— No voy a tolerar esta falta de respeto, Virginia — le respondo inmediatamente, no he soltado la mano de Vera, esta aprieta la mía con fuerza, noto lo tensa que está — Dime que deseas y lárgate — Virginia tiene una escayola en su pierna derecha y lleva un corrector de postura y un cuello ortopédico, no sé cómo hizo para llegar hasta aquí.— La prensa va a acabar contigo, van a hacerme una entrevista esta tarde y el mundo va a ver cómo estoy y que me has cambiado por mi hermana precisamente ahora — Dice con regocijo, nunca pensé que Virginia podría llegar a ser una persona con tan mala voluntad. — Has lo que quieras — ya ha agotado mi paciencia, dejo libre a Vera y me acerco a un pequeño minibar que se encuentra en mi despacho, tengo agua mineral embotellada, así que saco una y la tomo casi que completamente.— Virginia — Su voz no es fuerte, pero se siente con tanta autoridad que ni Virginia ni yo nos atrevemos a hablar — No voy a aceptar que me trates de esta manera y menos cuando m
Vera Yo sé, que aunque Virginia haga todo lo que le he pedido, voy a salir mal librada de esta situación y lo he comprobado en la sala de juntas con el equipo de comunicación, consideré importante despedirme de Dante y mostrarnos como un frente unido ante la gente, aunque casi no hablemos en casa, pero entonces, Dante me besó y pude ver la mirada inquisidora de todos, que a pesar de no conocer realmente nuestra historia, inmediatamente nos juzgaron, especialmente a mí, por ser la hermana gemela de la exesposa y además tener un hijo con Dante. Puedo comprender la impresión que causa nuestra situación, pero a pesar de entenderlo, no puedo evitar sentirme juzgada y rechazada. DANTE: Hemos logrado bloquear la imagen de Mathis, mis abogados actuaron de inmediato esta mañana. No pueden exponer su cara directamente. Leo el mensaje que Dante acaba de enviarme y este me tranquiliza, al volver a casa acompañada del chofer, veo que algunos periodistas, todavía se encuentran en la entrada. VE
No he podido dormir, siento el preciso momento en el que Dante se acuesta y posa su mano en mi espalda, las sensaciones hacen presa de mí y solo quiero girarme y besarlo, su mano inquieta detiene el movimiento. — De acuerdo, Vera. Lo haremos como tú quieras, recuerda que hemos firmado la paz — Susurra y luego no soy consciente del momento en el que me quedo dormida --- La rueda de prensa se está complicando un poco, no soy buena para esto, no soy actriz, prefiero estar detrás de bambalinas y no expuesta a las cámaras. Dante intenta mostrarse como alguien enamorado y yo le sigo la corriente, aunque no sé cuánto de eso es falso. Los periodistas me están atacando sin piedad, no comprenden por qué decidí separar a Mathis de Dante. No sé qué responder, sé que no puedo atacar a Dante en este momento y decir que nunca quiso estar con Mathis o que habíamos perdido el contacto porque está claro que sí estaba casado con mi hermana, no era posible perder el contacto, mi mente se ha queda
Desde el problema que tuvimos por la profesora de piano, Dante y yo tenemos una relación cordial y solo nos hablamos delante de Mathis, en la habitación tratamos de no coincidir y he puesto unas almohadas que no permiten que ni siquiera nos rocemos. Hemos tenido en dos o tres oportunidades las visitas matutinas de Mathis, pero hasta ahora todo ha ido bien. Dante y yo contratamos a Ana, una chica estupenda, tiene 40 años y es genial, llegó un día con su hija Iliana de 15 años buscando trabajo, porque acababa de perder a su esposo, es inmigrante, colombiana y verla me hizo recordar a mi madre que dejó su país por buscar una nueva vida en Francia, donde conoció a mi padre y se enamoraron, se casaron y nos tuvieron a Virginia y a mí y a pesar de no tener mucho dinero, fueron muy felices hasta que murieron en un accidente de barco. Siempre quise vivir una historia igual, enamorarme y pasar la vida junto a mi esposo, enamorados, cómplices. — ¿Qué diablos significa esto, Vera? — Dante ent
