Nikolay Petrov Dejé un camino de besos por el cuerpo de Ivonne, desde su cuello hasta su ombligo, podía sentir cómo su cuerpo se estremecía con cada caricia mía y eso, lejos de tentarme a acabar, solo me provocaba más, solo me incitaba a seguir devorando su cuerpo por completo, sonreí de lado cuando sentí la humedad en su vagina, estaba tan lista para que pudiese entrar en ella que fue inevitable no estremecerme también, rocé mi entrepierna con la suya mientras que me inclinaba un poco para poder besar sus labios, sonreí de lado mientras sentía la necesidad de unir su frente a la mía, y claro, lo hice. — Te amo. — susurró ella entrecortadamente, la excitación estaba haciendo su trabajo, aún no la desnudaba por completo, ella sabía que me encantaba hacerlo para luego ir recorriendo cada centímetro de él, si algo cambiaba en su cuerpo quería saberlo, alguna marca, estría o cicatriz, alguna nueva peca, necesitaba saberlo. — Nikolay. — dijo cuando sintió como mi mano trazaba una caricia
Ivonne PetrovaUna semana después.Estábamos preparados para viajar a Italia, a pesar de que Aleric dijo en variadas ocasiones que no iría con nosotros terminó accediendo cuando Alenka se lo propuso y la verdad, fue la mejor decisión que pudieron haber tomado. Nos fuimos todos, al menos los que considerábamos familia junto a dos hombres de seguridad que viajaban con cada uno. La familia de Bruno viajó en su propio jet, se fueron los cinco, con los dos hombres de seguridad, mi cuñado se encontraba mucho mejor desde la paliza que le habían dado, a veces me sorprende lo rápido que se recupera el par de hermanos.Aleric, por su parte, también viajó en su propio jet junto a Alenka y mis niños, Benjamín y Valentín, además de viajar con Katherina, Andrew y los dos hombres que se encargarían de protegerlos, mi hermano, Andrew, estaba encargado de la protección de ese vehículo, Aleric aún no se recuperaba por completo, es más, seguía teniendo moretones en el rostro y parte de su labio completa
Nikolay PetrovHabíamos viajado a Roma hace tres días, Aleric y su mujer se quedaron más cerca de nosotros, en Nápoles, ellos se encontraban viviendo su propia luna de miel, de hecho, creo que ya se encuentran planificando su boda y solo esperaban que las aguas se calmasen para poder darnos la sorpresa. Sonreí de lado, ese cabrón merecía ser feliz, encontrar su propia felicidad y darse cuenta de que cada persona en el mundo tiene a una esperando por otra, en este caso, Alenka estaba predestinada para estar al lado de él.Ivonne se encontraba dormida en la cama, con su espalda desnuda, como de costumbre, por mi parte, me encontraba sentado a la merced de la penumbra de la noche, pensando en todo lo que podría vivir al lado de mi mujer y, al contrario, lo que ya había vivido con ella, lo feliz que me hacía y lo especial que me sentía a su lado.Sonreí pensando en la familia que habíamos encontrado, pero mi sonrisa no terminaba de ser completa, una parte de mí faltaba, mis padres, no ten
Ivonne PetrovaNikolay me alzó en sus brazos y se dirigió nuevamente a la cama, sonreí de lado mientras sentía la necesidad de devorar sus labios, sus manos apretaban mi trasero con fuerza, no sabía si era en un intento de no querer soltarme o sí, por otro lado, quería provocarme para que terminásemos haciendo el amor como cada noche, cada mañana, cada vez que tenemos la posibilidad.— Amor. — susurré sonriendo mientras me dejaba llevar por cada una de sus caricias, cualquiera que nos viera podía decir que teníamos un imán que siempre terminaba uniéndonos, al igual que Bruno con su esposa y que Alenka junto a Aleric, sonreí de lado, ya no me importaba estar con mi amigo y preocuparme porque recordase todo lo que habíamos hecho juntos, eso formaba parte del pasado, ahora ambos estábamos felices.— Me encantas. — dijo Nikolay sonriendo, en ese momento Andrew tocó la puerta, se anunció poco antes de que mi ruso le dijera que entrase en la habitación. — ¿Qué sucede Andrew? — preguntó seri
