Dante ¿Mi hijo? Sigo a la doctora por inercia, tengo un río turbulento en mi cabeza, no logro comprender que ha pasado, ahora resulta que tengo un hijo con Vera. Pero ¿Cómo? Ella ya estaba embarazada la primera vez que estuvimos juntos. — Señor LeMaire, después de que hayamos finalizado, podrá ver a su hijo — ¡Dios mío! Un hijo, ¿Cuándo ha sucedido esto?, no es lógico, es imposible. A menos que esa noche en Cannes no fuera Virginia, sino Vera con la que estuve. — Por aquí, señor LeMaire — presto atención a la médico y por un momento me parece que dice mi nombre de manera diferente, podría haberme reconocido — La enfermera vendrá enseguida ¿Tiene alguna pregunta — La miro fijamente, mi mente en otra parte ¿Podría decirme, como fui tan estúpido como para no reconocer a Vera y saber que esperaba a mi bebé?, La doctora está mirándome intrigada. — ¿Él va a estar bien? — es lo único qué logro decir — ¿Mathis va a estar bien? — repito y decir su nombre siendo consciente de que es mi hijo
Dante Aria me ha obligado a venir a la cafetería, por fin he comido algo, después de esta mañana me la he pasado de un lado para otro. La cirugía de Virginia ha ido bien, pero tendrá un proceso de rehabilitación lento y no podrá trabajar durante varios meses y Mathías, afortunadamente, se está recuperando. — Dante — escucho la voz de Vera y eso me destroza, sé que sufre porque le he dicho que voy a quitarle a Mathis y en realidad pienso hacerlo, pero no deseo hablar con ella, estoy muy enojado — ¿Podemos hablar? — Aria se levanta deprisa. — Escúchala — me dice antes de salir de la cafetería y dejarnos solos. — Solo te pido una oportunidad para que hablemos — repite, cuando pienso en alejarme también, pero continuo sentado y ella toma asiento frente a mí. — ¿Tú lo hiciste, Vera? — le pregunto con mi voz cargada de amargura — ¿Me diste una oportunidad? Porque no lo tengo muy claro — No he parado de pensar en lo estúpido que he sido — No me diste la oportunidad de conocer a mi hijo —
Vera No sé por qué lo besé, fui yo quien lo toqué y quien se acercó a él. En realidad, moría por besarlo, soy una idiota, en lugar de pensar en mi hijo y en todo lo que está pasando, me dedico a besar a Dante, cuando acaba de amenazarme con denunciarme por negligencia y quitarmelo. Peter nos ha visto mientras nos besábamos y Dante lo ha golpeado, esto cada vez está peor, no sé qué hacer, en unas pocas horas todo ha cambiado. Peter ha dejado la puerta de casa abierta y Mathís ha salido a la calle donde fue atropellado por mi hermana y tenía que ser precisamente ella. Luego Dante se aparece y le salva la vida a mi hijo y se entera de que es el padre de Mathis y a pesar de todo lo que está pasando y de que Peter se ha ido completamente enojado, yo solo pienso en besarlo. — ¿Vera? — Reacciono al escuchar la voz de Aria, solo ella fue capaz de controlar a Dante y le agradezco porque de otra forma estoy segura de que hubiese acabado con Peter — ¿Cómo fue posible todo esto? — Veo incredul
Vera Miro a Aria y quisiera explicarle todo lo que le dije a Dante el día que le envié el mensaje, pero ella es su mejor amiga y no quisiera hablar de él sin que esté presente, no se siente bien. Hablamos durante un rato y finalmente decido ir a ver a mi hermana, no puedo esconderme para siempre y ella debe saber que le ha hecho daño a su sobrino. — Espero poder ver pronto a Virginia — le digo, ella me regala un abrazo que me sabe increíble, la verdad es que la extrañé durante todos estos años. Paso las dos siguientes noches con Mathías, duermo en su habitación, pero extrañamente no me he encontrado con Dante, es como si me estuviera evitando porque las enfermeras hablan de él y sé que ha venido a ver a Mathis cuando no estoy. Peter no ha venido y tampoco me ha escrito, creo que puedo dar por terminada nuestra relación. Aria ha regresado a los Estados Unidos, pero antes de hacerlo, paso a ver a Mathis y me hizo prometerle ir a visitarla, no tengo la menor idea de cuando podré hac
