Él
— Lárgate — le digo a la chica que se encuentra desnuda en mi cama.
Algo me molesta, sé que es importante, pero no logro recordarlo. Además, esta noche ha sido magnífica, diferente.
En realidad, no deseo que se vaya porque me hizo sentir como nunca en mi vida, creo que sentí demasiado y aunque suene contradictorio, no puedo aceptarlo, no tengo tiempo para esto.
Me levanto desnudo de la cama y camino hasta la puerta ventana de la terraza, la luz inunda la suite del séptimo piso del hotel "Le Majestic" en Cannes.
Ayer, después de celebrar la premiación de mi primera película independiente, decidí quedarme en Cannes y no viajar hasta mi Villa, que se encuentra cerca. Creo que Jean-Luc, mi asistente, el pobre, tuvo que hacer milagros para reservar esta suite. Por algo lo conservo, es el mejor en su trabajo.
— ¿Todavía sigues aquí? — dejo de observar el Mediterráneo y me giro para encontrarla mirándome fijamente.
Es hermosa, alta, con un color de piel caramelo hermosísimo, sus ojos marrones, sus largas pestañas y boca de labios gruesos y provocativos, me hacen dudar de mi decisión de hacerla partir.
Su cabello negro, rizado y un poco corto, está hecho un desastre, pero se ve hermosa, con un aire de chica pícara.La sabana blanca de seda, cubre su tersa y sedosa piel, no puedo ver su cuerpo y me distraigo por unos segundos recordando sus perfectas curvas, sus erectos senos y largas piernas, pensando en el calor de su interior al recibirme en su cuerpo, mientras se abrazaba a mí y me hacía sentir en casa. Pensando en como una y otra vez me perdí, en medio de su cuerpo de pecado.
— Yo... — la chica aprieta con fuerza la sábana y baja la mirada — No logro encontrar mi ropa — me dice al final y sé que está avergonzada, pobrecita, no sé cómo lo hace, porque después de todo lo que me permitió hacerle anoche, la vergüenza no tiene cabida en esta habitación.
— Creo — me acerco a ella y pongo mi mano sobre la suya, los nudillos de sus dedos se están volviendo blancos de la fuerza con la que sostiene la sabana, los separo uno a uno y acerco mi boca a la suya — que todo — susurro — está en el salón — de un solo tirón hago que su sábana caiga al suelo, mi mirada se vuelve a maravillar al ver su perfección.
La chica abre los ojos con asombro y corre hacia el salón, me río, pero en esta ocasión no siento la gracia, no es divertido.
— Espera — la sigo y veo como está intentando ponerse su vestido, me acerco y pongo mi mano sobre su espalda, inmediatamente siento la energía que me atrae hacia ella, mi cuerpo reacciona y mi erección se hace evidente, sigo desnudo, así que no es fácil de disimular, ella se detiene, cierra sus manos en puños, su cuerpo se tensa, pero no sé gira — Lo siento, no quise ser tan brusco — En general no pido disculpas y mucho menos a alguien que acabo de echar de mi cama.
Siento cuando su cuerpo se relaja, no resisto la tentación y desciendo mis dedos suavemente por su espalda, su cuerpo reacciona, tiembla y yo me acerco a ella y presionó el mío contra su espalda.
Mi amigo, travieso, busca un espacio entre sus nalgas, me inclino un poco, llevo mi mano izquierda a su cintura y presiono un poco más, escucho como su respiración se entrecorta y sonrío, todavía tengo ganas de ella, así que bajo mi mano con calma, paso por su cintura, ombligo y pelvis, cuando llego hasta la maravillosa entrada de su interior, presiono y giro mis dedos, cierro los ojos un momento y la escucho gemir bajito. Al abrirlos me maravillo de la majestuosidad del Mediterráneo, que puede verse desde mi ventana y pienso en lo majestuosa que también es esta mujer, que humedece mis dedos con su deseo y comienza a derretir mi corazón.
