Ensayo General

Dante

— Dime padre — he llegado a mi antigua casa familiar, en Beverly Hills, no vengo muy seguido, mi padre no es una persona fácil de tratar y menos desde que mi madre, una célebre actriz de teatro, lo abandonó por un hombre que podría ser mi hermano mayor.

— Estamos en problemas y con tu nuevo filme, las cosas se complican — me dice, al parecer las cosas según él, no van bien.

— No entiendo, ¿qué tengo que ver con lo que esté pasando? — me sirvo un trago de vodka, contrario a lo que piensa todo el mundo, detesto el whiskey.

— Tu película es un riesgo inimaginable, la empresa ha entrado en austeridad y los miembros del consejo están preocupados por tu comportamiento — Levanto una ceja — Richard nos ha contado de tu reacción con la joven actriz, que no la querías en escena, al parecer te has acostado con ella — Richard no sabe más que ir con chismes — Ellos no quieren depender de tus caprichos y enredos sexuales — me dice y me mira desde su confortable sofá — Y yo tampoco, Dante — Esto es inaudito.

— Padre, todos conocen mi regla, no veo el inconveniente — le digo con tranquilidad, aunque empiezo a sentirme furioso.

— Claro que es un inconveniente, ¡casi perdemos una excelente actriz solamente porque no pudiste dejar tu pene quieto! — me grita — Si no fuera por Aria, la hubiésemos perdido. Estoy cansado de esto, vas a acabar con los comentarios y vas a tranquilizar al consejo, si deseas seguir jugando al director de filmes de alto presupuesto — golpea su bastón contra el suelo, mi padre me tuvo cuando tenía casi 50 años, así que está bastante anciano.

— Padre, no puedes irme amenazando y metiéndote en mi vida sexual — Que hoy es un desastre por culpa de las gemelas Levy, pienso — y los miembros del consejo tampoco, habla claro y dime que quieres — Necesito terminar con esta conversación, estoy acumulando mucha frustración esta noche.

— Tienes que casarte — me dice mi padre.

— ¿Cómo? — espero que no esté hablando en serio

— ¡Tienes que casarte y dejar de jugar al pipí loco! — me grita y sé que está perdiendo la paciencia.

— ¿Te estás escuchando? — me acerco a él — Tengo veintisiete años, padre. No soy un niño, no puedes ir ordenándome ese tipo de cosas.

— Claro que puedo Dante, o te casas, o te olvidas de tu película y de heredar algún día la productora — Esto no puede estar pasando, el mundo se ha vuelto loco hoy.

— No puedes hacer eso — le digo y tomo asiento en el sofá frente a él.

— Claro que sí, el consejo lo ha exigido, si no te casas, cancelamos el financiamiento de la película — habla bajo.

— No pueden hacerlo, los contratos están firmados, padre — paso mi mano derecha por mi cabello.

— Claro que sí, podemos encontrar miles de situaciones para cancelarlo, puedes pelear si quieres, pero un pleito jurídico te llevaría meses y mucho dinero. Sabes que la productora tiene todas las de ganar — me mira con sus ojos marrones claros, como los míos — O te casas o pierdes todo. Tú decides — ¡maldita sea! ¿En qué momento mi vida se complicó de esta manera?

— Buenas noches, padre — veo de reojo como sonríe, sabe que ha ganado, pero solo por esta vez.

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Vera

No puedo creer todo lo que ha sucedido con Dante, mi cuerpo tiembla, mi mente es un caos. Me ha besado a mí, a Vera, no creyendo que fuera Virginia, esto es increíble, pero está con mi hermana, así que no debo alegrarme, es como si la hubiese engañado conmigo. ¡Todo es un desastre!

Sigo sintiéndome mal, los últimos días me la he pasado mareada y con poco apetito, pero trato de comer para no volver a tener un bajón de azúcar, como la otra vez; Vomito de tanto en tanto, especialmente en las tardes y me la paso con el estómago revuelto.

Durante la primera semana creí que era el estrés, ahora es la segunda semana con los mismos síntomas, empiezo a preocuparme de verdad.