Dante No sé por qué le he propuesto matrimonio a Vera, necesito acabar con esta discusión y tener a mi hijo a mi lado y si para eso, debo casarme con su madre, la mujer que pisoteó mi corazón hasta dejarlo destruido, pues lo haré. — ¿Quieres que nos casemos? — Repite Vera, su olor, su mirada, su voz, todo me desconcentra. Creo que estoy cometiendo un grave error ¿Por qué le dije eso? — Vale — me mira — podría hacerlo, pero con mis condiciones — levanto una ceja y cruzo los brazos, ahora resulta que ella va a ponerme condiciones. — Vera, no juegues conmigo — le digo — Este será un matrimonio de conveniencia, con el único objetivo de que Mathis lleve una vida normal y sea feliz, lo que pasa entre tú y yo es otra cosa — Ahora es su turno de levantar su ceja — Mejor dicho, lo que no pasa, tienes derecho a hacer tu vida y yo la mía — concluyo, espero que acepte y podamos empezar a organizar todo. — Espera un minuto — me dice — ¿Me estás diciendo que vas a ir por ahí acostándote con quie
Regresar a los Estados Unidos es extraño para mí, y mucho más haciéndolo con mi hijo a mi lado, cuando me fui huyendo de mis sentimientos y mis acciones, huyendo de Dante, estaba embarazada y sin interés en regresar a este país. — Mami, ¿tu amigo nos está esperando? — Mathis ha estado muy ansioso los últimos días, tuvo una pesadilla la última noche y he estado muy preocupada por su nivel de adaptación y estrés. — Claro cielo, no va a dejarnos aquí solos esperándolo — le revuelvo el cabello — No te imaginas las ganas que tiene de verte — Dante no ha parado de escribirme, solo me habla de Mathis, pero creo que está igual de ansioso, quiere que le digamos la verdad de inmediato. — Mira mamá — Mathis llama mi atención — Creo que es él, ¿verdad? Nos está esperando — siento la felicidad de mi hijo por comprobar que Dante ha venido a recogernos al aeropuerto, pero igualmente me siento triste y responsable de que haya dudado y no lo reconozca con facilidad. — Hola — Verlo, de nuevo me deja
He hablado con Aria y me ha pedido que vuelva a trabajar en la productora, así que hoy voy a una entrevista con la señora Lincoln, Aria me dijo que no era necesario, pero yo lo prefiero. Ayer fue el primer día de escuela de Mathis, finalmente escogimos una escuela cerca de casa, donde utilizan diferentes pedagogías que favorecen la independencia y afortunadamente Dante y yo estábamos de acuerdo en este aspecto. Esta primera semana en los Ángeles ha sido intensa, apenas es jueves y ya me siento como si hubiésemos llegado hace semanas. Además, dormir con Dante es un martirio, aunque por lo general cuando se acuesta ya estoy dormida, en las mañanas es diferente, porque siempre me despierto pegada a su espalda o apoyada en su pecho, cada mañana me veo obligada a levantarme rápidamente antes de que pueda verme. — Hola Vera, te estaba esperando — Aria se encuentra en la recepción de la productora, siento que todos me miran, a pesar de que no estoy maquillada, sé que mi hermana y yo somos
Dante — Cariño, ¿recuerdas que te conté que Dante y yo, habíamos estado juntos hace muchos años? — Escucho a Vera que no tiene ni idea de cómo salir de esta. La verdad es que habíamos decidido hacerlo el fin de semana, pero entre el malestar que siento, el dolor de cabeza y la mirada de Mathis diciendo que no tenía un padre de verdad, no pude contenerme y esperar. Tampoco sabía que Vera le había contado eso a nuestro hijo — ¿Lo recuerdas? — Mathis asiente, pero Vera no continúa. — Tu mami y yo perdimos contacto y ella no pudo contarme que iba a tenerte y que yo era tu papi — debo disfrazar la realidad — El día de tu accidente nos reencontramos y ella pudo decirmelo, intercambiamos contacto y como yo estaba supercontento de tener un hijo de verdad y quería pasar mucho más tiempo contigo, le pedí a tu mami que nos casáramos y viviéramos juntos — creo que mejor no pude haberlo hecho, pero cuando levanto la mirada, Mathis me mira con el ceño fruncido y Vera igual, ¿qué dije? ¡Mierda! — T