Me inclino un poco más y beso su cuello, su mano se cierra contra la mía y presiona, mostrándome como quiere ser tocada.
— Virginia — Susurro y olvido inmediatamente lo que quería decirle, porque nunca recuerdo el nombre de las chicas con las que he dormido, mi asistente es quien se encarga de conservar esa información. Esto es inquietante.
— Tengo que irme — me dice, pero su cuerpo tiembla, está excitada y el sentimiento es mutuo
— No — presiono más fuerte — ¡Quédate! — Sé que va a hacerlo, no puede resistirme y yo tampoco puedo hacerlo, muevo mis dedos en su intimidad, su cabeza se reclina contra mi pecho, porque a pesar de ser alta, yo lo soy mucho más. Gime, sé que pronto va a correrse y luego la tendré contra la ventana, follándomela como un loco mientras admiro el Mediterráneo.
Siento como su cuerpo tiembla, sus gemidos aumentan, el orgasmo la está invadiendo y notar todo eso en esta increible mujer, es un placer.
— Córrete, preciosa — su grito hace que mi erección aumente, pero en el momento que la giro hacia mí, para apoderarme de su provocativa boca, el sonido de su teléfono la distrae — no contestes — le digo.
— ¿Aló? — su voz entrecortada por el orgasmo. Intenta calmar su respiración. Se aleja de mi lado y recupera su ropa del suelo — Ya voy para allá, lo siento, olvidé llamarte — frunzo el ceño ¿Con quién diablos habla?
— Lo siento... debo irme — se viste deprisa y antes de salir de la suite, se vuelve a mirarme — Gracias — Es lo único que dice antes de cerrar la puerta.
Estoy impresionado, me siento usado, la chica no me llamó cariño, ni mucho menos dijo mi nombre ¿Acaso no lo recordaba?
Estoy enojado, frustrado y excitado, me dirijo a la habitación donde se encuentra mi ropa, me visto y camino hacia la mesa auxiliar al lado de la inmensa cama, para recuperar mi Rolex Cosmograph. Antes de cerrarlo en mi muñeca, algo llama mi atención, me acerco a la cama y veo sobre la sábana una mancha roja, me inclino y reviso con mayor detalle, entonces me doy cuenta de que, lo que me molestaba desde que desperté está mañana, era que anoche mientras Virginia y yo teníamos sexo por primera vez, estaba muy excitado y fui muy brusco, y por un instante sentí una barrera en su cuerpo y pensé que lo estaba imaginando; Solo que no era mi imaginación, era real y Virginia, era virgen.
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EllaNo puedo creerlo, me he entregado a un hombre sin conocerlo, he roto todos los principios y promesas que me he hecho durante toda mi vida. Sin embargo, me siento plena, esta noche ha sido la más increíble de mi vida, no sabía que alguien podía hacerte sentir así de especial y mucho menos cuando no lo conocías.
La mayoría de mis amigas me habían dicho que la primera vez era horrible, mucho dolor y nada de placer; Yo no puedo negar que sentí un poco de dolor, pero el placer superó con creces mis expectativas y hace un momento, no puedo creer que le permitiera seguir usándome de esa manera y a plena luz del día, pero escucharlo hablar y tocarme, me llevó de nuevo a otro orgasmo increíble.
Me llevo las manos a la cara, me acomodo el cabello y entro a nuestro pequeño apartamento.
— ¿Vera? ¿Eres tú? — mi hermana gemela sale de su habitación, lleva el cabello en un recogido informal y su cara limpia de todo maquillaje, contrario a la mía — ¿Por qué vuelves hasta esta hora? ¿Cómo te fue? — me pregunta entrando a la cocina a preparar café.
— Bien, creo, la gente me vio y algunas personas me hablaron — le digo y trato de ir rápidamente a mi pequeña habitación.
— ¿Y por qué llegas hasta esta hora? — Sabía que tenía que regresar primero que ella, soy una idiota.