En la productora, todos están muy felices porque obtuvieron varias nominaciones secundarías, sin embargo, Sandro desea poder obtener nominaciones principales, como la de mejor película en los próximos años. Dante no me explicó qué hacía con Virginia, debo imaginarme que hablaban sobre los premios, pues ella fue nominada a mejor actriz o debo morir de envidia, así que he decidido imaginarme lo primero. Virginia me saludó como si fuéramos las hermanas más cercanas del mundo y luego continúo hacia la mesa que tenían reservada. Sandro estaba encantado con ella, me dijo que era alucinante vernos a las dos al mismo tiempo y que Virginia, a pesar de las muletas, imponía bastante, en lo que tiene toda la razón. — ¿Estás lista? — Dante entra a la sala de baño, estoy mirándome en el espejo, llevo un vestido plateado con accesorios del mismo color, es sencillo, largo, dibuja mi silueta y luego cae sobre mis tobillos. Estamos invitados a una fiesta que realiza un director al parecer muy famos
Dante Pasar la navidad con dos niños es totalmente diferente a lo que me había esperado, fue genial compartir con Mathis e Iliana y después de las fiestas de fin de año, siento que la relación con mi hijo se ha fortalecido, lo que me hace sumamente feliz. — Papi — Cada vez que escucho a mi hijo llamarme de esa manera, siento que mi corazón se salta un latido, todavía me siento furioso por haber perdido tanto tiempo de su vida — ¿Recuerdas que me dijiste que podría pedir lo que quisiera por mis cumpleaños? — es verdad, se lo dije. Pero Vera y yo no hemos podido llegar a un acuerdo sobre lo que haremos para sus cumpleaños, algo típico en nosotros. Después de la discusión que tuvimos por la profesora de piano y que estuvimos juntos, no sé qué esperar de ella. — Lo recuerdo Campeón — Espero que no me vaya a pedir un unicornio o algo así imposible de encontrar. — ¿Podemos ir a la nieve, hacer esquí y patinar sobre hielo? — Me quedo mirándolo — Mami y yo fuimos en uno de mis cumpleaños
Vera ¿Qué hace Peter acá? Y con Bea, eso es muy extraño porque pensé que la odiaba, siempre se estaba quejando de ella. — ¿Te preocupa que estén juntos? — Miro extrañada a Dante, no sé de qué me está hablado — Peter y tu ex jefa — Aclara. — Para nada, solo que me parece extraño — Hemos planeado ir a cenar a un restaurante donde volveremos a cantarle los cumpleaños a Mathis, es un mimado. No sé cómo he logrado hacer las reservaciones, al parecer es un restaurante muy lujoso, pero acogedor y apto para niños, donde te puedes encontrar a todas las estrellas de Hollywood que desees sin ser molestado, yo pensaba buscar uno un poco más pequeño y tranquilo, pero Mathis lo vio por internet cuando estaba buscando y me dijo que ese le gustaba y como es su celebración, pues para allá vamos. — ¿Nos vamos? — le digo a Dante que se acerca a la chimenea donde estoy esperando que Mathis termine de lavarse las manos — Yo invito — Dante levanta las cejas — ¿Crees que no puedo? Sé que un restauran
— ¿Dante? — Su mirada es intensa, no puedo creer lo que pasó, Peter nunca me dijo que Dante había llamado y estoy segura de que no vi su llamada ¿La borró? — Debí insistir ¿Verdad? — me siento como una idiota, debí volver a llamar, así fuera para insultarlo, debí hacer tantas cosas. — Vera, ya no tiene sentido preocuparse por eso ahora — toma mi cara entre sus manos — No podemos devolver el tiempo, hermosa — extrañaba que me llamara de una forma cariñosa — Ahora solo podemos tratar de ser felices ¿Vale? — asiento y Dante se inclina un poco y me besa, el sabor del licor invade mis pupilas gustativas. — Estás borracho — Le digo e intento alejarme, pero me presiona un poco más contra él. — Solo de ti, hermosa. Borracho de ti — su beso se vuelve intenso, exigente, su mano presiona mi cabeza, sus dedos se enredan en mi cabello, con la otra mano toca mi cuerpo, me presiona contra él, como si necesitara sentirme cerca, me hace girar y empieza a sacar mi Jersey, levanto los brazos y le ayud