Nikolay PetrovVenía con la idea desde que partimos de España, quería organizar esto para mi esposa, darle la sorpresa y que no se quedase con las dudas de lo que sentía, aunque sé que eso no es posible porque constantemente se lo demuestro de las maneras en que nadie se lo ha demostrado antes, mis hijos y el resto de las personas que consideramos familia nos han ayudado, Andrew, Katherina y Antoine, aunque a mi querido suegro no fue fácil convencerlo para que ocultase el secreto, sonreí de lado mientras veía cómo la felicidad destellaba en los ojos de mi amada Ivonne, aquel sentimiento era sin duda el más gratificante de todos, mis manos se dirigieron a las suyas, para luego unir nuestros labios de una manera tierna y terminar pegando su cuerpo al mío mientras veíamos como nuestros bebés jugaban entre ellos, me parecía raro que no intentasen jalarse el cabello, al menos Esperanza con Irina, Lukyan solo se quedaba observándolos.— Creo que nunca me había encontrado tan enamorado en mi
Ivonne PetrovaAún puedo sentir las manos de Nikolay nalgueándome, acariciándome, y es que ese hombre podía hacerme suya tan solo utilizando sus manos. Sonreí de lado mientras sentía la necesidad de volver a buscarlo para que se volviera a colar entre mis piernas, la verdad, no entiendo cómo, pero mi cuerpo a estado un poco extraño, sonreí de lado mientras mordía mi labio inferior y me ponía a pensar en por qué las ganas horribles de querer vomitar y luego el deseo enorme de querer devorar a mi esposo, unos deseos de querer pasar horas con Nikolay, haciendo el amor.— ¿Qué mierda me está pasando ahora? — pregunté mientras buscaba mi teléfono, necesitaba hablar con Santiago, esperaba que él me explicase qué es lo que pasaba conmigo, porque esto no era normal y lo primero que pensé fue en un nuevo embarazo, pero pues… eso no es posible, estoy usando un método anticonceptivo y además mi historial clínico, no, no podía estar embarazada nuevamente, dios... ¿Qué pensaría Nikolay de eso? ¡Vo
Nikolay PetrovSentía a Ivonne algo extraña, no entendía que podría ser. Tal vez esos deseos lujuriosos que aumentaban de manera incontrolable cada que nos acercábamos y es que su cuerpo irradia calor cada vez que me acerco, sonreí de lado mientras besaba su frente, comencé a acariciar su cabello en un intento para que controlase su respiración, su cuerpo y relajase su mente, seguro se encontraba acelerada con todo esto que habíamos organizado y que por lo demás, no ha disfrutado.— Nikolay… — comentó ella mientras levantaba un poco la mirada hasta donde me encontraba. — ¿Crees que nuestra familia está completa? — preguntó nuevamente. ¿A qué se refería? — Digo… ¿Crees que nuestros cinco niños son suficientes para que nuestra familia esté completa? — agregó nuevamente, ¿Era una pregunta en doble sentido? ¿Qué se supone que debo responder?— Pues cariño… no quisiera que pienses que nuestra vida se verá afectada por cuantos hijos tengamos, porque créeme, no sucederá. — mencioné sonriendo
Ella negó con su cabeza mientras limpiaba sus lágrimas y trataba de controlar su respiración, me dolía en el alma verla de esa manera, pero no podíamos hacer nada más, absolutamente nada, es cómo si nuestro destino no fuese estar juntos, sino que lastimarnos, una y otra vez esperando que nos separásemos por la manera más sana, pero no.— Antoine, llévatela, por favor. — dije mientras besaba su frente con ternura, esto era nuestra última despedida.— Nikolay, si me haces esto, te juro por dios y por todo esto que siento por ti, que te odiaré de por vida, ¿Qué no entiendes que mi vida sin ti no tiene sentido? ¿Por qué te rindes tan fácil? Sabes perfectamente que podemos acabar con ellos en el pasillo. — comentó ella, aún entre lágrimas.— ¡Lo hago para salvarte maldita sea! ¡Para que nuestros hijos tengan una oportunidad de sobrevivir! ¿No lo quieres? ¡PIENSA EN ELLOS TAMBIÉN MALDITA SEA! ¡TE NECESITAN! — grité provocando que sus lágrimas salieran con más descontrol de sus ojos. Uno de