— La fiesta terminó tarde y no me sentía muy bien, creo que bebí un poco más de lo que debía, así que me quedé en un café durante un buen momento — invento rápidamente y recibo de sus manos una taza de café, lo que bloquea completamente mi interés de esconderme en mi habitación — ¿Y a ti cómo te fue? — le pregunto, porque al final, yo fui a esa fiesta para ayudarla a ella "No para entregarle mi virginidad a un desconocido" me digo a mí misma y siento que mis mejillas arden profundamente.
— Pues pronto haremos maletas, querida — corre y me abraza, yo hago malabares para no tirarme o tirarle el café encima.
— ¡Cuidado! — grito.
— El chico con el que salí es un actor que por ahora es un poco desconocido, pero va a estar en la nueva película del director Dante LeMaire — No tengo ni idea de quién es — Ya sabes, el director y productor franco americano que anda ganando premios por montón e hizo su primera película independiente — aplaude — ¡Como él es bello! — suspira — El hecho es que él o bueno, los dueños del proyecto, están contratando varios actores secundarios y técnicos, de sonido, vestuario — me dice mirándome con los ojos abiertos — es nuestra oportunidad Vera, tenemos que irnos para los Ángeles y como me hiciste el favor de estar en la fiesta, ya no tendré problema, alguien me verá y se acordará de haber hablado conmigo en la fiesta o al menos haberme visto y hasta podré hablarles — me abraza de nuevo y me da un sonoro beso — Yo sabía que funcionaría, que podría sacarle información a este actor y de paso ser vista en la fiesta, gracias a ti, Vera, mi relacionista pública — se aleja y continúa hablando, como hace siempre — Trabajaremos juntas, tú como diseñadora de vestuario y yo como actriz — se detiene un momento mientras revisa algo en su celular — ¿te imaginas? Nadie podrá pararnos, y no tendremos que separarnos, estaremos juntas, viviremos juntas — abre sus manos en un gesto dramático — Las gemelas Levy. Virginia y Vera Levy.
— No podemos dejarlo todo tirado, Virginia — le digo y camino hacia el sofá y me siento.
— Claro que sí, somos huérfanas con unos trabajos de m****a, solo nos tenemos a nosotras mismas, Así que nos iremos — se sienta a mi lado — De verdad, gracias por haber ido en mi lugar — suspira y me abraza con fuerza, es tan empalagosa — Ahora mira las fotos de la gala y dime a quién viste, así sabré con quién podré hablar directamente — reviso una de las fotos y mi corazón comienza a palpitar a mil por hora, el chico de anoche está ahí y aunque trato de recordar su nombre no lo logro
— ¡Ah mira! — dice mi hermana — ese es el director del que te hablaba — Me muestra la foto de un hombre alto, delgado, pero musculoso, con el cabell abundante, de un tono rubio cenizo, una cara masculina con una sombra de barba y los ojos color miel más increíbles que he visto en mi vida. ¿Dan?, he recordado su nombre ¡No puede ser!
— Es Dante LeMaire, a que es lindo ¿no? ¿Acaso no lo viste? — ¡Dios mío! Claro que lo vi y pasé toda la noche en su cama — Pues fíjate, no le gustan las actrices que lo seducen para conseguir un papel, así que mejor que no lo viste, así no se formará una imagen negativa de mí — levanto la mirada de la foto y le pido a Dios y a todos los santos, que no me recuerde o no solo yo perderé algo a causa de él, porque aparte de mi virginidad, mi hermana corre el riesgo de perder su sueño, antes de comenzarlo.