No he visto a Dante, trabajo mucho, llevo dos semanas aquí y para mí es como si fuera una eternidad, nunca pensé que podría aparecer en los créditos de "Una Estrella Equivocada".

Casi no veo a Virginia, cuando no está ensayando, me dice que va a verse con Dante. Hoy me siento particularmente cansada y tengo mucho sueño

— Vera ¿Podrías hacerme un favor, encanto? — ese es Peter, el único diseñador de vestuario que habla conmigo, los otros me odian un poco, creo que es porque soy nueva y encima diseño el vestuario de los actores principales. Además, todos ya saben que la protagonista es mi hermana gemela.

— Claro, dime — me acerco a él, esperando que me pregunte por algo del vestuario.

— ¿Quieres acompañarme a la fiesta? — Habla de una fiesta a la que irá todo el equipo, se hará después de la primera reunión de ensayo general de los guiones. Estaremos todos, producción, equipo técnico y los actores, pero yo no pensaba ir — ¿Por favor? — Peter me cae bien, así que le digo que si y evito tener problemas con la señora Lincoln después, ya que espera vernos a todos ahí.

Durante la semana, Virginia habla solamente de la fiesta, se la pasa haciéndose mascarillas y hablando con Dante por teléfono, cuando no está con él o ensayando.

— ¡Vera! — me grita Virginia, es domingo y quería dormir hasta tarde, estoy agotada y pensé que había salido anoche con Dante y no estaba, prefiero no pensar en ellos dos juntos — ¡Vera! — vuelve a gritar. Solo quiero dormir.

— ¿Qué? — salgo de mi cama y me acerco a la cocina — Pensé que no estabas ¿No habías salido con Dante? - Le pregunto.

— ¿Cómo? — deja de buscar no sé qué, en los cajones de la cocina y me mira — No, ha estado muy ocupado con lo del ensayo general, he salido con varios actores de la película, no puedes imaginarte lo hermoso que es el actor principal — me dice y sigue abriendo y cerrando cajones.

— Pensé que salías con Dante — le recuerdo.

— ¿Y? Tengo ojos, ¿no? — me dice — y además necesito estar segura de que Dante va en serio con esto, espero que en la gala se me declare — siento como si me hubiese tragado un montón de puntillas — ¿Tienes tampones? Siempre olvido cuando voy a tener la regla — continúa hablando, pero no logro entender lo que dice ¿Tampones? Desde que hemos llegado a los Estados Unidos no he utilizado, estoy segura.

Corro a mi habitación y busco mi libreta de apuntes, nunca he querido utilizar las aplicaciones para esto, reviso en mi libreta y no he marcado nada hace casi dos meses ¡Mierda! Pienso en cómo me he sentido últimamente, verifico en mis cosas y tengo la caja de tampones intacta ¡Dios mío! Salgo de la habitación con ella en las manos y se la entrego a Virginia.

— Eres un amor, siempre prevenida — se dirige a su cuarto y yo paso todo un domingo de angustias sin saber qué hacer.

Durante la semana continúo igual, no me atrevo hacerme la prueba, sigo sintiéndome mal y ya estoy casi segura del resultado.

Finalmente, el viernes me decido y antes de arreglarme para ir a la fiesta, compro varias pruebas y me hago una tras otra, con el mismo resultado: Positivo.

No puedo creerlo, tengo ganas de llorar, ahora tengo que ser responsable de une bebé y debo hablar con Dante. Pero, primero decido contarle a Virginia.

— Esto es hermosísimo — le digo a Peter, cuando entramos a la gala, todo es tan glamuroso que no puedo ni imaginarme el escenario final.

— No has visto nada, la señora Lincoln y sus compañeros son muy detallistas — es hermoso.

Pasamos la noche hablando, riendo y bailando un poco, en algún momento de la noche siento como los bellos de mi cuerpo se erizan, y al girar veo a Virginia y a Dante entrar tomados del brazo.

— Son majestuosos, ¿Verdad? — me susurra Peter, mirándolos.

