comentó sonriendo el doctor mientras yo me disponía a tomar la parte de atrás de la silla de rueda y luego comenzaba a caminar empujándola, nos dirigíamos a la sala de ginecología, donde se encontraban las máquinas para practicar las ecografías, cosa que en verdad esperaba, poder ver a mis niños creciendo en la barriga de su madre, de su hermosa madre, de mi amada esposa.— Amor, te están temblando las manos. — comentó Ivonne en medio de una sonrisa.— Creo que nunca he visto esto, al menos no con los bebés tan pequeños, me siento completamente nervioso. — susurré sonriendo de lado. — ¿Qué pasa si no lo hago bien esta vez? Si pierdo el control y no alcanzo a llegar contigo al consultorio para el nacimiento de los mellizos, es imposible no sentir miedo frente a eso. — agregué nuevamente.— Seguirás siendo un gran padre, amor. No te estreses por eso. — comentó ella sonriendo mientras seguía mirándome con aquellos ojos llenos de amor y que me volvían completame
Hicimos el amor cómo no lo habíamos hecho en meses, cómo la última vez que habíamos estado juntos, lo sentí nuevamente conmigo y me sentí viva, mi corazón volvió a latir con fuerza, con entusiasmo, con cada latir parecía gritar un “Te amo” para mi ruso y estaba completamente segura de que él sentía exactamente lo mismo.Cuando acabamos terminé recostada sobre su pecho, sonreí de lado mientras fijaba mis ojos en los suyos y comenzaba a sentirme pequeñita, esperando que en algún momento él intentase abrazarme y cómo si leyera mi mente lo hizo, nuestra conexión con el paso del tiempo ha sido aún mayor y eso me encantaba.— Creo que ha pasado una eternidad de la última vez que te dije lo hermosa que estás. — comentó Nikolay mientras besaba mi frente. — ¿No? Te amo. — dijo sonriendo de lado.— Me lo dices cada mañana al despertar, unas diez veces durante el día y cada noche antes de dormirnos, pero sí, parece que ha pasado una eternidad desde que me lo dijiste así, cómo estamos ahora. — co