— ¿Qué hacemos aquí? — le pregunto, estoy nerviosa. — No voy a casarme — es lo primero que me dice y se sienta en un sofá que parece muy cómodo — Esto debería ser una cena y resultó ser una fiesta de compromiso —me dice — tengo casi 28 años, soy un productor y director de cine reconocido mundialmente y mi padre quiere manejar mi vida — está estresado, no deja de tocarse las sienes con su mano abierta sobre la frente. — Dante — me siento a su lado y tomo su mano — Entiendo cómo te sientes, pero ya te comprometiste con Virginia, no puedes simplemente no querer casarte — le digo. — Claro que puedo, no voy a someterla a vivir una vida de infelicidad, solamente porque yo quería estar con la mujer que conocí en Cannes — lo miro, pensé que estaba con ella porque se sentía atraído también — Pasé una espectacular noche con tu hermana en Cannes, no sé si te lo dijo — trato de no mostrar mis sentimientos, Virginia me dijo que él había odiado esa noche, me mintió, típico en ella — Luego cuando
— Preciosa — me dice — Solo quiero casarme contigo — su mirada me envuelve — No voy a aceptar que me presionen — Dante toma mi cara entre sus manos. — Lo siento, pero no puedo aceptar — las lágrimas comienzan a descender por mis mejillas y me giro para salir del despacho — no insistas, o me veré en la obligación de renunciar como diseñadora e irme — lo amenazo, sé que no es lo ideal, pero Dante puede perderlo todo, dejar sin empleo a todos mis compañeros y enfrentar millonarias demandas. — Verá, nena — deja su frente sobre la mía y siento su respiración y solo quiero perderme en él —Para mí lo más importante, eres tú. Lo demás lo resolveremos — Lo miro — Por favor — le suplico y no sé si es el tono de mi voz o mi mirada, pero Dante me deja libre y aprieta sus manos en dos puños. — ¿Estás segura? — No nos importan sus padres, parecemos encerrados en nuestra propia burbuja, una que pronto va a estallar para que podamos continuar nuestras vidas, cada uno por separado. — Lo siento — l
Cada día es más complicado trabajar con Virginia, me pide pequeños cambios de última hora, que implican un trabajo adicional y lo hace con tanta amabilidad y dulzura que nadie comprendería si me negara. Estoy agotada y con el avance del embarazo tengo sueño casi todo el día, además empiezo a subir de peso y tengo miedo de estar embarazada de gemelos, porque al ser también gemela, es una posibilidad. — Hola, hermosa — Peter se acerca a mí sonriendo — ¿Ya has cumplido con el último capricho de nuestra estrella? — sonrío — ¿Vamos al cine? Haremos que este bebé conozca el séptimo arte — me dice alegremente. Él y Aria me han ayudado a soportar estas últimas semanas y espero contar con ellos, el poco tiempo que me queda en este trabajo. Mi teléfono vibra y veo rápidamente el mensaje. NÚMERO DESCONOCIDO: Solo quiero saber si te encuentras bien. Hoy parecías agotada. Dante — Me quedo mirando el mensaje, ¿cómo se le ocurre escribirme? VERA: No creo que sea de su interés, señor LeMaire — Le
Dante He bebido más de la cuenta, ver a Vera en la ceremonia y tener que casarme con su hermana, fue más de lo que pude soportar. Ella se dio por vencida, no luchó ni un segundo por nuestra relación, así que solo me queda mi profesión y no voy a dejar que nadie intente acabar con mis aspiraciones y le demostraré a mi padre y a su estúpida productora que no son las únicas del mercado, después de terminar esta película, voy a crear mi propia productora independiente, así tenga que empezar de cero y que se jodan mi padre y sus socios. — Querido — escucho la voz seductora y melosa de Virginia, que a veces no puedo soportar. Ha entrado en la habitación, está vestida con una bata ligera y suelta de seda, se ve hermosa, pero no es Vera — Me muero por consumar nuestro matrimonio — me dice, y yo me muero por tener a Vera en su lugar, desnuda, gimiendo y con los labios entreabiertos, mientras llega al orgasmo y aprieta con fuerza mi espalda — Que bien, estás más que listo para mí — Con dificu
