Ivonne PetrovaHan pasado dos malditos días sin saber nada de Nikolay, sin encontrar su cuerpo, sin absolutamente ninguna pista, ¿Se lo llevaron? ¿Caminó sin conocimiento de donde se encontraba? No tenía ni puta idea y no quería salir de la casa pensando en que, tal vez, alguno de estos días él aparecería y entraría caminando por esa puerta, ¿No costaba nada soñar despierta, no es así?Mis hijos se encontraban durmiendo, los bebés se han comportado como siempre, tal vez Irina ha extrañado más a su padre, pues era la niña de su corazón, Lukyan se mantiene quieto, pero ha estado tomando más pecho de lo normal, literalmente ya no soy capaz de levantarme del sillón, no quiero comer, solo lo hago para mantener tranquilos a Aleric y a mis padres, Bruno llegaba hoy con sus hombres, también se instalarían aquí con sus niños.— Esto es su culpa, Nikolay le dijo que no debíamos separarnos, tal vez si… Tal vez sí hubiesen estado aquí él seguiría conmigo y no estaríamos pasando esta angustia. — s
Ivonne Petrova.— ¿Qué es esto? — pregunté cuando vi entrar a Santiago por la puerta. — ¿Qué mierda hace él aquí? — dije nuevamente, no me encontraba de humor para esto.— Vine a revisarte, Bruno y Aleric creen que es mejor que me hospede aquí y que cuide de ti, al menos hasta que todo se calme. — mencionó mi doctor. — De verdad lamento mucho por lo que estás viviendo. — agregó mientras se acercaba a abrazarme, me quedé estática mientras sentía la necesidad de llorar, pero no lo haría, eso solo sería afirmar que mi Nikolay estaba muerto y no, no lo estaba, podía sentirlo.— No es necesario, iré al hospital cuando encontremos a Nikolay, o él me encuentre a mí. — comenté nuevamente, todos se quedaron viéndome como si estuviese loca, pero no, no lo estaba, podía sentir dentro de mí el corazón de Nikolay, él seguía vivo, no podía solo habernos dejado, así como así. — Así que has venido a perder tu tiempo. — comenté.— Está bien, si no quieres que te revise hoy no lo haré, pero necesitas c
Subí a mi habitación y una vez allí revisé la gaveta de Nikolay, quería sentirlo cerca de alguna manera, pero lo único que encontré allí fue un sobre blanco que ya antes había visto, era la carta de Aleric, ¿Qué hacía allí? Hace mucho pensé que la había extraviado, después de todo nunca llegué a leerla. La tomé entre mis manos y sonreí de lado al abrirla, claro que ya lo estaba, Nikolay ya la había leído. “Querida Ivonne Estas palabras probablemente sean las últimas que leerás y sabrás de mí, mi intención no es arruinar tu felicidad, porque siempre estaré feliz de que tú lo estés, sin embargo, no puedo evitar sentirme vacío sin ti, creo que no sentía un amor así desde que falleció mi mujer, desde que perdí a mi hijo, y por alguna razón eso fue lo que nos unió. Cuando perdiste a tu bebé… sentí cómo todos esos recuerdos que había reprimido muy dentro de mí hubiesen salido a desmoronar mi mundo, tenía que ayudarte a superarlo, porque en el fondo, yo también necesitaba de alguien que il
— ¿Qué es lo que pasa doctor? — preguntó Aleric mirándolo preocupado. — ¿Todo está bien con el bebé? — agregó mientras se acercaba a mí para tomar mi mano y por alguna extraña razón sentí cómo si esto lo hubiésemos vivido antes, claro que sí, con Lukyan.— Sí, pero no se preocupe. — mencionó el doctor en medio de una sonrisa. — Precisamente se encuentra embarazada y los bebés también están en perfectas condiciones. — comentó provocando que todo mi cuerpo se tensara con su respuesta. ¿Bebés? — Exactamente, usted tendrá mellizos. — mencionó sonriendo de lado. — Quisiera hacerle unos estudios más a fondo para ya dejar descartada cualquier complicación. — dijo mientras tomaba las capturas de los bebés y nos indicaba cuales eran…Dos bebés, maldita sea… Nikolay, tendremos dos hijos más, tendrás que sumar dos niños más a nuestra familia. Pensé sonriendo, no puedes dejarnos ahora, no puedes fallarnos, si es que estás muerto tendrás que revivir, te necesitaré en el parto de nuestros hijos, Ni