Dante — Querido — me dice Gigi, mi coproductora, hemos pasado algunos momentos juntos estos últimos días, pero mi mente sigue en Cannes, en el hotel Majestic y en Virginia — Esperemos que esta última aspirante sea lo que buscamos, ya estoy cansada y creo que necesito otro tipo de emoción — dice mientras pasa sus largas y perfectamente maquilladas uñas por mi entrepierna, solo que lo único que me hace sentir en este momento, es fastidio. — Lo siento Gigi, pero hoy no estoy disponible — Ni nunca más, pienso. Ella quita su mano y se vuelve hacia el escenario. — Eres un cínico — me dice sin dejar de mirar al frente — hermoso, pero imbécil — Ya empezamos con los insultos. Escucho que alguien hace sonar levemente su garganta. — Te lo mereces — me dice Aria cuando giro para mirarla, es la única amiga que tengo en este medio y una de mis inversoras — mejor mira al frente, acaba de entrar otra aspirante. — ¡Virginia! — Exclamo, no puedo creer que esté aquí ¿Acaso todo era una trampa? Mi co
Vera Me siento muy nerviosa, Virginia se veía muy segura esta mañana que salió hacia el casting, si yo fuera como ella, lograría todo lo que me propusiera; Pero me cuesta sentirme segura de mí misma. Llevo a mi entrevista de trabajo, la carpeta con los mejores diseños que he hecho. A diferencia de mi hermana, siempre llego tarde a todo, aunque me esfuerce, siempre pasa algo, en esta ocasión no voy tarde, pero tengo el tiempo preciso para llegar. Siento que alguien choca contra mí y solo tengo tiempo de ver cómo todos los diseños vuelan por los aires, y se expanden a lo largo y ancho del lugar. Me arrodilló y comienzo a recuperarlos. — ¡Oh! ¡Dios mío! ¡Lo siento! — exclama una sedosa voz femenina, levanto la mirada y una chica rubia y ¡Hermosísima! Se arrodilla frente a mí — ¿estás bien? Lo siento, no te vi llegar — me ayuda a recuperar las hojas que me faltan, se pone de pie, mientras yo organizo la carpeta. — Perdóneme usted a mí — le digo cuando me levanto, me mira con una sonri
Mi primer día de trabajo ha sido intenso, el departamento de vestuario es inmenso, tenemos desde modistas y modistos, hasta los coordinadores que se encargan de comprar, buscar o adquirir todo lo que los diseñadores pedimos o diseñamos y no puedo creer que me encuentre trabajando con la directora de arte. Varios de mis compañeros diseñadores me miran con desconfianza y eso me pone nerviosa, he pasado todo el día corriendo, esta mañana la señora Lincoln me ha entregado un guion de la película, para que lo lea y haga una propuesta de vestuario inicial sobre Ada y Fabricio, los personajes principales y luego me ha dicho con una sonrisa muy amable, que lo necesita para hoy, porque tenemos una reunión al final de la tarde ¡Qué ingenua soy! — Hola, Vera, ¿verdad? — Aria se sienta a mi lado en la sala de reunión, pensé que era actriz —Me alegra que te quedarás con nosotros — me dice. — Hola, gracias — estoy impresionada, de verdad que es muy hermosa y amable. Hay muchas personas en la sal
Dante — Dime padre — he llegado a mi antigua casa familiar, en Beverly Hills, no vengo muy seguido, mi padre no es una persona fácil de tratar y menos desde que mi madre, una célebre actriz de teatro, lo abandonó por un hombre que podría ser mi hermano mayor. — Estamos en problemas y con tu nuevo filme, las cosas se complican — me dice, al parecer las cosas según él, no van bien. — No entiendo, ¿qué tengo que ver con lo que esté pasando? — me sirvo un trago de vodka, contrario a lo que piensa todo el mundo, detesto el whiskey. — Tu película es un riesgo inimaginable, la empresa ha entrado en austeridad y los miembros del consejo están preocupados por tu comportamiento — Levanto una ceja — Richard nos ha contado de tu reacción con la joven actriz, que no la querías en escena, al parecer te has acostado con ella — Richard no sabe más que ir con chismes — Ellos no quieren depender de tus caprichos y enredos sexuales — me dice y me mira desde su confortable sofá — Y yo tampoco, Dante —