Casi 6 años despuésDante Vivir con Virginia es como tener un compañero de casa, pero celoso y posesivo. Cuando nos casamos ella intentó que tuviéramos una relación de pareja normal, pero yo no estaba interesado. Luego, cuando Vera se fue y empezamos la postproducción de "la Estrella equivocada", me desinteresé por completo. Durante la promoción del filme asistimos juntos a muchos eventos y para la prensa éramos la pareja del año y mucho más cuando ella fue nominada a mejor actriz y el filme gano cuatro premios Óscar, a mejor actor, director y diseño artístico y fotografía. Virginia se convirtió en una actriz muy famosa y demandada por otras productoras y directores. A pesar de todo lo que mostrábamos a la prensa y el mundo entero, nuestro matrimonio solo era de nombre, y cuando Virginia intentaba que tuviéramos intimidad o perdía los papeles y hacía escenas de celos inverosímiles cada vez que me veía cerca de alguna mujer, solo pensaba en dejarla y seguir mi vida, tranquilo. Me de
Vera — Estoy cansado Vera, no quieres que vivamos juntos y mucho menos casarnos, creo que he tenido mucha paciencia — Peter levanta un poco la voz y yo hago el gesto de silencio, es muy temprano en la mañana y no deseo que despierte a Mathis — Quiero ser padre, tener un hijo contigo — Anoche Peter llegó tarde y se quedó a dormir. — Peter, Mathis te considera como su padre — le digo — ¡Pero no lo soy! — Vuelve a levantar la voz — Peter, lo siento de verdad — En realidad ha sido muy paciente, yo no le pedí que viniera conmigo, pero tenerlo cerca, me ayudó bastante y me permitió tener un amigo durante varios años y un compañero de trabajo — tienes razón, dame unos días y te tendré una respuesta — Hace casi dos años empezamos a salir juntos y me costó muchísimo empezar a tener relaciones sexuales con él y hasta el momento, no puedo concebir renunciar a mi libertad a cambio de tener una pareja — Tengo que despertar a Mathis — creo que Peter se ha calmado un poco, desde ayer que llegó se
Dante ¿Mi hijo? Sigo a la doctora por inercia, tengo un río turbulento en mi cabeza, no logro comprender que ha pasado, ahora resulta que tengo un hijo con Vera. Pero ¿Cómo? Ella ya estaba embarazada la primera vez que estuvimos juntos. — Señor LeMaire, después de que hayamos finalizado, podrá ver a su hijo — ¡Dios mío! Un hijo, ¿Cuándo ha sucedido esto?, no es lógico, es imposible. A menos que esa noche en Cannes no fuera Virginia, sino Vera con la que estuve. — Por aquí, señor LeMaire — presto atención a la médico y por un momento me parece que dice mi nombre de manera diferente, podría haberme reconocido — La enfermera vendrá enseguida ¿Tiene alguna pregunta — La miro fijamente, mi mente en otra parte ¿Podría decirme, como fui tan estúpido como para no reconocer a Vera y saber que esperaba a mi bebé?, La doctora está mirándome intrigada. — ¿Él va a estar bien? — es lo único qué logro decir — ¿Mathis va a estar bien? — repito y decir su nombre siendo consciente de que es mi hijo
Dante Aria me ha obligado a venir a la cafetería, por fin he comido algo, después de esta mañana me la he pasado de un lado para otro. La cirugía de Virginia ha ido bien, pero tendrá un proceso de rehabilitación lento y no podrá trabajar durante varios meses y Mathías, afortunadamente, se está recuperando. — Dante — escucho la voz de Vera y eso me destroza, sé que sufre porque le he dicho que voy a quitarle a Mathis y en realidad pienso hacerlo, pero no deseo hablar con ella, estoy muy enojado — ¿Podemos hablar? — Aria se levanta deprisa. — Escúchala — me dice antes de salir de la cafetería y dejarnos solos. — Solo te pido una oportunidad para que hablemos — repite, cuando pienso en alejarme también, pero continuo sentado y ella toma asiento frente a mí. — ¿Tú lo hiciste, Vera? — le pregunto con mi voz cargada de amargura — ¿Me diste una oportunidad? Porque no lo tengo muy claro — No he parado de pensar en lo estúpido que he sido — No me diste la oportunidad de conocer a mi hijo —