Ivonne PetrovaOtro día más sin poder ver al amor de mi vida, ya todos por aquí sabían que estaba esperando mellizos y todos me trataban cómo si no tuviese manos, cómo si no pudiese hacer nada, por lo que la mayor parte del tiempo me la pasaba leyendo o disfrutando de un buen té. Bruno había hecho las paces con Aleric que era algo que verdaderamente me ponía feliz, Margarita había llegado con los niños y con Massimo hace un par de días, creo que toda la familia estaba completa, a excepción claro, de Nikolay.Ninguna otra pista había tenido de él, pero algo dentro de mí seguía diciéndome que no me cansase, que pronto encontraría algo. Hoy saldría con Andrew a la nueva cita con el médico, los resultados de los exámenes de laboratorio ya estaban y quería decirme que tal habían salido, de regreso quisiese pasear un poco por la ciudad, por los lugares que alcanzamos a visitar durante la luna de miel, no eran muchos, pero sin duda tienen significado para mí.— ¿Qué sucede? — preguntó Andrew
Ivonne Petrova— Pues necesito advertirte acerca de Bruno… No quiero que te ponga en mi contra, sé que Alenka nos traicionó, pero ella me salvó, además está esperando un hijo mío. — comentó sonriendo de lado. — No me puedes pedir que desconfíe de la madre de mi bebé. — comentó nuevamente, sonreí de lado.— No te estoy pidiendo que lo hagas, pero si me vienes a decir de propio esto es porque también tienes una pieza que no encaja. — mencioné mientras me sentaba en la cama. — ¿No es así? — pregunté. Él también se sentó en la cama, me levanté rápidamente pidiéndole que se quedase allí para ir tranquilamente a cambiarme el pijama al baño.— ¿Crees que sea capaz de seguir traicionándonos? — preguntó pensativo. — ¿Crees que al final todo lo que está pasando es por su culpa? Digo, nos encontraron muy rápido y no dejamos rastros cuando salimos del país. — comentó nuevamente. — No quiero desconfiar de ella, pero tampoco puedo confiar en Bruno, sé que es el hermano de Nikolay y que hicimos nego
Nikolay PetrovLlevo más días en este sitio de los que me gustaría admitir, el sabor metálico en mi boca era lo único que podía sentir, pero no importaba cuánto me tardase, siempre trataría de buscar una nueva oportunidad de escapar, por mí, por mis hijos, por mi mujer, por toda mi familia. ¿Cómo se encontraría mi mujer? ¿Mis mellizos? Dios mío, ¡Tendría mellizos! Aún no podía creerlo, es cómo si el método anticonceptivo de Ivonne la volviera aún más fértil, ¿Era eso posible? ¡Maldita sea! ¿Será que ella está bien? ¿Será que su salud se vio comprometida con todo esto? Recuerdo perfectamente el parto de Lukyan, fue lo más difícil que he vivido, creí que no podría, pero mi querida Ivonne es muy fuerte, más que cualquier persona que he conocido.— Buenos días. — dijo Julián, maldito infeliz, debería estar lejos de nosotros, no dudaba en que Ivonne haría hasta lo imposible por descubrir donde me encuentro, pronto acabaría con él y con toda su gente, no hay nadie mejor que ella en este mun
Nikolay PetrovJulián salió de la habitación en la que me mantenían y luego comencé a sentir mi cuerpo adormecido, maldita sea, de nuevo me estaban drogando, entre esta mierda y los golpes aún no entendía cómo no he muerto, o cómo no me he vuelto un puto adicto, pero estaba claro que si me transformaba en aquello nunca volvería a los brazos de mi esposa, no para ser un puto cabrón con ella y con mis hijos, prefería antes estar muerto que joderle la vida al lado de un drogadicto.Terminé quedándome dormido y desperté por el sonido de algunos disparos, me sentía confundido, ¿Cuánto tiempo había pasado desde que me dormí? ¿Será que ha habían dado con mi paradero? No estaba seguro ni tampoco lo creía posible, después de todo, Ivonne tenía que preocuparse primero de nuestros hijos y ni Bruno, ni Aleric dejarían que se metiera en problemas.La puerta de la habitación se abrió y con ella dio paso a Andrew. Él corrió hasta donde me encontraba mientras sacaba un radio de su bolsillo.— Encontr