Dante Siento como si un martillo atacara mis sienes sin compasión, mi boca está seca, como si tuviera arena en la garganta, mis ojos me pesan y creo que llevo la misma ropa de anoche. Creo que desde la Universidad no había estado en una condición tan precaria. — Hey, levántate — escucho una voz sedosa, que estoy seguro, pertenece a Aria, pero no entiendo por qué me está llamando — Dante, levántate que necesitamos hablar. — Aria ¡Lárgate! — intento tapar la luz que llega hasta mi cara. — ¡Vas a levantarte ahora mismo! — me grita y yo me llevo la mano al oído. — ¿Podrías traerme un vaso con agua, por favor? — le suplico y que conste que no soy un hombre que suplique a nadie, desde que conocí a las hermanas Levy, me la pasó disculpándome, pero no he suplicado. — No — Aria siempre ha sido cruel, me pregunto por qué es mi mejor amiga o mejor dicho, la única — No hasta que me expliques ¿qué es este disparate de que te casas con la estrella principal de tu película? — ¿Cómo se entera de
Dante ¿Embarazada? Embarazada. Vera va a tener un bebé y no es conmigo, detesto a ese hombre sin conocerlo ¿sería su pareja? ¿Seguirá con él? Recuerdo que Virginia me dijo que a Vera no le gustaban las relaciones serias, o tal vez entendí mal, mientras estoy sentado esperando en la sala del apartamento de Vera a que su hermana salga, para poder hablar con ella y resolver esta situación de una vez, tengo la cabeza hecha un lío y no puedo evitar recordar la noche anterior. ------- Flashback No tengo muchas ganas de ir a la fiesta, pero ya le había prometido a Virginia que lo haría. Mi padre me ha llamado esta tarde, preguntándome si me iba a casar o no, le dije que estaba saliendo con alguien y esperando que las cosas se dieran, que no me presionara, simplemente me respondió que el tiempo se acababa. Así que cuando entramos a la fiesta, estoy de un humor de perros y todo empeora cuando veo a Vera del brazo de un chico de producción, creo. — No sabía que tú hermana salía con alguien
Vera Escuchar a Virginia gemir y gritar mientras tiene sexo con Dante, es una de las peores experiencias de mi vida. Tengo tanta rabia que solo quiero golpearlo, destruirlo, yo llevo a su bebé en mi vientre, se supone que se siente atraído por mí y viene y se folla a mi hermana conmigo al lado. Lo peor es que no puedo dar rienda suelta a mis sentimientos, porque Peter se encuentra aquí. — ¿Vamos a algún lado? — me pregunta y yo inmediatamente acepto, lo que sea con tal de salir de aquí, me pongo unas sandalias y vamos a Manhattan Beach. Paso el resto del domingo con Peter, al que le he pedido disculpas por irme ayer así de la fiesta, sin prevenirlo. Y le he contado lo de mi embarazo y que por ahora no me siento preparada para estar en una relación, él me ha dicho que le gustaría ir poco a poco, sin compromiso y he decidido pensármelo. Esta semana he tenido mucho trabajo y las náuseas empiezan a incomodarme en las mañanas; trato de informarme sobre lo que debo hacer y afortunadamen
Dante Cuando Vera se va, me siento como un imbécil, ella tiene razón, mi peor error fue haberme acostado con su hermana y no solo porque ella estaba ahí, sino también porque no la quiero y durante todo el tiempo solo pensé en Vera. Me he convertido en alguien despreciable, sintiendo de una forma y actuando de manera diferente, ya ni me reconozco, siempre he sido consecuente conmigo mismo y con mis ideas y principios, ya no sé quién es este desconocido que trata de encontrar un recuerdo en Virginia, tal vez solo sobre estimé la noche en Cannes y tuvo que ser Vera quién me lo hiciera comprender. — Lemaire — no he mirado quien llama, hoy solo quiero beber. — Querido — escucho la voz de Virginia, más sedosa y seductora que la de Vera y me dan ganas de lanzar el teléfono contra la pared — ¿Cenamos juntos? Así aprovechamos esta noche, antes de pasar el fin de semana con tu padre — M*****a cena, no sé a lo que está jugando mi padre, pero ya me estoy cansado. — Lo siento, Virginia — mi v