— ¡Vera! — Aria sé acerca a nosotros, acompañada de una chica pelinegra — ¡Qué hermosa estás! ¡Me encanta! divino tu cabello y ese vestido es hermoso, te ves diferente, reluciente — me he puesto un vestido dorado ocre que marca un poco mi figura — Hola Peter — lo saluda rápidamente y este se vuelve rojo como un tomate, casi nunca tiene contacto directo con los productores — Cariño — se dirige a la chica — ella es Vera, de quién te hablé y él es Peter, también diseñador de vestuario — nosotros sonreímos, que extraño que hablara de mí — ella es Mary, mi novia — la saludamos un poco asombrados, pero apenas se van, empezamos a reír de los nervios, nunca la hubiese imaginado con una chica.

En algún momento de la noche, Peter me mira y sin previo aviso se inclina y presiona sus labios contra los míos.

— Eres tan hermosa — me dice y vuelve más intenso su beso, pienso decirle que no y más sabiendo que estoy embarazada, abro los ojos y veo a mi hermana besando a Dante. No es que Peter me guste mucho, es solo que tengo rabia y le correspondo porque estoy celosa — Tenía miedo de que me golpearas si te besaba — me dice y yo siento la cara caliente.

— Peter, en realidad no creo que en este momento esté preparada para esto -— le digo intentando ser empática — Me encuentro en una situación que ...

— ¿Una ruptura? — se adelanta — No te preocupes que puedo esperar, intentaremos ir poco a poco — dice y lleva su mano a mi cintura y empieza a bailar.

— Pero... — intento hablar.

— Yo puedo esperarte, Vera — No quiero insistir, así que bailamos durante un rato, me siento un poco mareada y necesito ir al baño, le digo a Peter que puedo ir sola y comienzo a caminar por un oscuro pasillo que lleva supuestamente a los baños, abro la primera puerta que veo y me encuentro con una pequeña sala, Dante se ve diferente, sentado en un diván, tiene una copa en sus manos y los ojos dilatados.

— ¿Dante? — no puedo creer que se encuentre en este estado ¿Está borracho?

— ¡Vera! — exclama y se pone rápidamente de pie, dejando la copa a un lado, llega hasta mí, me toma de la nuca y la cintura y solo soy consciente de su boca sobre la mía, nuestros dientes chocan, es un beso hambriento, salvaje.

Quiero decirle que pare, pero es imposible, su beso me transporta, las sensaciones se apoderan de mi ser.

— ¿Acaso ese idiota te hace sentir esto? — me dice mientras lleva su mano a mi pecho — Tu corazón se quiere salir, estás húmeda — desciende su mano y toca mi centro, mueve los dedos y yo gimo — benditamente húmeda por mí — Dante me toma de las caderas y yo rodeo su cintura, me lleva hasta el diván, donde me deposita suavemente, sus labios y manos se pasean por todo mi cuerpo.

— Estás hermosa — me muevo a su ritmo, mi cuerpo tiene vida propia — muero por estar dentro ti — siento como dos dedos se introducen en mi interior y como comienza a penetrarme, es algo incómodo, pero pasa rápido — estás tan húmeda, tan lista para mí — susurra sobre mis labios — Vera, solo quiero enterrarme en ti y olvidarlo todo — sus palabras me traen al presente, tengo que hablar con Virginia sobre el bebé, decirle a él, pero no es el momento. Lo empujo y me levanto rápidamente, arreglo como puedo mi vestido y lo miro.

— Te dije que no volvieras a tocarme, Dante — hablo con la rabia que siento hacia mí misma.

Antes de cerrar la puerta escucho un fuerte golpe y luego el sonido del vidrio al romperse.

— ¿Qué he hecho? ¡Diablos! — grita.

Suspiro y camino hacia la sala buscando a Peter, le diré que debo irme, no podré soportar ver a Dante con mi hermana.

— ¡Vera! — escucho la voz de Virginia, que me abraza con fuerza — Te estaba buscando, mira — me enseña un hermoso solitario con un liso diamante que cubre su dedo anular — Dante y yo vamos a casarnos — inmediatamente, las náuseas se apoderan de mí.

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